[Qui-deu-a-qui] el nostre mon no està en venda
Maria Antonia
mantonia en comb.es
Vie Dic 2 22:41:56 CET 2005
*Mundo: Nuestro mundo no está en venta*
¡Descarrilemos la conferencia de la OMC en Hong Kong!
Por el derecho de los pueblos a definir su propio modelo de vida
Insurge, 27 de noviembre.- Del 13 al 18 de diciembre, tiene lugar la VI.
Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en
Hong Kong. Este evento tendrá enormes repercusiones.
Después de seis años de luchas contra la OMC, importantes conflictos de
intereses entre los 147 estados miembros así como varios intentos de los
gobiernos y las grandes empresas multinacionales de "resucitar al herido
de muerte" luego de cada cumbre fracasada, podemos decir que la OMC no
tiene legitimación alguna para decidir sobre el futuro de la población
mundial.
Hoy las movilizaciones sociales en todo el planeta están marcadas por el
rechazo total a los valores económicos globalizados y a las
consecuencias derivadas de los acuerdos comerciales internacionales. Se
demanda una economía al servicio de la sociedad. Las clases populares,
los más golpeados por la miseria, se niegan a creer el discurso acerca
de los "enormes beneficios que el libre comercio otorgará a los pobres".
Las consecuencias directas de la "liberalización comercial" van desde el
desplome de los precios agrarios internacionales, a la inundación de los
mercados locales con productos de precios irrisorios eliminando la
subsistencia de millones de personas, a la destrucción de la
manufacturación artesanal y el empleo, hasta la privatización de las
fuentes energéticas y los servicios públicos (salud, educación, agua
potable, etc.).
Las recientes Directivas Europeas avanzan en esta línea. El derecho de
los pueblos a definir su propio modelo de sociedad y a implementar
aquellas políticas más acordes con su realidad y con sus objetivos de
bienestar humano, se está viendo socavado por un modelo único que
impulsa la privatización y mercantilización de todos los bienes y recursos.
A las personas se les niega el derecho a la vida y se les desposea de
sus libertades y su capacidad de decisión. Y la humanidad se enfrenta a
una crisis ecológica de gran magnitud a causa de nuestro modelo de
producción y consumo. Solo una minoría de los países "desarrollados" y
en especial los centros financieros y las grandes empresas
multinacionales son los únicos beneficiados del sistema comercial que
representa y profundiza la OMC.
Hacernos creer que el comercio internacional será el "motor para el
desarrollo" y decir que la liberalización que se pretende será
fundamental en la lucha contra la pobreza es una gran falacia. Ningún
país es estable sin una política tendente a fortalecer su propia
estructura económica y social interna ni olvidando los mecanismos de
redistribución de la renta y de equidad.
Ningún pueblo alcanza su bienestar si se los roban sus riquezas, si su
economía depende del exterior o su medio ambiente se deterriora. Las
organizaciones sociales, de agricultores, consumidores, ecologistas,
políticas, sindicales y ONGs para el desarrollo que firmamos este
manifiesto queremos expresar de nuevo nuestro rechazo a la OMC y al
proceso de fortalecimiento e imposición de sus decisiones no
democráticas en el mundo.
Es necesario situar a la OMC en su justo lugar, para situar también al
comercio internacional en su justo lugar. La historia de la OMC nos
permite decir que si sus consecuencias son desastrosas para la población
mundial y el medio ambiente, no existe ningún motivo para mantener su
existencia.
El comercio internacional, guiado hoy por los intentos de eliminación de
toda regulación y control de las reglas de intercambio, no soluciona la
pobreza y la exclusión que padece el 70% de la humanidad. Las políticas
de la OMC provoca desempleo y la erosión de bienestar social.
Teniendo en cuenta que las mujeres realizan más de la mitad del trabajo
en el campo, la industria y los servicios, sin embargo reciben una
remuneración mucha más baja que los hombres, son ellas quienes sufren en
mayor proporción la degradación de las condiciones laborales, la
desprotección y la precariedad.
Las organizaciones firmantes de este manifiesto, con nuestra trayectoria
y compromiso de años por un medio rural vivo tanto en el Norte como en
el Sur, queremos destacar de nuevo el terrible impacto que la OMC está
teniendo sobre los millones campesinas/os, ganaderas/os, pescadoras/es,
indígenas, y trabajadoras/es rurales sin tierra que hoy representan el
75% de los pobres del mundo.
En lugar de luchar contra la pobreza, la OMC a través de sus acuerdos
multiplica el hambre, las desigualdades y la exclusión de millones de
personas del acceso a bienes comunes y recursos productivos tales como
la tierra, el agua, los peces, las semillas, las tecnologías y el
conocimiento.
Lo que impide tener una vida digna y obliga a millones de personas de
emigrar del campo a la cuidad o a países lejanos, poniendo en riesgo su
propia vida. A eso se suman políticas migratorias que violan el derecho
a la libre circulación, el Convenio de Ginebra para la protección de
refugiados y la carta de las Naciones Unidas. En consecuencia se mueren
miles de personas en las fronteras al intentar conseguir una vida mejor.
De cara a la próxima cumbre en Hong Kong la OMC dividió los países del
Sur (quienes hace dos años se negaron en bloque a las imposiciones de la
UE y EEUU) y acordó tres temas básicos: La agricultura, los productos no
agrícolas o industriales (incluye pesca y productos forestales) y los
servicios.
Aunque la agricultura siga siendo el asunto primordial en la actual
ronda de negociaciones, por lo que respecta a la Unión Europea (UE) y a
EEUU el interés primordial es el de conseguir el mayor acceso al mercado
de los servicios y de los productos industriales para sus respectivas
multinacionales.
La Comisión Europea está dispuesta a utilizar la agricultura (que
representa tan sólo el 2% del PNB de la UE) como moneda de cambio,
perjudicando lo poco que queda de la agricultura familiar, si como
contrapartida los países empobrecidos abren sus mercados de productos
industriales y de servicios a los suministradores de servicios (que
producen el 71% del PNB de la UE) y fabricantes multinacionales.
Por todo lo anterior las organizaciones firmantes pedimos:
1. La paralización de las negociaciones comerciales de la OMC hasta
tanto no se efectúen unas evaluaciones sociales, laborales, ambientales,
económicas y de género de los acuerdos ya adoptados desde 1995.
2. Que las normas comerciales estén sujetas al respeto de los derechos
fundamentales de las/os trabajadoras/es frente a gobiernos o compañías
que intenten ganar una ventaja injusta en el comercio internacional con
la violación de las normas fundamentales del trabajo, consagradas en los
acuerdos de la OIT.
3. Que las normas comerciales estén sujetas al respeto del derecho a un
medio ambiente sano y limpio. No son negiociables ni mercantizables el
medio ambiente, las semillas, la biodiversidad, la sabiduría de los
pueblos indígenas, el agua o el aire.
4. En temas agrícolas:
- Que la agricultura y la alimentación salgan definitivamente de la OMC,
y que su tratamiento sea debatido en el marco de la FAO como organismo
específicamente destinado a estos temas por Naciones Unidas o en un
marco local donde decidan las comunidades campesinas.
- La elaboración de un Convenio Internacional por la Soberanía
Alimentaria como marco político orientador en el tratamiento de la
agricultura y la alimentación a nivel global.
- Que las comunidades campesinas y los gobiernos mantengan su derecho a
proteger, apoyar y promover sus sistemas locales de producción
agropecuaria, apoyados sobre un modelo de producción basado en la
explotación familiar sostenible, diversificada, destinada a abastecer
los mercados interiores (como forma de luchar contra el hambre) y
solidaria con el resto de los pueblos.
- A partir de las premisas anteriores, rechazamos que el acceso a los
mercados tal como se está planteando en estos momentos se convierta en
el tema central del debate agrario.
- La eliminación del dumping en las exportaciones agrarias. El principio
que debe regir cualquier acuerdo internacional agrícola es que ningún
producto pueda ser exportado a precios por debajo de sus costes reales
de producción.
- Reclamamos la necesidad de desarrollar un Plan de Rescate
Internacional de los precios de los productos básicos agrarios y de las
materias primas, que remuneren de manera justa el trabajo de millones de
campesinos y campesinas, pastores y pescadoras del mundo.
- Reclamamos la necesidad de políticas agrarias públicas en todo el
mundo que tengan entre sus prioridades la regulación del mercado y el
control de la producción. Rechazamos la actual Política Agraria Común
(PAC) de la UE.
Abogamos por una política agraria que asegure una producción agrícola
sostenible para el consumo doméstico con un mejor reparto social y
económico de las ayudas destinadas a las pequeñas y medianas
explotaciones sostenibles con el objetivo de mantener el mayor numero de
explotaciones agrícolas en Europa y frenar el despoblamiento del campo.
5. En lo que concierne al acceso de mercado de productos no agrícolas o
industriales (que abarca incluso materias primas, productos forestales y
de la pesca), denominado NAMA en la jerga de la OMC, que no se negocie
ninguna baja de las tarifas aduaneras, ya que UE y EEUU únicamente
quieren aumentar su cuota de exportación en sectores como electrónica,
material deportivo, bicicletas, productos químicos, calzado, joyas y
piedras preciosas, productos farmacéuticos y equipamiento médico,
materias primas y productos forestales y de la pesca.
Una nueva abertura de los mercados nacionales en los países del Sur
supondría la pérdida de empleos, el deterioro de las condiciones
laborales y el aumento de la pobreza.
6. No a la negociación de nuevos tratados relativos a inversiones o
competencia. Las inversiones privadas en cualquier país deben estar
sometidas a la legislación nacional en cada país, y ésta debería
impulsar en primer lugar la inversión y la industria locales, sometiendo
cualquier inversión a los criterios y principios del respeto ambiental,
la sostenibilidad y los derechos laborales.
Un acuerdo multilateral destinado a favorecer las inversiones sin tener
en cuenta lo anterior estaría aumentando la brecha entre Norte y Sur
dentro de nuestro planeta.
7. Una moratoria sobre el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios
(AGCS) y se rechaze el intento de la UE de acelerar la "liberalización"
de un mayor número de servicios, adoptando un nuevo esquema de
negociación complementario y multilateral mediante el cual los países de
la OMC se verían obligados a comprometer de manera simultánea un número
mínimo de sectores determinados, sobre una lista de aquellos
considerados más importantes (fundamentalmente los relacionados con las
infraestructuras: Electricidad, agua, gas, transporte,
telecomunicaciones, etc.).
Que se excluya a los servicios públicos del comercio internacional, se
prohiba las privatizaciones y así como promover convenios entre
entidades públicos para garantizar el acceso a los servicios esenciales,
como la educación, la salud, la electricidad o la provisión de agua
potable de todas las personas.
Son las autoridades públicas quienes deben garantizar la prestación de
todos los servicios públicos con calidad, participación y cercanía a la
ciudadanía.
8. Garantizar el derecho de las autoridades de proteger la salud pública
y de promover el acceso a los medicamentos para todos,
independientemente de la capacidad de producción local de cada país.
9. Una moratoria del Acuerdo General sobre Patentes de la OMC, que debe
oponerse a todas las patentes sobre la vida, ya sean sobre genes,
células o tejidos humanos, plantas, animales, microorganismos o
cualquier otra forma de vida.
La biodiversidad del planeta es un patrimonio de la humanidad que no
puede ser utilizada para generar beneficios privados, mediante la
apropiación de los conocimientos o recursos biogenéticos de las
poblaciones autóctonas, mediante prácticas de biopiratería y desplazamiento.
10. La obligación de los gobiernos de proteger a los agricultores que no
quieren cultivar, producir ni importar transgénicos y a los consumidores
que no quieren comerlos acogiéndose al principio de precaución.
Asimismo, debe ser aprobada una normativa eficaz que reconoce del
derecho de las autoridades locales y regionales de declarar su zona
libre de transgénicos, como estrategia de protección de su medio
ambiente y paisaje, su cultura y patrimonio, sus semillas y prácticas
agrícolas, su desarrollo rural sostenible y su futuro económico.
Exigimos normas claras sobre la trazabilidad, el etiquetado y la
publicidad de propiedades nutritivas funcionales o sanitarias de los
alimentos, así como de la posible presencia de ingredientes transgénicos
o derivados de ellos que asegure el derecho a la información y la
elección de los consumidores y usuarios sobre lo que adquieren o toman.
11. Que los países empobrecidos no se dejen intimidar o manipular, que
rechacen en bloque cualquier acuerdo en la OMC, no tienen nada que
ganar, pero todo que perder. Otra cumbre fallada abre la oportunidad de
reconducir la economía mundial en base de las necesidades de la sociedad.
Instamos a la ciudadanía y todas las organizaciones comprometidas con
una mundo más justo a sumarnos a las movilizaciones que a nivel global
tendrán lugar durante el tiempo que transcurrirá hasta la VI Conferencia
Ministerial de la Organización Mundial del Comercio en Hong Kong entre
los días 13 y 17 de diciembre.
Nos solidarizamos con las personas y comunidades de todos los
continentes que luchan contra la OMC y los acuerdos comerciales
regionales, bilaterales y multilaterales.
Primeras firmas de organizaciones adherentes: Picu Rabicu.Arcu la Vieya.
Cambalache. Ecologistas en Acción. COSAL, Soldepaz.Pachakuti. Las
organizaciones que quieran adherirse a partir de este momento enviar un
correo a: soldepaz.pachakuti en nodo50.org.
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