[LaCrisi-paguinElsRics] Acomiadats, Telefónica de España i la Reforma Laboral
Eladio Turiel
eladio.turiel en gmail.com
Vie Feb 11 10:14:27 CET 2011
El company Josep Bel ja us va informar dels acomiadaments haguts a
"Telefónica de España". El propòsit d'aquest correu meu és intentar ampliar
i actualitzar la informació.
1 - Escenari general. A finals de 2.010 no es va signar la "pròrroga del
Coveni" que pretenia l'empresa, ja que tal presumpta pròrroga en realitat
implicaba tot un nou conveni, pels canvis sustancials que introduïa, i
pretenent, a sobre, que no hi hagués el procés normal de negociació i
mobilització que qualsevol nou conveni sol portar. (demano escuses pel meu
dolentíssim català)
2 - Escusa de l'empresa: com que no hi ha conveni, aplico la Reforma
Laboral, i començo per carregar-me aquestes dues persones de Barcelona i
Madrid, demà atacaré per un altre front i enviaré més gent al carrer. I tot
de pas, per què no, aniré fent provisió d'ostatges de cara a les futures
negociacions.
3 - Realitat real. Si no s'hagués signat la Reforma Laboral, l'empresa, amb
pròrroga de conveni o sense, no l'hauria pogut aplicar, ni tampoc no hi
hauria ostatges, ni res.
Lamentable fet adiccional - dintre de un mes i mig hi haurà eleccions
sindicals.
Sóc de la opinió que una lluita com aquesta no la podem deixar només en mans
de les companyes i companys de Telefónica, perquè del que estem parlant és
de l'aplicació de la Reforma Laboral, i si avui permetem que un dels pocs
reductes que van quedant amb condicions laborals dignes caigui, totes i tots
sortirem perdent. A banda de tot, sempre estem demanant, amb raó,
continuitat del 29-S, i què més gran i millor continuitat que les lluites
específiques contra la reforma laboral que espontàneament vagin sorgint per
aquí i per allà.
Determinades circumstàncies juguen al nostre favor. La pròrroga del conveni
va comportar el rebuig unànim del Comitè Intercentres o estatal de
l'empresa, amb la qual cosa, per primera vegada en molts i molts anys, es
parteix d'una situació de suposada unitat d'acció. Per la seva banda, el
comitè de Barcelona de moment està operant sota aquesta unitat, i tant UGT
com CCOO, al menys teòricament, i a diferència del que han fet amb les
pensions i tantes altres coses, respecte de la Reforma Laboral encara
afirmen que no hi estan d'acord, i que lluitaran perque no s'apliqui.
El Comitè de Barcelona ha convocat vaga de 24 hores a l'empresa per al día
24 de febrer, dijous, s'estan fent assemblees a tots els centres de treball,
on fins ara la receptivitat ha estat superior a l'habitual, i a la central
en concret on treballava la persona acomiadada, Llacuna, la immensa majoria
dels i les treballadores estan exigin la convocatòria de moltes més hores i
dies de vaga ni que només sigui per al seu centre.
La central de Llacuna és relativament a prop de l'Auditori. D'altra banda,
la setmana entrant, de dilluns 14 a dijous 17, al recinte Firal de Monjuïc
es celebra el World Mobile Congress, i és molt probable que dimarts 15 de la
setmana que vé, es proposi fer acte de presència per la tarda o pel matí,
potser a la Pça d'Espanya. I és que a Telefónica, el que realment troben
obsolet, és el régimen general de condicions laborals del segment de
telefonia bàsica o de tota la vida.
El company acomiadat ha escrit una carta que és directament "la hostia" de
clara i fredament analítica. Us la copio a continuació. És llarga, és clar,
però sembla mentida que provingui, si fa no fa, d'un currant molt normal.
Això sí, siguem benevolentes i benevolents amb el seu últim i petit
paràgref, però es que poèticament no podia tener cabuda el que en realitat
hauria d'haver dit, i que és que "cuando las barbas de tu vecino veas pelar
(o rapar), pon las tuyas a remojar". .
salud.
ealdio (EC)
l,
--------------ó-------------
Buenos días:
En primer lugar me gustaría agradecer a todos las compañeras y compañeros
que me habéis llamado, mandado mensajes, y mostrado vuestro cariño
incondicional en estos momentos; a los que sé que estáis a mi lado aunque
no me lo habéis dicho de palabra; y también a los que estáis ahí aunque no
nos conozcamos ni tengáis una cara que visualizar: vuestro apoyo me llega a
través de otros y os aseguro que tiene su importancia. La verdad es que es
difícil, en momentos como este, encontrar cosas positivas, pero a pesar de
todo es alentador comprobar que, cuando alguien te corta la cuerda de la que
pendes, hay personas ahí abajo preparadas para abrazarte y hacer que el
golpe no sea tan duro. Gracias de verdad.
Doy por supuesto que todos estáis informados de las condiciones en las
que me despidieron el pasado viernes, a las 13 horas sin previo aviso, y
después de veintidós años en esta empresa (a mí y a otra compañera de
Madrid). Sí quiero mencionar, antes de seguir a delante, que los motivos del
despido están tipificados en el Estatuto de los Trabajadores desde el 95,
refiriéndose específicamente a bajas justificadas e intermitentes en un
periodo de cuatro meses, salpicados a lo largo de un año.
En ese sentido me dirijo en este punto a esos compañeros, que sé que
habrá, (aunque espero no sean muy numerosos), que pensarán o dirán cosas
como “esto le pasa al que le tienen que pasar”, “si no hubieran cogido
tantas bajas”, etc... A ellos les diría que si no se movilizan o se
preocupan por nosotros que lo hagan al menos por sí mismos. Nosotros solo
estábamos los primeros en una de las múltiples listas que los que dirigen
esta empresa podían haber escogido para atacar. Si no hubiéramos estado
nosotros ahí hubieran ido a por los que han estado más de veinte en un
periodo de dos meses, o por los que más tiempo están conectados a internet,
o por los que tarjetean a deshoras en los distintos centros. Y si todos, en
esta plantilla, hubiéramos sido perfectamente escrupulosos y conocedores de
todas las cosas por las que la empresa nos puede echar mano, hubieran
rastreados en busca de los jefes más desaprensivos, con aspiraciones de
ascender, para encontrar una oveja negra a la que dar caza (quizá alguno de
nosotros, los despedidos, responda en parte a ese perfil). Porque aquí el
problema no es el absentismo de dos o tres compañeros entre treinta mil, de
lo que se trata es de que somos caros, sois caros; se trata de que hay
muchos jóvenes recién salidos de la universidad dispuestos a trabajar por la
mitad que vosotros, y con la mitad de los derechos. Como muy probablemente
veréis en los próximos meses este es un movimiento más de la empresa para
alcanzar el propósito que ya le planteó a los sindicatos hace quince años:
quieren abaratarnos, quieren rebajar nuestros derechos, y finalmente
pretenderán su fin más alto: quedarse con una plantilla de diez mil o quince
mil, a poder ser fuera de convenio. Insisto, a los compañeros que piensen
que hemos hecho méritos para que nos pase esto, que vean un poco más allá, y
traten al menos de defenderse a sí mismos.
En tercer lugar me dirijo a los representantes sindicales. Me alegra
mucho saber que por una vez están todos de acuerdo en lo esencial; me
refiero a que esto, en el fondo y la forma, es una canallada que no se debe
permitir. Pero dicho esto me gustaría ser muy claro en lo siguiente, aunque
conste que lo digo estrictamente desde mi posición personal. Dentro de unos
meses tendrán que enfrentarse a la negociación del próximo convenio. Si
finalmente se confirma que todo esto es una estrategia de la empresa para
usarnos de moneda de cambio, dicho de otra manera, si esto lleva detrás un
“fírmeme usted aquí y readmito a los rehenes”, les pediría, con total
convicción, que no lo hagan. Obviamente me gustaría que nos readmitieran, y
lucharé, y espero tener su apoyo y el de la mayoría de la plantilla para que
así sea. Pero quiero decir públicamente (insisto que hablo desde mi posición
personal), que preferiría quedarme fuera de la empresa antes de entrar
sabiendo que se nos ha utilizado para rebajar o devaluar las condiciones de
más de treinta mil personas. Insisto, me moriría de vergüenza si se nos
usara con un fin tan rastrero.
Obviamente, el pasado día cuatro de febrero, a las 13 horas, después de
que me plantaran la carta de despido, sin avisar, después de veintidós años
en la empresa, salí de la central de Llacuna y atravesé el parque que hay
enfrente como una hormiga a la que le acaban de cortar las antenas. Pero
pasados esos primeros momentos de desorientación no me resisto a compartir
con vosotros la siguiente reflexión en voz alta. Estamos ante el segundo
ruond de la empresa para conseguir su objetivo. El primero ya lo ganó
basándose en las prejubilaciones a los cincuenta años. Todos sentimos el
aliento del ERE en el cogote, y lo asumimos como un mal menor. Muchos se
fueron contentos, aun sabiendo lo que se estaba perdiendo para las
generaciones futuras, pero la vida de cada uno es única y, por otro lado,
donde ya no te quieren quizá sea mejor no estar. Todos sabíamos que se
estaban perdiendo conquistas históricas y que detrás de eso, los que
quedábamos, nos convertíamos en un reducto, una especie de trabajador en
extinción. Luego vino un descanso por parte de la empresa. Nos hablaron del
proyecto Lider, del GPS, nos hablaron de que éramos un equipo, e incluso nos
mostraron las curvas gráficas de los negocios para hacernos creer que éramos
valiosos. Primero te golpeo y luego te doy una pastillita para que no te
duela. Sé que muchos se han tragado el cuento de la carrera de méritos, el
talento se premia, etc, porque claro, las estrategia de manipulación están
muy bien diseñadas. Pero pensarlo fríamente, ¿a cuantos compañeros
talentosos y apasionados de su trabajo habéis visto ascender? Aquí solo
asciende quien está dispuesto a asumir lo que dictan los que están por
encima de él; y lo que dictan nos lo dicen convenio tras convenio, hacen
falta trabajadores más baratos y a poder ser fuera del grupo Telefónica. Y
es que lo que pasa en esta empresa no es algo aislado, es algo que responde
a un nuevo posicionamiento del capitalismo.
Aunque no esté de moda decirlo, el siglo diecinueve y el veinte, en
algunas partes del mundo, fueron un grano en el culo para ciertos valores
muy antiguos; hablo de la codicia, la arrogancia y la prepotencia del fuerte
sobre el débil, etc. Aunque sean ideologías imperfectas, y por muchas
razones devaluadas, el socialismo o el anarquismo instigaron a crear una
conciencia en los que producen, frente a los que *juegan*en bolsa y
especulan con su trabajo. Se conquistaron, gracias a esos movimientos,
muchos derechos para los que realmente producen riqueza, los trabajadores.
Los patrones del siglo diecinueve y el veinte se encontraron de frente todas
esas conquistas, y dejaron de tener un poder absoluto frente a sus
trabajadores. Pero el capitalismo se ha re-colocado. El nuevo Patrón
intocable del siglo veintiuno se llama Multinacionales, y su modo de
contraatacar ha sido y está siendo muy, muy inteligente: *yo soy una gran
empresa que no tiene trabajadores, la masa de trabajadores ya no está a mi
cargo, no soy visible, tengo un pequeño grupo de personas, a las que unto,
que me soportan la mínima estructura. Pero he dinamitado el grupo de
trabajadores en multicélulas ajenas a mí.* *De esta manera me libro de sus
revueltas y sus reivindicaciones. *Nos dividen y nos parcelan, nos hacen
perder la conciencia de clase, esa es la gran estrategia. Los que producen
están aislados, no se comunican entre sí, y no tiene una conciencia
colectiva de su verdadero poder en el mundo. De esa forma nos están haciendo
perder la conciencia de lo que nos une como masa. Por esta nueva evolución
del capitalismo se sigue concentrando el poder económico en unos pocos, sin
nada que los frene. Telefónica, los trabajadores fijos de telefónica, somos
un reducto de las grandes conquistas de los trabajadores. En nuestras manos
está ser un reducto vivo y digno. Más allá de los nombres y apellidos que
estamos detrás de esta salvajada, está el colectivo de más de treinta mil
personas, ese es el verdadero objetivo, no lo dudéis. Pensad que mientras
callamos y otorgamos, intentando salvar el culo, muchos tratan de cortarnos
la cabeza.
Me despido que con una frase de Bertold Brecht que mi abuelo solía
repetirme a menudo, cuando era niño, en referencia a la segunda guerra
mundial:
·*”Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era
comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no
hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo
no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya
no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”.*
*
*
oooo
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------------ próxima parte ------------
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