[Deuda-QdQ] Análisis de la COP19: La industria marca el ritmo de la cumbre de Varsovia
Tom Kucharz - Ecologistas en Acción
agroecologia en ecologistasenaccion.org
Mie Dic 11 13:47:57 CET 2013
*Fracaso anunciado en la COP19*
*La industria marca el ritmo de la cumbre de Varsovia*
Las corporaciones de energías sucias asumieron un papel protagonista en la
última cumbre sobre el cambio climático.
Tom Kucharz <https://www.diagonalperiodico.net/taxonomy/term/21108>
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09/12/13 · 8:00
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La cumbre de cambio climático estuvo marcada por el tifón que asoló
Filipinas.
El balance de la última cumbre sobre cambio climático no puede ser más
pesimista: el país anfitrión –Polonia- y Naciones Unidas organizaron una
reunión con la presencia masiva de las industrias más contaminantes con el
fin de extender el rol explícito de grandes corporaciones energéticas
sucias<http://www.diagonalperiodico.net/panorama/20618-500000-millones-dolares-subsidios.html>en
las negociaciones multilaterales.
Se prolonga la inacción hasta 2015, cuando se pretende decidir en París
sobre un nuevo acuerdo climático mundialLa cumbre anual de la Convención
Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático comenzó tres días después
de que el tifón Haiyan devastara una parte de las Filipinas causando miles
de víctimas mortales, desplazados y millones de afectadas. Varias
delegaciones de países del Sur global aprovecharon la ocasión para reiterar
la *responsabilidad histórica de los países más industrializados* por el
calentamiento global y debatir sobre quién debe pagar para reparar los
daños.
El negociador filipino, Yeb Saño, qué abrió la cumbre con un emotivo
discurso por la dramática situación en su país y decidió ayunar en
solidaridad con la gente afectada por el tifón Haiyan, escribió el último
día de la cumbre en su cuenta Twitter a las 2:05 de la madrugada: “Sin
resultado significativo a la vista. El ayuno continúa”. *La reunión
plenaria se clausuró con la aprobación de un documento dominado por la
falta de compromisos* y fechas concretas.
Una vez más se prolonga la inacción hasta 2015, cuando se pretende decidir
en París sobre un nuevo acuerdo climático mundial que establecería *metas
concretas de cómo limitar el calentamiento global a 2ºC hasta finales del
siglo*. Algo imposible a no ser que seamos capaces de cambiar las
relaciones de fuerza para acabar con las subvenciones a los combustibles
fósiles y dejar dos tercios de ellos sin explotar.
Si bien los países del Sur en general dieron la bienvenida a la decisión de
establecer un mecanismo internacional de pérdidas y daños, expresaron su
decepción por la falta de objetivos claros y una hoja de ruta en cómo
financiar este mecanismo a largo plazo. Salvo el anuncio de varios países
europeos de poner a disposición del Fondo de Adaptación unos 100 millones
de euros, para asegurarse a cambio el respaldo de los países insulares y
más empobrecidos (LDC) a la posición negociadora de la UE, la reunión
"Ministerial de Financiamiento para el Clima"* terminó sin ningún
financiamiento real para el Fondo Verde para el Clima creado en 2010*, que
sigue sin funcionar.
A pesar de la fuerte evidencia del empeoramiento de los impactos climáticos
--incluyendo tormentas más severas como el tifón Haiyan en Filipinas-- las
delegaciones de los países africanos estaban enfurecidos por los anuncios
de países como Japón y Australia. Cuando Japón anunció que seguía a Canadá,
y que daría marcha atrás en sus compromisos de reducción de emisiones
acordados anteriormente, y Australia –por su parte- informó que eliminará
el impuesto sobre las emisiones de CO2, dieron entender que se estaban
burlando de la convención climática de la ONU y *dañaron aun más la ya
débil integridad de las negociaciones*. Contra la medida del Gobierno
australiano se echaron a la calle más de 50.000 personas.
El “acuerdo” sobre los documentos resultantes de la cita en Varsovia fue
resultado de un compromiso de último minuto entre las naciones más
industrializadas y las nuevas superpotencias
“Si los países más contaminantes piensan que sólo tienen que *dictar cómo
los países africanos deben proceder* en la adaptación y la mitigación del
cambio climático sin escuchar nuestro grito sobre la cuestión de las
pérdidas y los daños sufridos por la población, entonces es un proceso
inútil”, subrayó Habtemariam Abate del Ethiopian Civil Society Network.
Mithika Mwenda, coordinador de la Alianza Panafricana de Justicia
Climática, dijo que "la responsabilidad primordial de los gobiernos es
proteger la seguridad de su población" y "no están cumpliendo con esta
responsabilidad."
El “acuerdo” sobre los documentos resultantes de la cita en Varsovia fue
resultado de un compromiso de último minuto entre las naciones más
industrializadas y las nuevas superpotencias acerca de los recortes en las
emisiones resultantes de la quema de combustibles fósiles. *Acusan a China
y la India de haber rechazado la propuesta de la Unión Europea y EE
UU:*que todas las naciones tengan que presentar el año que viene
"compromisos"
en la reducción de la emisión de los gases de invernadero. Y vendieron como
“éxito diplomático” de la UE el haber cambiado la palabra por
"contribuciones", pero en realidad es la línea política dominante desde la
cumbre de Copenhague<http://www.diagonalperiodico.net/panorama/nueva-cumbre-sobre-cambio-climatico.html>(2009):
convertir objetivos vinculantes en contribuciones voluntarias. Algo
que los gobiernos de la UE y EE UU –y muy en concreto sus sectores
industriales- también prefieren.
La reunión dejó al lado los asuntos más espinosos del debate: cómo dividir
la responsabilidad de los recortes de emisiones y cómo los países más
enriquecidos van a cumplir con su *promesa de canalizar 100.000 millones
anuales hacía los países empobrecidos a partir del 2020* destinados a
mitigar los efectos del cambio climático.
Los financiadores privados de la cumbre, como las corporaciones
contaminadores ArcelorMittal, BMW y PGE seguramente estaban felices el
transcurrir de la cumbre. En lugar de enfrentarse al poder corporativo, *tal
como exigieron más de 150 organizaciones del mundo en su declaración
conjunta*, la ONU acoge con cada vez mayor satisfacción las empresas en las
negociaciones sobre cambio climático.
Grupos de presión
El lobby corporativo crece a todos los niveles administrativos: la
International Emissions Trading Association -una entidad que representa a
la industria y sectores financieros que se enriquecen con la especulación
en mercados financieros con la venta de “derechos de emisión”- o la Cámara
Internacional de Comercio presionan a los gobiernos para que subvencionen
medidas climáticas que resulten en gigantescos negocios y grandes ganancias
para las corporaciones, pero no vaya a las causas del problema. Por
eso *promueven
mecanismos de compensación y comercio de emisiones de gases de efecto
invernadero*, el programa sobre reducción de emisiones resultantes de la
deforestación (REDD+) que busca en realidad privatizar los bosques o
tecnologías como fracking, captura y almacenamiento de carbono y la
expansión de los monocultivos agrícolas para agrocombustibles. En Varsovia
se decidió explorar con más detalle “el grado en que las plantaciones de
árboles se benefician del clima” cuando los monocultivos de árboles de
rápido crecimiento causan la pérdida de biodiversidad y desplazan pueblos
indígenas de sus territorios.
Las industrias vinculadas al carbón y varios gobiernos pretendían legitimar
su apuesta por la energía más nociva con una campaña de “lavado verde”El
gobierno anfitrión polaco ha ayudado activamente a las empresas
contaminantes para influir en las negociaciones que -una vez más- lograron
impedir cualquier progreso sustancial. A juzgar por la actitud y por las
acciones de los gobiernos como Japón, Australia, Canadá, EE UU o de la
Unión Europea, que *anuncian nuevas inversiones en minería de carbón y
extracción de petróleo*, se demuestra que éstos están escuchando sobre todo
a las industrias contaminadoras.
Como colmo del absurdo, la Asociación Mundial del Carbón ha celebrado una
Cumbre Internacional del Carbón y del Clima en el marco de la COP19 bajo el
lema “Tecnologías, oportunidades e innovaciones del carbón limpio”. Las
industrias vinculadas al carbón y varios gobiernos pretendían legitimar su
apuesta por la energía más nociva con una campaña de “lavado verde”. Por
medio del “Comunicado de Varsovia” *llaman a incrementar el uso de
tecnologías altamente contaminantes*, pero llamadas irónicamente
“tecnologías de combustión de carbón altamente eficientes y de bajas
emisiones”.
La presión de la Asociación Mundial del Carbón en la COP19 tiene como
objetivo conseguir el “reconocimiento del rol fundamental que el carbón
tiene para conseguir el futuro energético bajo en emisiones”. Con ello
busca incrementar los subsidios públicos en *tecnologías costosas e
inseguras como la captura y almacenamiento de carbono o la gasificación
bajo tierra*, que, según la industria, mudarán el carbón en “energía verde”.
Pero el uso del carbón ni es limpio ni barato, porque es la fuente de
electricidad que más gases responsables del calentamiento global emite y
causa graves daños a la salud. *Las centrales eléctricas de carbón están
entre las peores fuentes de contaminantes tóxicos del aire* en todo el
mundo. Es por tanto necesario adoptar políticas para acabar con las
subvenciones al
carbón<http://www.diagonalperiodico.net/panorama/20617-subvenciones-grandes-empresas-echan-humo.html>–en
el caso español 636 millones de euros sólo en el año 2011- y su
eliminación gradual del mix eléctrico hasta –más tardar- el 2020.
Además, se debería exijir responsabilidades a los bancos y prohibir seguir
invirtiendo en la expansión mundial de la industria del carbón. Entre 2005
y 2013 *unos 89 bancos comerciales invirtieron unos 118 mil millones de
euros en la extracción del carbón*, esto es un incremento del 397% desde la
entrada en vigor del Protocolo de Kioto, según el estudio publicado con
ocasión de la COP19
<http://www.banktrack.org/show/pages/banking_on_coal_report_on_banks_and_coal_mining>por
las redes internacionales BankTrack y CEE Bankwatch. El 71% de este capital
lo proveen 20 bancos, entre ellos los bancos europeos más grandes.
En una carta un centenar de organizaciones del mundo urgen a Naciones
Unidas de prohibir la entrada de las industrias contaminantes a las cumbre
del clima. Otros organismos de la ONU han tomado medidas contra el lobby
industrial, como la Organización Mundial de la Salud con la creación de un
código de conducta vinculante entre la industria tabacalera y los
funcionarios de salud pública. El artículo 5.3 de la convención de la OMS
sobre tabaco afirma que* los intereses de la industria tabacalera son
fundamentalmente irreconciliables* y en conflicto con el interés público.
Lo mismo se debería aplicar a los intereses de la industria de combustibles
fósiles y de aquellos sectores económicos cuyos modelos de negocio se basan
en las altas emisiones de CO2 en relación a las políticas energéticas y de
cambio climático.
Al margen de lo que ocurrió en Varsovia, el congreso Alternatiba en el País
vasco francés en octubre ha hecho un llamamiento “a todas las ciudades y
territorios de Europa a preparar, desde ahora, sus propias alternativas al
cambio climático y a la crisis social y ecológica”. “Se trata, por un lado,
de interpelar a los gobernantes sobre las dramáticas consecuencias de la
falta de un acuerdo internacional ambicioso, *eficaz, vinculante y justo
sobre el clima*, y por otro, de apelar a la gente a emprender sin más
dilaciones la transición social, energética y ecológica necesaria para
evitar el trastorno profundo e irreversible de los mecanismos del clima”.
------------ próxima parte ------------
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