[Territori_energia_resistencia] FW: [comunicacion]Ciberacció. Japón detecta radiactividad de Fukushima en el Pacífico
Quim Pérez
quim_perez a hotmail.com
dic mar 23 09:27:33 CET 2011
[Ciberacción] Por
el cierre de las nucleares en 2020
Pide al Gobierno el cierre de Garoña en esta legislatura, así
como la paralización del cementerio nuclear (ATC) hasta que no
exista un calendario de cierre del parque nuclear que culmine en
2020.
http://ecologistasenaccion.org/article2020.html
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Japón detecta radiactividad de Fukushima en el Pacífico
Los expertos piden controlar los moluscos y los peces
RAFAEL MÉNDEZ - Madrid - 23/03/2011
EL PAIS
Parte del agua de mar usada para refrigerar a la desesperada la
nuclear de Fukushima regresó al Pacífico. Esa es al menos la idea
que manejan las autoridades japonesas, que ayer anunciaron una
serie de sondeos de la radiactividad en el Pacífico, tras detectar
concentraciones de cesio y yodo superiores a los niveles
aceptables en el océano.
Tokio admite un nivel alto de cesio y yodo a 16
kilómetros de la central
En el intento a la desesperada por refrigerar la nuclear de
Fukushima, Japón recurrió al agua del mar. El esfuerzo parece que
ha servido para controlar la temperatura en los reactores, pero
parte de ese agua ya contaminada ha vuelto al mar. Además, los
vientos dominantes desde el accidente han ido hacia el mar, lo que
ha podido ayudar a elevar la radiactividad en el agua. Japón
anunció que ha encontrado cesio y yodo radiactivo en el mar a 16
kilómetros de la central, lo que amplía la necesidad de control de
los alimentos.
El profesor de ingeniería nuclear de la Universidad Politécnica
de Madrid Eduardo Gallego apunta que lo lógico es que la radiación
en el Pacífico "se deba al agua usada para refrigerar que haya
vuelto al mar". Parte del caudal usado se evapora, pero parte
seguro que ha vuelto al océano. "El problema del agua de mar no es
el agua en sí, sino los crustáceos, los moluscos y los peces, que
acumulan radiación y los tendrán que empezar a controlar", añade
Gallego.
La agencia japonesa Kyodo informó de que a 330 metros al sur de
la central, el nivel de yodo-136 era 126 veces superior al límite
legal, mientras que el de cesio-134 era 24,8 veces superior. A 16
kilómetros al sur de la nuclear, la concentración de yodo-136
seguía estando 16,4 veces por encima del límite legal.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) anunció
ayer que Japón se ha comprometido a entregar el jueves resultados
de radiación en ocho puntos del mar.
Gallego explica que el yodo es un problema menor que el cesio,
porque decae en días. "El hecho de que la mayor parte sea yodo
hace pensar que procede del reactor, no de las piscinas de
combustible, donde ya no queda yodo". "Si tienes ese nivel en una
playa no podría bañarse la gente. Si es local y de pocos
kilómetros no tendrá más trascendencia, pero hay que extender la
vigilancia", añade Gallego.
La existencia de una posible contaminación en el Pacífico ha sido
una preocupación de los ecologistas desde el principio del
accidente de Fukushima. Ayer, Greenpeace lanzó el tema como uno de
los asuntos que Tokio debe responder. "¿Cuánta radiactividad se ha
liberado al mar hasta ahora? ¿Está el Gobierno midiendo la
contaminación de peces y otras formas de vida marina?", se
preguntó la organización ecologista.
Los seis reactores de Fukushima ya tienen conexión eléctrica
Vuelve a salir humo de las dos unidades más problemáticas, la 2
y 3
J. REINOSO - Tokio - 23/03/2011 EL
PAIS
Los ingenieros japoneses continuaron avanzando ayer en el proceso
de estabilización de la central nuclear de Fukushima I y se
disponen a arrancar los sistemas de refrigeración, después de
haber logrado conectar sus seis reactores con líneas eléctricas.
Antes de dar este paso, que podría alejar el riesgo de una nube
radiactiva, tienen que comprobar que todos los sistemas funcionan
satisfactoriamente. La bomba de refrigeración de uno de los
reactores ya está funcionando conectada a la red.
Ayer volvió a salir humo de los dos reactores más problemáticos
(el 2 y el 3), en una nueva muestra de las dificultades a las que
se enfrenta el equipo de emergencia para controlar la central.
Tokyo Electric Power (Tepco), compañía que opera la planta, dijo
que el humo se había transformado posteriormente en vapor de agua.
La agencia de seguridad atómica japonesa afirmó que el vapor
procedía probablemente de la piscina de enfriamiento del
combustible nuclear usado del reactor 2. La Comisión Reguladora
Nuclear de Estados Unidos aseguró que la situación parece estar
cerca de ser estabilizada.
La crisis de la central de Fukushima, ha hecho surgir las dudas
sobre si los directivos de Tepco esperaron demasiado tiempo antes
de bombear agua de mar en los reactores para enfriarlos, tras
quedar averiado el sistema de refrigeración, porque sabían que
esto los inutilizaría definitivamente.
Según Tepco, las cifras de contaminación del agua no suponen
peligro para la salud. La empresa afirmó que habría que beber todo
el año ese agua para acumular un milisievert, cuando la gente
normalmente está expuesta a entre 1 y 10 milisievert al año como
consecuencia de las radiaciones normalmente causadas por
sustancias en el aire y el suelo.
El Gobierno ha dado orden de que se incrementen las inspecciones
de pescado y marisco, aunque muchos pueblos, puertos y barcos en
la costa nororiental de Japón resultaron destruidos por la
catástrofe, por lo que la industria está en gran parte paralizada.
La contaminación de agua y alimentos se ha convertido en un nuevo
campo de batalla para las autoridades, que han dicho a los
residentes de algunos pueblos cercanos a la planta atómica que no
beban agua del grifo porque han sido identificados altos niveles
de yodo radiactivo.
También ha prohibido el envío de leche y verduras desde la zona a
otras partes de Japón. China, Corea del Sur, Taiwán y Tailandia
han puesto en marcha controles para detectar si hay radiación en
los alimentos importados desde Japón.
El tsunami ahoga los sueños de 268.000 refugiados
El cataclismo deja en la miseria a varias provincias del noreste
- Cientos de miles de hogares siguen sin luz ni agua - Hay 9.079
muertos y 12.645 desaparecidos
JOSE REINOSO (ENVIADO ESPECIAL) - Tokio -
23/03/2011 EL PAIS
Yumiko Sasahara no podía imaginar que iba a vivir este mes de
marzo una catástrofe natural, que iba a situar a Japón, en algunos
aspectos, en una situación que parece más propia de naciones en
vías de desarrollo que de una de las economías más ricas del
mundo. Cuando el pasado 11 de marzo la tierra se sacudió sus
tensiones con una intensidad de 9.0 puntos en la escala Richter,
Sasahara, de 25 años, se encontraba durmiendo en la casa de sus
padres en Shiogama, una población situada unos 20 kilómetros al
norte de Sendai (capital de la prefectura de Miyagi) y a más de
300 kilómetros de Tokio. Estaba de vacaciones.
"Mis padres no han querido marcharse", se lamenta una
evacuada en Tokio
Muchos japoneses comienzan a cuestionar la energía
nuclear
Los vaivenes la despertaron con violencia. Eran las 2.46 de la
tarde (ocho horas menos en la España peninsular). En la vivienda,
se encontraban también su abuela y uno de sus hermanos. "Se fue la
luz. Intenté salir por la ventana, pero estaba bloqueada; intenté
salir por la puerta, pero también estaba encajada. Mi hermano vino
a buscarme. Desesperada, me lancé con el hombro sobre la puerta y
logré abrirla", cuenta, aún conmocionada, en un café junto a la
estación de tren de Shinjuku, en Tokio, a pesar de que ha pasado
ya más de una semana.
Minutos después, llegó su padre en coche, recogió a la familia y,
en medio de las alertas de tsunami, salieron huyendo hacia la
escuela de Shiogama. "Las alertas advirtieron primero de un
tsunami de tres metros, luego lo cambiaron a seis metros y
después, a 10 metros", dice. "La escuela se encuentra en un
terreno elevado, y desde allí vimos el maremoto".
Sasahara y su familia tuvieron suerte. No resultaron heridos, y
su casa no fue engullida por las aguas como lo fueron miles en
esta región devastada por el maremoto. Pero los días que siguieron
no los olvidará nunca. "La primera noche dormimos en el coche. No
había electricidad, no había agua, no había señal del teléfono
móvil, las tiendas se quedaron sin comida, era muy difícil
conseguir gasolina, teníamos que ir a recoger el agua para beber
con cubos, y no había para todos. La gente estaba muy asustada",
cuenta. En los hospitales, se acumulaban los heridos y faltaban
las medicinas.
La situación empeoró los días siguientes con las fugas
radiactivas en la planta atómica de Fukushima -que resultó dañada
por el terremoto y el tsunami- y el pánico a un cataclismo
nuclear.
Sasahara llegó el lunes pasado a Tokio tras un viaje de ocho
horas en autobús, camino de Yokohama, donde vive desde hace tres
años y trabaja en el sector turístico. Dejó atrás a sus padres,
que "no quieren irse" de su ciudad, y un paisaje de destrucción y
muerte, más corriente en lugares como Indonesia, Sri Lanka o
Pakistán, que en este país tecnológico capaz de organizar
maratones de robots.
Japón está acostumbrado a los terremotos. Y desde el 11 de marzo
todos los días ha habido réplicas. Ayer, a las 9.05 de la noche
(ocho horas menos en la España peninsular), el suelo volvió a
moverse en Tokio y los edificios se balancearon durante varios
segundos. El vaivén hizo soltar gemidos a los muebles e
interjecciones a algunas personas. A las 22.51, volvió a temblar.
Y a la 1.13 de la madrugada de hoy, se movió una vez más.
Cuando han pasado 11 días de la catástrofe, unas 268.000 personas
continúan evacuadas en refugios, 760.000 hogares siguen sin acceso
a agua corriente, y 221.000 están sin electricidad. El número de
fallecidos confirmados es de 9.079 y el de desaparecidos, 12.645.
Algunas de las principales carreteras que resultaron dañadas han
sido abiertas, y los trenes hacia el norte han comenzado a
funcionar.
La crisis desencadenada por el terremoto, el tsunami y las fugas
radiactivas en Fukushima han llevado a algunos ciudadanos a
cuestionar la conveniencia de que la energía nuclear suponga un
alto porcentaje de la capacidad de generación eléctrica del país,
alrededor del 30%. "La energía atómica no es segura", afirma Taro
Tanaka, un ingeniero informático, que dice que está preocupado
tanto por la posibilidad de que se produzca un nuevo gran
terremoto como por la radiación en el aire.
Son algunas de las dudas que invaden a los ciudadanos de una de
las naciones más ricas y avanzadas del planeta, como consecuencia
del mayor terremoto que ha sufrido Japón desde que comenzó a
registrar datos hace 140 años.
"Me siento muy triste por lo que ha ocurrido", dice Sasahara. A
continuación, apura su vaso de té con hielo, se coloca la
mascarilla sobre el rostro, y se dirige a la estación para tomar
el tren de regreso a Yokohama, arrastrando su maleta de ruedas. A
su espalda, deja un sentimiento de desolación.
El OIEA admite que desconoce la fuente de las radiaciones de
Fukushima
El agua de la piscina de residuos, cercana a la ebullición.- El
vicepresidente de Tepco visita un refugio de evacuados y pide
disculpas por la crisis.- El Gobierno mide la radiación en el agua
de mar
AGENCIAS | Tokio 22/03/2011
Los operarios que luchan por estabilizar la central nuclear de
Fukushima han logrado extender cables hasta los seis reactores de
la planta, en un nuevo paso para restaurar la electricidad en
todas las unidades y reactivar el sistema de refrigeración. Los
trabajadores retomaron la tarea después de que, como ya ocurriera
durante el día de ayer con los reactores 3 y 4, se vieran
obligados a suspenderla al salir humo de los reactores 2 y 3,
según la agencia Kyodo. Gracias a este nuevo
intento por recuperar el control se ha conseguido reactivar en una
de las salas de la central nuclear la iluminación, según han
anunciado algunos medios de comunicación nacionales. Los operarios
han dado así un paso más hacia la reactivación de los sistemas de
refrigeración de la planta para detener la radiación ya que una
fuente constante de luz ayudará a los trabajadores a arreglar los
instrumentos dañados por el terremoto y el tsunami. Aún así, lo
más preocupante es que todavía se detectan partículas radiactivas
que proceden de la central, aunque todavía no han conseguido
focalizar el origen, según ha admitido el portavoz del OIEA James
Lyons en una rueda de prensa en Viena. "Seguimos viendo radiación
procedente del lugar (...) y la cuestión es ¿de dónde procede
exactamente? ¿Viene de las vasijas de contención del reactor o de
las piscinas de las piscinas de combustible usado?", se ha
preguntado.
La situación de los reactores 3 y 4 de Fukushima es
todavía crítica
Por eso mismo la situación está lejos de estar controlada.
Mientras que el ministro de Industria, Banri Kaieda, ha reconocido
que el progreso en el cableado es una buena noticia, ha advertido
que la situación sigue siendo "extremadamente difícil". El
portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear, Hidehiko Nishiyama,
ha explicado que si se restablece la corriente eléctrica, la
situación de la planta será "visible", lo que permitirá a las
autoridades comprobar si las medidas actuales son suficientes. Ya
se ha conseguido en una de las salas. Pero falta todavía mucho por
hacer. Aunque también ha asegurado, según la agencia Kyodo, que es
poco probable que la situación empeore y se vuelva a producir una
fusión del núcleo.
Nishiyama ha informado a los periodistas de que es probable que
el aumento de las temperaturas en una piscina de residuos
nucleares, al borde de la ebullición, puede haber causado el vapor
que desde ayer ha emitido del reactor 2, y que aún sale en
pequeñas cantidades, según Associated Press. Sin embargo, ya no
sale humo del reactor 3. El funcionario ha advertido que si el
agua de la piscina se evapora y deja expuestos los residuos
nucleares, podría dar lugar a nuevas emisiones radiactivas.
Además, la compañía ha informado de que los daños causados en los
reactores 1 y 2 por el agua de mar tras el tsunami del pasado día
11 son mayores de los que se creía inicialmente. También preocupa
la posible contaminación del entorno marino, ya que durante los
primeros días de la crisis nuclear, los operarios utilizaron agua
marina en grandes cantidades en un intento desesperado por enfriar
los reactores, parte de la cual volvió al mar. Las autoridades
japonesas han comenzado a medir la radiación en la costa de ocho
localidades cercanas a la central, para lo que han enviado un
barco que tome muestras. Sin embargo, insisten en que los niveles
detectados, aunque más elevados de lo normal, son seguros "incluso
si se bebe durante un año", según el portavoz del Gobierno, Yukio
Edano. Mientras, Hideo Morimoto, el director de la Agencia de
Recursos Naturales y Energía, ha asegurado que la radicación del
agua marina se disipará y que no supone un riesgo para otros
países costeros.
Radiación en el mar de Fukushima
A pesar de estas informaciones positivas, Greepeace ha criticado
duramente al OIEA por haber omitido datos importantes sobre el
accidente de la central. "Según investigaciones de Greenpeace, el
OIEA no ha hecho pública una explosión de hidrógeno en la piscina
de combustible usado del reactor 4 en Fukushima, ocurrida la
semana pasada", ha asegurado la organización ecologista en un
comunicado difundido en Austria y Alemania, que asegura también
que el Foro de la Industria Atómica Japonesa (JAIF) calificó esa
explosión de "muy seria". Un portavoz del OIEA, Graham Andrew, ha
respondido a esas críticas con una queja por la poca información
que le llega de Japón, aunque no ha dudado en calificar también la
situación de "muy seria". "No hemos recibido información
confirmada por algún tiempo en relación con la integridad de la
contención de la unidad 1, así que estamos preocupados por conocer
su estado exacto", ha comentado. Además, Andrew ha matizado que
siguen detectando partículas radiactivas procedentes de la
central, aunque no han podido localizar su procedencia.
También se ha detectado radiación, a unos niveles 430 veces por
encima de lo normal, en el suelo a unos 40 kilómetros de la
central, según ha informado el Ministerio de Ciencia tras las
mediciones de ayer. El OIEA ha anunciado que se han detectado
materiales radiactivos, entre ellos yodo-131, cesio-134 y
cesio-137, en aguas de mar cerca de la planta nuclear japonesa de
Fuskushima. En
un breve comunicado , el Organismo no ha precisado la
cantidad ni la gravedad de la presencia de las partículas
radiactivas halladas en el mar. Sí ha recordado que obtiene esta
información de las autoridades japonesas, y que fue la compañía
Tokyo Electric Power (TEPCO) la que detectó los radioisótopos.
El vicepresidente de Tepco, Norio Tsuzumi, ha viajado hoy a la
prefectura de Fukushima, donde ha pedido perdón en persona a los
evacuados de un refugio en la ciudad de Tamura, donde se alojan
unos 800 residentes de la localidad de Okuma, situada a unos 10
kilómetros de la central. El sentimiento popular en la región es
tal que el gobernador de la prefectura, Yuhei Sato, ha rehusado
reunirse con directivos de la compañía. "Teniendo en cuenta la
ansiedad, el enfado y la exasperación de la gente de Fukushima, no
hay forma de que acepte sus disculpas", ha dicho.
La cadena NHK ha emitido imágenes del directivo
inclinándose ante los evacuados en señal de contrición. Los
desplazados han preguntado a Tsuzumi cuándo podrán volver a sus
hogares, y se han quejado de que ya no pueden ganarse la vida en
sus granjas. Tras la visita, el vicepresidente de la empresa que
gestiona la central ha declarado que entiende las peticiones de
los vecinos, y que lo único que puede hacer es continuar con sus
esfuerzos para tratar de solventar la crisis.
Pero no es lo único. La compañía compensará a las granjas
afectadas por el escape radiactivo por las pérdidas derivadas de
la prohibición de vender su productos, según el diario Financial
Times, que cita fuentes gubernamentales. Las declaraciones
de Edano sobre la intención del Ejecutivo de que la eléctrica
"asuma su responsabilidad" suponen la primera referencia directa
de un alto funcionario del Gobierno japonés a la obligación de
Tepco de reparar a las víctimas del accidente nuclear. Aunque
Edano ha precisado que si la compañía no es capaz de asumir
adecuadamente estas compensaciones, "el Gobierno, por ley, se hará
cargo".
Detectan en Islandia, Canadá y EE UU partículas radioactivas
Las partículas radioactivas han llegado ya a las costas de
Islandia, Canadá y EE UU. Los primeros en alertar del hallazgo han
sido fuentes diplomáticas islandesas, que han confirmado se han
detectado unas cantidades que podrían proceder de la central
nuclear japonesa. Aún así las mismas fuentes han aclarado que
estos pequeños restos de yodo, que han sido detectados por una red
de estaciones de observación internacionales y han atravesado el
océano Pacífico y llegado al Atlántico a través de Norteamérica,
son demasiado insignificantes para causar perjuicios en la salud
de las personas.
Canadá ha confirmado más tarde que sus autoridades han detectado
también un aumento de los niveles de radiación en la costa del
Pacífico del país aunque han añadido que el aumento es "mínimo" y
"no constituyen un riesgo a la salud".Lo mismo ha anunciado la
central de meteorología de Austria (ZAMG) sobre las costas
estadounidenses, al recibir la información de las estaciones de
medición de la Comisión del Tratado de Prohibición Total de
Pruebas Nucleares (CTBTO) de que habían registrado trazos de
radiación supuestamente procedente de la central nuclear de
Fukushima.
Los últimos datos enviados por la CTBTO -recogidos el 19 de
marzo- "revelan que trazos de radiación alcanzaron Hawai y Wake
Island, ambas (islas) en el Océano Pacífico, así como la estación
de medición en Charlotteville, en el estado de Virginia", en la
costa este de Estados Unidos, según explica la ZAMG en su informe,
que deja muy claro que Los valores medidos se sitúan muy por
debajo del límite considerado como un posible peligro para la
salud humana
Cables conectados
La buena noticia es que los trabajadores de Tokyo
Electric Power (Tepco), la empresa que opera la central, han
conseguido conectar cables a los reactores 3 y 4, los únicos que
faltaban después de que esta madrugada se lograra llevar el
cableado hasta el 1 y previamente a las unidades 2, 5 y 6, con lo
que podrán agilizarse las tareas de refrigeración y evitar así una
fusión parcial de sus núcleos, lo que supondría una nueva emisión
de partículas radiactivas a la atmósfera. Pero antes de restaurar
la electricidad, proveniente de sistemas de alimentación externos,
aún se debe revisar todo el equipamiento de los reactores para
evitar cualquier cortocircuito, según la cadena japonesa.
El objetivo de Tepco es restablecer los sistemas eléctricos en
algunas instalaciones clave como el equipo de medición de datos y
algunas funciones de la sala de control en los reactores 1 y 2
mañana, y en el 3 y el 4 el jueves, según el portavoz de la
Agencia de Seguridad Nuclear. Después del terremoto de pasado día
11, cuyo último balance de muertos se sitúa en 9.080 mientras que
13.561 personas se encuentran desaparecidas, los sistemas de
refrigeración de los reactores 1, 2 y 3 fallaron, y se cree que
sus núcleos se han fundido parcialmente. Bomberos y operarios han
bombeado grandes cantidades de agua en las piscinas de residuos en
el exterior de los reactores 3 y 4, que habían perdido su función
de refrigeración.
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