[Redcercana] Mas sobre la marcha al muro

[SOFIFISO en terra.es]

Hace muchos días que tengo escrito lo que abajo os envío, pero las 
cosas a hacer se acumulan y suelo dar prioridad a lo más urgente o que 
considero más importante.
Este debate abierto en la red me parece muy importante pero no tan 
urgente como para dejar otras cosas que sí lo son, entre otras, temas 
familiares que tienen que ver con necesidades concretas de personas 
cercanas.
Y además temo un poco a la dinámica que se crea, a veces, en internet 
cuando empezamos a debatir. Porque se pierde de vista que a todas nos 
interesa aprender, compartir, y no solo imponer nuestro criterio. Y 
esto último es lo casi siempre me parece.  

Os lo envío tal como estaba pensado antes del 2º texto de Idoia, al 
que de momento no he podido dar respuesta porque necesito asimilarlo:

Primero fueron las MdN de Madrid las que escribieron algo sobre el 
Sahara que me dejó un poco extrañada, pensativa… Enseguida llegó el 
texto de Idoia. A ella le contesté una nota personal sobre este tema y 
otra anterior que me había sido devuelta, sobre el tema vasco. Entre 
otras cosas le decía que está bien, a veces, dar motivos para la 
reflexión y a eso me invitaban sus palabras. Y quería hacerlo con mis 
mujeres de negro. Claro, siempre hay más cosas y hay debates que se 
empiezan pero siguen abiertos sin llegar a conclusiones claras en algún 
tiempo… Luego, antes de digerirlo, llegó el de Mariela. 
Se ve que nuestros ritmos son diferentes, y más a medida que nos 
hacemos mayores. Lo digo porque en mi caso el ritmo vital cada día es 
más lento, y no me disgusta. Pero tenéis que saberlo, para no 
malinterpretar. Yo necesito tiempo, especialmente para algunas cosas, y 
sobre todo para poder hablar desde mí misma una vez que recibo 
información nueva, propuestas, sugerencias… que me obligan a 
resituarme, es decir, a calibrar la idea que tenía sobre el tema en 
cuestión a la vista de las distintas visiones que recibo. Para, o bien 
moverme desde la posición anterior si las aportaciones me animan o 
convencen, o bien explicar/me las razones para no hacerlo. Creo que 
algo parecido nos pasa a todas, pero en esta ocasión me apetece hablar 
desde mí misma.
Quiero compartirlas con vosotras, sin más ánimo que intentar aportar 
algo más sobre todo lo dicho

Ya cuando invitamos a las mujeres saharauis al Enc. Inter. De 
Valencia, en Sevilla dimos muchas vueltas a todo lo que apunta Idoia, 
porque vimos que no íbamos a poder encontrar mujeres que no fueran 
portavoces – de una u otra forma – del frente Polisario, por muy 
feministas que se considerasen.
Lo que convinimos en aquel momento es que es muy difícil – por no 
decir imposible – que en la situación de precariedad en que viven estas 
mujeres, no se ponga en primer término, tanto para ellas como para 
ellos, la lucha por un – su anterior – territorio. Y ya sabemos, aunque 
no tal vez por experiencia propia, que cuando las necesidades básicas y 
primarias no están resueltas es difícil ocuparse en otras. Por muy 
urgentes o importantes que desde fuera se vean, las veamos.

También sabemos de la fuerza de las mujeres saharauis, y del 
matriarcado que sostienen en la precariedad de ese desierto sin 
condiciones para la vida cotidiana. Y entendemos (tendría que hablar en 
singular, pero a veces creo hablar en nombre de mi grupo por todo lo 
que hemos debatido esto anteriormente, así que se me escapa el 
plural…lo siento si alguna de Sevilla difiere de lo que digo y está en 
su derecho) que, a su modo y dentro de sus posibilidades, ellas llevan 
adelante su propia lucha como mujeres. Como pueden, con muchos 
esfuerzos desde luego, eso es seguro.

Estos razonamientos, y otros que ahora no sabría explicar brevemente, 
nos animaron a invitarlas a Valencia, venciendo, o guardándonos, 
nuestras reservas. Y lo hicimos especialmente  para intentar tender 
algún puente entre ellas y las marroquíes, desde la intimidad y casi el 
secreto para no ponerlas en aprieto ante sus respectivos poderes, pues 
sabemos las dificultades que pueden encontrar dentro de su propio país 
si toman iniciativas públicas de este tipo, especialmente las 
marroquíes.
En nuestra Red Internacional siempre se ha dado una gran importancia a 
la creación de puentes entre mujeres de diferentes etnias, religiones, 
países, etc. que el propio gobierno considera enemigas. Y por eso nos 
pareció que podíamos hacer algo al respecto. Los primeros pasos son los 
más delicados y difíciles y no todo el mundo debía verlos, bastaba con 
que se dieran. Romper el hielo, conocerse, reconocerse entre ellas era 
lo más urgente. 
Y no tenemos que forzar nada tampoco ahora, ellas sabrán cuándo y cómo 
pueden seguir haciendo su trabajo. Los procesos son de cada cual, ¿ 
quién soy yo para exigir nada a ninguna mujer, si ya me cuesta lo mío 
definirme y situarme…? Lo más que podemos es ayudar, servir de nexos si 
lo piden.

La petición que ahora nos hacen las mujeres saharauis de acompañarlas 
a la marcha contra el muro – otro más, sobre el que yo no tenía 
noticias porque creía que era puramente simbólico y no físico y minado, 
como ahora sé que es – es a Mujeres de Negro y es continuación del 
trabajo iniciado entonces, por nosotras. Es aquí, especialmente, donde 
me sitúo para decir que como tales debemos acudir.
Así es como lo siento.
Y si ellas se equivocan en su camino de construcción de la nación ( o 
lo que sea que hagan) saharaui, esa es su apuesta y su riesgo, yo no 
soy quien para cortarle el camino con consejos que parten de mi 
experiencia o mi reflexión. Ni siquiera a las hijas podemos ni debemos 
evitarles muchos errores que sabemos van a cometer, es su derecho a 
equivocarse. Y mira que duele verlas sufrir…

Con todo mi cariño
Sofía



Ahora también puedes acceder a tu correo Terra desde el móvil.
Infórmate pinchando aquí.