[LaCrisi-paguinElsRics] un ejemplo, en la conferencia de Rio de Janeiro
luisgonzalez en moviments.net
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Mie Ago 1 11:15:32 CEST 2012
José 'Pepe' Mujica regañó al mundo
Por: Redacción Vivir
/José 'Pepe' Mujica, presidente de Uruguay, dio un discurso memorable en
la pasada cumbre sobre desarrollo sostenible en Río de Janeiro. En pocos
días se convirtió en uno de los videos más vistos en internet./
/Vive en una pequeña y discreta chacra localizada en las afueras de
Montevideo y no en un lujoso condomino como correspondería al presidente
de una nación. Conduce un viejo Volkswagen celeste, modelo 87, en vez de
viajar en una caravana de carros blindados. Por ley recibe US$12.500
mensuales, de los que guarda para si US$1.250. El resto lo dona a
fundaciones sociales. /
/Si no fuera por estos y otros detalles de su vida, el discurso que
pronunció José Pepe Mujica en la pasada Conferencia de Desarrollo
Sostenible de las Naciones Unidas (Río+20) sería nada más que el
discurso de un hábil político capaz de decir lo que otros esperan
escuchar sobre el desenfreno de una sociedad consumista./
/"Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo rechinan", susurró el
viejo presidente uruguayo, que comenzó su trayectoria política en los 50
como miembro del Partido Nacional y una década más tarde se sumó a las
huestes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, un grupo
guerrillero de origen marxista influido por la revolución cubana./
/No llevaba corbata cuando dijo esas "cosas que rechinan" en Río de
Janeiro frente a representantes de 192 países. Nadie ha podido nunca
convencerlo de atarse una al cuello. Y era mejor no tener una a la hora
de decir cosas como *"el desarrollo no puede ser en contra de la
felicidad humana, del amor, de las relaciones humanas, de cuidar a los
hijos, de tener amigos, de tener lo elemental".*/
*"Pobre es el que necesita mucho"*
Autoridades presentes de todas las latitudes y organismos, muchas
gracias. Y muchas gracias y nuestro agradecimiento al pueblo de Brasil y
a su señora presidente. Y muchas gracias a la buena fe que seguramente
han manifestado todos los oradores que me precedieron. Expresamos la
íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que
esta nuestra pobre humanidad pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacernos algunas preguntas en voz alta. Toda
la tarde se ha estado hablando del desarrollo sustentable, de sacar
inmensas masas de la pobreza. ¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas?
El modelo de desarrollo y de consumo es el actuar de las sociedades
ricas. Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los
hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los
alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿el mundo tiene los elementos hoy, materiales, como para
hacer posible que 7.000, 8.000 millones de personas puedan tener el
mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas
sociedades occidentales? ¿Será posible? ¿O tendremos que dar algún día
otro tipo de discusión? Porque hemos creado una civilización, en la que
estamos, hija del mercado, hija de la competencia, que ha deparado un
progreso material portentoso y explosivo. Pero lo que fue economía de
mercado ha creado sociedades de mercado, y nos ha deparado esta
globalización. ¿Y estamos gobernando a la globalización o la
globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad
y de que estamos todos juntos en una economía que está basada en la
competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
Nada de esto lo digo para negar la importancia de este evento. No. Por
el contrario. El desafío que tenemos por delante es de una magnitud de
carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política. El
hombre no gobierna hoy las fuerzas que ha desatado. Sino que las fuerzas
que ha desatado gobiernan al hombre.
¿Y la vida? Porque no venimos al planeta para desarrollarnos en términos
generales. Venimos a la vida intentando ser felices. Porque la vida es
corta y se nos va. Porque ningún bien vale como la vida y esto es
elemental. ¿Pero si la vida se me va a escapar trabajando y trabajando
para consumir? La sociedad de consumo es el motor, porque en definitiva,
si se paraliza el consumo o se detiene, se detiene la economía, y si se
detiene la economía, es el fantasma del estancamiento para cada uno de
nosotros.
Pero ese hiperconsumo a su vez es el que está agrediendo al planeta. Y
tiene que generar ese hiperconsumo cosas que duren poco porque hay que
vender mucho. Y una lamparita eléctrica no puede durar más de mil horas
prendida. Pero hay lamparitas eléctricas que pueden durar 100.000,
200.000 horas. Pero ésas no se pueden hacer. Porque el problema es el
mercado. Porque tenemos que trabajar. Porque tenemos que tener una
civilización de uso y tire. Y estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político que nos están diciendo la
necesidad de empezar a luchar por otra cultura. No se trata de
plantearnos volver al hombre de las cavernas ni tener un monumento del
atraso. No podemos indefinidamente continuar gobernados por el mercado,
sino que tenemos que gobernar el mercado. Por eso digo que el problema
es de carácter político.
En mi humilde manera de pensar, porque los viejos pensadores lo
definían, Epicúreo, Séneca, los aymaras, pobre no es el que tiene poco,
sino que, verdaderamente, pobre es el que necesita infinitamente mucho y
desea y desea y desea más y más. Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, quiero saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y lo
voy a acompañar como gobernante. Porque sé que algunas cosas de las que
estoy diciendo rechinan. Pero tenemos que darnos cuenta de que la crisis
del agua, que la crisis de la agresión al medio ambiente, no es una
causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado y lo que
tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para
vivir. En mi país hay tres millones de habitantes. Poco más de tres
millones doscientos mil. Pero hay trece millones de vacas de las mejores
del mundo. Cerca de ocho o diez millones de ovejas estupendas. Mi país
es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una plenillanura. Casi
el 80% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores lucharon mucho por las ocho horas de
trabajo. Ahora están consiguiendo seis horas. Pero el que consigue seis
horas se consigue dos trabajos y por lo tanto trabaja más que antes.
¿Por qué? Porque tienen que pagar una cantidad de cuotas. La motito que
compró. El autito que compró. Y pague cuotas y pague cuotas. Y cuando
quiere acordar es un viejo reumático como yo y se le fue la vida.
Uno se hace estas preguntas: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas
cosas son muy elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la
felicidad, tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor, de
las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener
lo elemental. Precisamente porque eso es el tesoro más importante que se
tiene. Cuando luchamos por el medio ambiente, el primer elemento del
medio ambiente se llama la felicidad humana. Gracias.
--
"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas"
------------ próxima parte ------------
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