[LaCrisi-paguinElsRics] RV: sobre las huelgas de Francia: hojas de Solidaires y entrevista Cgt de Francia

josep xarxa cobas 933002939 en telefonica.net
Lun Oct 18 16:12:14 CEST 2010


Una aclaración sobre lo que llamamos huelga “reconducible”:
Primero, según la ley francesa, la sindicalización, así como la
participación en las huelgas, son asuntos individuales: cada uno puede
decidir si participa o no.
En este contexto, la “huelga reconducible” es una forma de huelga que
experimentamos en el movimiento del 95.
Consiste en que en vez de que la huelga la convoquen las dirigencias, se
decide en cada centro de trabajo. La asamblea general de huelguistas se
reúne a diario, y vota en pro o en contra de “reconducir”, o sea continuar
la huelga para el día siguiente.
Este sistema presenta dos ventajas esenciales: primero es lo más
democrático, pues son las bases quienes deciden; segundo, en un movimiento
prolongado, permite evitar que la huelga se vaya deshilachando poco a poco,
pues la decisión de continuar o terminar es colectiva, y para la moral de la
gente, eso resulta esencial.

La Huelga Interprofesional y nacional por la retirada del proyecto de ley
sobre jubilación  Número 1 – 11 de octubre de 2010.
 Tras las jornadas de huelga de los 27 de mayo, 24 de junio, 7 de
septiembre, 23 de septiembre, 2 de octubre, estamos en una nueva fase,
determinante, de esta lucha social. A partir del 12 de octubre, un
movimiento reconducible se amplia en toda Francia y va a tocar a todos los
sectores profesionales.
 La Unión sindical Solidaires brinda su apoyo a las huelgas que se están
dando, así como a las que decidirán las Asambleas Generales de asalariad en s
desde mañana.
 CFDT, CFTC, CGT, FSU, UNSA, y por supuesto Solidaires se pronuncian
claramente por “celebrar Asambleas Generales y organizar consultas unitarias
de l en s asalariad en s en sus centros de trabajo” con el fin de “definir
democráticamente el ritmo, las formas y la continuación de la acción”.
 La huelga se construye, en las bases, en los ramos profesionales y las
localidades
 Los llamados unitarios a un movimiento de huelga interprofesional se han
multiplicado en los días pasados, ampliando de manera considerable las
primeras iniciativas de la Unión sindical Solidaires y de algunos sectores
de la CGT.
 Los sindicatos Solidaires, CGT, FSU, FO, CFDT, UNSA… se lanzan en la huelga
reconducible en las refinerías, las Colectividades Territoriales, los
transportes urbanos, aéreos y marítimos, en la RATP (transportes parisinos),
la SNCF (ferrocarril), en la Educación Nacional, el Ministerio de Finanzas,
el Ministerio de Cultura, La Poste (Correos), France Telecom, la Seguridad
Social, Electricidad de Francia (EDF), Gas de Francia/Suez, en el Ministerio
de Medio Ambiente y Fomento, el de Trabajo, el de Transportes, en los
Hospitales, en el sector audiovisual, los Bancos, la Meteorología, en las
empresas de Metalurgia, de Comercios, Servicios, Industria química,
Prevención y Seguridad, Construcción, Limpieza… Numerosas Uniones
Departamentales interprofesionales apoyan estos llamados a huelga.
 La prioridad: ¡todos y todas en huelga y en las marchas el martes 12!
 La reconducción de la huelga y su ampliación serán posibles a partir del
éxito del día 12. Millones de huelguistas y manifestantes en toda Francia el
martes que viene, esto es lo que nos permitirá, en las Asambleas Generales
del martes y el miércoles, decidir la continuación del movimiento hasta la
retirada del proyecto de ley. Cada un@ de nosotr en s puede participar en esta
lucha social: primera etapa el día 12, acudiendo a las marchas, y luego
decidamos la huelga en todos los lugares en que resulte posible, propongamos
acciones que permitan a tod en s juntarse en la lucha.
 Para perder menos dinero: la huelga reconducible
 Algunos días de huelga para no perder años de tiempo libre, eso sí que
merece la pena ¿no?
La huelga cuesta dinero: eso es innegable. Pero la implementación del
proyecto de ley ¡nos ha de costar mucho más! De manera directa, a través de
las pensiones de jubilación drásticamente reducidas, y de manera indirecta,
pues una derrota social en este terreno dejaría la puerta abierta a nuevos
atropellos. Para ganar más, hay que luchar de la forma más eficiente
posible: para la Unión sindical Solidaires, ya ha llegado la hora de una
huelga reconducible, que no nos saldrá más caro que unas huelgas aisladas y
nos permitirá ganar.
 Un movimiento cada día más fuerte: ahora franqueamos un umbral y ¡vamos a
ganar!
 Las jornadas de los 7 de septiembre, 23 de septiembre, 2 de octubre han
juntado cada una a cosa de 3 millones de personas: ¡es más que durante el
movimiento de noviembre y diciembre de 1995! Y l en s marchistas no son l en s
mism en s de una mani a otra: existe un rechazo muy masivo de este proyecto de
ley, una voluntad de imponer otro reparto de las riquezas. Ahora ya le toca
a la huelga interprofesional reconducible y ¡vamos a ganar!
 Hagamos circular la información
Hacer circular una información veraz es determinante para el éxito de la
huelga. Lo hace Solidaires a través del rubro “¡Acción!” de su página web:
http://www.solidaires.org/rubrique365.html . Enviad la información a
contact en solidaires.org <mailto:contact en solidaires.org>   para alimentarla,
así como este boletín diario.
 La Huelga Interprofesional y nacional por la retirada del proyecto de ley
sobre jubilación  Número 2 – 12 de octubre de 2010.
 Jornada decisiva,  la de este martes 12 de octubre: la importancia de la
participación en la huelga, el que abarque numerosos ramos profesionales, la
participación masiva en las marchas, van a permitirle al movimiento
instalarse en lo duradero, ampliarse, reforzarse… y ganar el abandono de ese
proyecto de ley reaccionario.
 ¡La huelga arrancó de lo lindo! Algunas refinerías, algunos puertos, ya
están bloqueados desde hace varios días. La semana pasada, en varias
empresas y servicios, l en s asalariad en s han votado a favor de la huelga
reconducible a partir del día 12. Hoy, el movimiento se anuncia fuerte en
muchos sectores.
 Un gobierno acorralado
 Zarandeado por llamados a la huelga reconducible, el gobierno alinea
mensajes contradictorios: hace algunos días, pretendía que había “hecho
concesiones”, en especial para las mujeres. Todas las centrales sindicales
volvieron a afirmar que las pequeñas modificaciones operadas en el proyecto
de ley no respondían en absoluto al problema planteado, no arreglaban nada
las desigualdades sufridas por las mujeres. Como fracasó tal diversión,
cambio de tono el pasado fin de semana: “no cambiaremos nada”… Pero si eso
ya lo sabemos desde hace semanas: el gobierno y la patronal no quieren
retroceder por las buenas, la apuesta consiste en imponérseles que lo hagan
por un movimiento social de mucha amplitud.
 ¡No, no es obligatorio trabajar más!
 Durante meses, la propaganda repitió que “ya que vivimos más viejos, es
normal trabajar más tiempo”. Se trata de una afirmación estúpida. Primero,
porque si vivimos más tiempo, se debe en parte a que el tiempo de trabajo
disminuyó; alargarlo mediante una postergación de la edad para jubilarse
produciría el efecto inverso. Segundo, la cuestión verdadera es saber qué
proporción de la riqueza colectiva del país dedicamos a las pensiones: con
los cientos de miles de millones regalados a los banqueros, los accionistas,
los rentistas (“paquete fiscal”, “nichos fiscales”, exoneración de cuotas
sociales, etc.), existe ampliamente lo suficiente para deshacer las
contrarreformas de 2007 (regímenes especiales), 2003 (Función pública) y
1993 (régimen general), y satisfacer las demandas sindicales sobre la
disminución de la penibilidad del trabajo, su compensación, una verdadera
igualdad entre varones y mujeres, etc.
 A tod en s nos concierne
 La contrarreforma se aplica a tod en s l en s asalariad en s: régimen general,
régimen de la Función pública, regímenes especiales. Por tanto es natural
que luchemos tod en s junt en s, aunque las medidas se apliquen según agendas un
poco distintas. No repitamos el error de 1993: las y los asalariados del
sector privado habían sido lo únicos atacados en un primer tiempo, y la
ausencia de una respuesta unitaria había permitido al gobierno aplicar su
plan, y luego acometer a la Función pública en 2003, y a los regímenes
especiales en 2007.
 ¡Seremos millones y volveremos si hace falta!
 Sin lugar a dudas, las marchas que se van a dar hoy día en toda Francia van
a agrupar a millones de personas. Una nueva jornada de marchas ya se ha
fijado para el sábado 16. Entre tanto la huelga se va a arraigar en el país.
Los sectores que decidan la reconducción desde hoy van a permitir a otros
que se junten al movimiento y lo ensanchen. Dentro de un mismo sector
geográfico, mañana, habrá empresas en huelga y otras que no todavía:
¡organicemos discusiones entre tod en s, para ampliar el movimiento!
 La huelga es de quienes la hacen
Las Asambleas Generales representativas son el lugar donde se debate la
continuación del movimiento. Eso sí, claro, para estar en situación de
decidir, hay que ser lo suficientemente numerosos, representativos de l en s
asalariad en s. En todos los centros en que sea posible, como lo dicen las
organiaciones nacionales CFDT, CFTC, CGT, FSU, UNSA, y por supuesto
Solidaires, fomentemos “la celebración de Asambleas Generales y la
organización de consultas unitarias de l en s asalariad en s en su centro de
trabajo” para “definir democráticamente el ritmo, las formas y la
continuación de la acción”.
Más de tres millones y medio de manifestantes.
3000 en Ancenis, 10 000 en Valenciennes, 2300 en Châteaubriant, 25 000 en
Saint Nazaire, 12 500 en Epinal, 40 000 en Le Mans, 60 000 en Rennes, 33 000
en Toulon, 4500 en Draguignan, 4000 en Fontenay le Vicomte, 20 000 en La
Roche sur Yon, 50 000 en Clermont-Ferrand, 1400 en Sablé, 95 000 en Nantes,
4500 en  Gap, 3200 en Manosque, 3500 en Digne, 12 000 en Annecy, 55 000 en
Caen, 3500 en Lisieux, 15 000 en Besançon, 70 000 en Chambéry, 3200 en Vire,
11 000 en Chartres, 9000 en Auch, 12 000 en Bourges, 7000 en Vierzon, 55 000
en Le Havre, 10 000 en Dieppe, 75 000 en Ruán, 15 000 en Châlons sur Saône,
130 000 en Burdeos, 7500 en Mâcon, 3000 en Le Creusot, 2000 en Paray le
Monial, 2000 en Autun, 10 000 en Charleville, 18 000 en Albi, 16 000 en
Brive, 12 000 en Tulle, 3000 en Ussel, 4500 en Castres, 11 000 en Metz, 140
000 en Toulouse, 5000 en Chalons, 15 000 en Reims, 40 000 en Saint Brieuc,
12 000 en Lannion, 5500 en Dinan, 5000 en Guingamp, 32 000 en Nîmes, 12 000
en Alès, 33 000 en Tarbes, 25 000 en Limoges, 16 000 en Foix, 8000 en
Quimperlé, 20 000 en Amiens, 5500 en Cholet, 2500 en Saumur, 11 000 en
Carcassonne, 10 000 en Belfort, 12 000 en Dunkerke, 35 000 en Aviñón, 40 000
en Saint Malo, 230 000 en Marsella, 4500 en Colmar, 10 000 en Mulhouse, 33
000 en Orléans, 8000 en Montluçon, 70 000 en Montpellier, 28 000 en
Estrasburgo, 30 000 en Lille, 72 000 en Grenoble, 4000 en Sens, 9000 en
Auxerre, 45 000 en Lyon, 330 000 en París… y también marchas en Bagnols sur
Cèze, Clisson, Tournus, Melun, Haguenau o Falaise… No son más que algunos
ejemplos entre los centenares de marchas que se dieron el martes 12 de
octubre en toda Francia.
 ¡Es más aún que el 2 de octubre! Y es mucho más que lo más fuerte de la
huelga de 1995 que puso en jaque al Plan Juppé. El movimiento comenzado hace
seis meses perdura y se arraiga en el país, lo apoya una enorme mayoría de
la población. Cada un@ cae en la cuenta de que la contrarreforma
gubernamental sólo apunta a bajar las pensiones, a acatar los deseos de la
patronal y los mercados. El gobierno, encerrado en su torre de marfil, no
quiere ver ni entender nada del enojo social que retumba por todo el país.
Sí, esta reforma, aun votada en la Asamblea Nacional y el Senado, permanece
profundamente injusta: ¡debe retirarse!
 Huelga reconducible ¡ahora!
El día 12, el número de huelguistas ha sido muy alto, en la Función pública,
en el sector público, en las empresas del sector privado. Numerosas
Asambleas Generales de asalariad en s han decidido reconducir la huelga:
* Huelgas reconducidas en las refinerías
* Huelgas reconducidas en la SNCF (ferrocarriles)
* Huelgas reconducidas en los transportes urbanos (París, Marsella, buses de
varias ciudades)
* Huelgas reconducidas en diversos servicios de varios ministerios (Cultura,
Finanzas, etc.)
* Huelgas reconducidas en numerosas Colectividades Territoriales
* Huelgas reconducidas en la Educación Nacional
* Huelgas reconducidas en las terminales metaneras de los puertos, en las
centrales nucleares, en la distribución de electricidad     y gas de varias
ciudades
* Huelgas reconducidas en varios servicios de Correos
* Huelgas reconducidas también en otros ramos, de manera desigual según los
departamentos

La Unión sindical Solidaires llama a ampliar y reconducir la huelga
 Ya no queda tiempo para perder: ahora es cuando hay que ampliar y endurecer
el movimiento para ganar. Numerosos llamados unitarios han sido lanzados en
este sentido en ramos profesionales y departamentos.
 La Unión sindical Solidaires llama a celebrar asambleas generales, a
ampliar el movimiento, a reconducir la huelga donde sea posible, a
desarrollar los vínculos interprofesionales y las solidaridades entre l en s
asalariad en s de los distintos ramos movilizados, y a preparar la nueva
jornada nacional de marchas del sábado 16 de octubre para encontrarnos de
nuevo tod en s en la calle por millones.
 ¡Es el bloqueo del país lo que hay que organizar para imponer la retirada
de esta contrarreforma injusta!

 Entrevista con Didier Le Reste, secretario general de la CGT-ferroviarios
"Tenemos enfrente a un Gobierno reaccionario, revanchista e intransigente"
Toda Europa está acostumbrada a ver con regularidad huelgas que paralizan
por completo Francia, y parecen huelgas generales. La causa es la
importancia de la compañía nacional de trenes, la SNCF, y el poderío en ella
del sindicato progresista Confederación General del Trabajo (CGT). Ese
sindicato tiene una larga tradición de lucha, que remonta a la huelga
insurreccional contra los nazis, en 1944. También tiene un peculiar número
uno: Didier Le Reste, secretario general de la CGT-ferroviarios.
Le Reste es un revisor, a punto de jubilarse, que reúne dos características
que le hacen único. Por un lado, representa el sindicalismo a la antigua, el
que enraíza su fuerza en la organización y la disciplina como en los mejores
tiempos del modelo social francés, del que el estatuto de los ferroviarios
es, precisamente, locomotora. Por otro, Le Reste es el único sindicalista
que puede jactarse de haber derrotado ya a Nicolas Sarkozy. En otoño de
2007, cuando el actual presidente era un hombre triunfante seguro de poder
romper con todo, se partió el espinazo contra la huelga inteligentemente
organizada por este tipo bajito y simpático.
Hoy los ferroviarios CGT están en huelga, pese a que ya salvaron sus
envidiables pensiones propias. Le Reste, número uno de esa fuerza, explica
las claves de aquella victoria, cómo los ferroviarios en huelga jugaron con
las ambigüedades de Sarkozy, con su dualidad entre platós de televisión y
los bastidores.
¿Diría usted que el movimiento se amplifica y está cerca de la victoria?
Hay cada vez más gente en la calle, y cada vez más paros en empresas
privadas y públicas. La protesta se instala, para una larga duración, y los
sondeos dicen que en torno a un 70% de la población está contra la Reforma
Sarkozy, y que en torno a un 60% desea que el movimiento prosiga. Los
sindicatos tenemos la responsabilidad de conducir el movimiento. Respecto a
la victoria, déjeme decir que a cada día, su afán, o que cada día sale el
sol, se vea o no (A chaque jour suffit sa peine). No voy a hacer de hombre
del tiempo de la meteorología social. La partida va a ser dura y difícil
porque tenemos enfrente un Gobierno reaccionario, revanchista e
intransigente. Febril. Con el jefe de Estado, tiene tendencia a responder
con represión, en vez de avenirse a razones y escuchar a la opinión pública
mayoritaria que está diciendo que hay que parar esta reforma, porque es
injusta socialmente, ineficaz económicamente y brutal en como es conducida.
Su salida es abrir negociaciones sobre el futuro de las jubilaciones. Que
busquen otras fuentes de financiación para las pensiones, en vez de castigar
siempre el bolsillo de los asalariados.
Esta huelga es diferente de otras anteriores de Francia. Los ferroviarios y
el sector público no son punteros ¿Es una sorpresa para usted, o lo ha
organizado?
En Francia, menos del 10% de los asalariados están afiliados a un sindicato
y paradójicamente aquí los sindicatos sabemos llevar adelante movimientos de
la amplitud que estamos viendo. En este movimiento hay una agregación de
problemas, de ahí su fuerza y el apoyo de la opinión. La gente está
diciendo: ¡Basta! No aceptan que la edad legal de jubilación tenga que subir
de 60 a 62 años, y la edad de jubilación con el 100% de 65 a 67. Algo que
luego han puesto en paralelo con los escándalos de este verano, cuando el
Caso Bettencourt puso sobre el tapete la connivencia del poder con las
fuerzas del dinero. En paralelo con los cinco millones de franceses
excluidos del trabajo, y con los siete millones de franceses bajo el nivel
de pobreza.
Sí, pero había que organizar esa cólera en forma de inteligencia colectiva,
coordinarla ¿Es lo que hace la intersindical?
Sí
Vemos por ejemplo que, frente a las cargas de la policía contra los piquetes
que bloquean depósitos de carburante, la respuesta no es violenta, sino ir a
buscar otros depósitos que bloquear y amplificar el movimiento a camioneros
¿Es decisión de la intersindical?
Absolutamente, sí.
¿La intersindical está en una lógica de organizar una resistencia?
Eso es. Desde la llegada de Sarkozy al poder estamos en una lógica de
resistencia y de conquista. Las dos. En el movimiento actual, los sindicatos
con toda su diversidad, saben que Sarkozy no es el último que fomentará
golpes bajos y buscará crear condiciones de caos. O sea que no caemos en esa
trampa. Ya en 2007, cuando Sarkozy intentó 'reformar' en quince días los
regímenes especiales de jubilación, especialmente el de los ferroviarios, él
esperaba que fuéramos con orejeras hacia la huelga ilimitada, es decir hacia
un muro. No le hicimos ese regalo. Estamos razonando un movimiento pacífico
que permite poner la respuesta social a la altura del ataque que sufrimos.
El Gobierno tiene tendencia a reprimir a jóvenes y a trabajadores que
bloquean, y eso lleva a la radicalización. Pero la opinión ve el juego, ve
que es la única respuesta del poder a millones de manifestantes y a sondeos
que le son desfavorables. Por eso la situación actual ya es contraproductiva
para Sarkozy. Independientemente de la salida de este conflicto social. La
mayoría conservadora ya tiene un problema político que va a durar.
¿Qué le inspira el comportamiento de la juventud en este conflicto?
Hay algo que es poco conocido. Cuando se dice juventud en Francia, hay que
pensar una cosa. La mitad de los bachilleres y los universitarios trabaja
para financiar sus estudios. Los estudiantes también son trabajadores, y
también cotizan para su jubilación. O sea que no es nada anormal, e incluso
es algo muy sano, que se interesen por su futuro. El Gobierno les dice que
esta reforma les toca, porque sería para garantizar sus propias pensiones
por reparto solidario. Es una falsedad. O sea que los jóvenes tienen toda la
razón de entrar en el movimiento. Lo mejor es que lo hagan en el marco de
sus propias organizaciones sindicales de estudiantes. Y hay convergencias
entre nuestros sindicatos y los suyos. Nosotros no les decimos lo que tienen
que hacer, pero sí tenemos muy estudiado el proyecto Sarkozy, y les podemos
detallar lo que esconde en el fondo.
Los ferroviarios hacen huelga a un nivel menor que en otras ocasiones ¿Cómo
lo explica?
Lo cierto es que la cuestión del poder adquisitivo y de los días de huelga
ya descontados pesa, pesa sobre todos los movimientos. Pero sobre todo tenga
en cuenta que no es lo mismo que una huelga 'milimetrada', de un sólo día.
Esas dan tasas de participación en la compañía ferroviaria del orden del
80%. Cuando son largas y reconducibles, es normal bajar a entre el 20% y el
40% de participación. Los ferroviarios han entrado en un movimiento
interprofesional. Prefieren mirar qué hacen los camaradas de la
electricidad, la química, correos, transporte... Lo que estamos haciendo en
la SNCF es que tenemos ciertos servicios que, por ejemplo, han decidido
parar parcialmente, o sólo ciertos días de la semana. Otros, por ejemplo los
talleres de mantenimiento y los servicios administrativos, decidieron cesar
la huelga, para volver a arrancar el lunes. Construimos la acción para que
dure.
Es decir que si hace falta más semanas y semanas de huelga, quedan reservas.
Sí, claro. Mire lo que pasó el viernes. Los ferroviarios salieron de las
estaciones y de sus talleres para ir a manifestar con otros asalariados, y a
repartir pasquines en centros comerciales. Son solidarios con otros
empleados, especialmente con los empleados precarios, que no tienen la
posibilidad real de expresarse con huelgas.
En otoño de 2007, la huelga dura de los ferroviarios paró el recorte de sus
pensiones, en el fondo, a cambio de una victoria aparente, en superficie
¿Cuál fue la clave de ese éxito?
Sí, fue un buen ejemplo. Sarkozy, candidato en campaña, martilleó con los
ferroviarios de la CGT. ¡Conseguía que nos abuchearan en sus mítines!
Siempre dijo que, si tomaba el poder, se ocuparía de nosotros. Al llegar al
poder, enseguida lanzó dos supuestas grandes reformas que nos estaban
destinadas. La primera, el servicio mínimo en los transportes públicos.
Quería un servicio completo a las horas punta, y requisición de personal. No
coló, porque organizamos 80 manifestaciones en todo el país y nos
explicamos. Luego, exigió recortar nuestros regímenes especiales de
jubilación en quince días por decreto. Lanzamos la batalla, de forma
decidida, pero inteligente. Y al cabo de diez días de huelga obtuvimos que
todo se transformara en una negociación tripartita
sindicatos-gobierno-patronal. En trenes, negociamos durante 18 meses. Al
término, hay una reforma, pero no es la reforma que quería Sarkozy. El
Senado acaba de reconocer en un informe que lo que obtuvimos es más de lo
que cedimos. Algunos parlamentarios conservadores están muy enfadados, y se
estiman engañados por Sarkozy.
¿A qué edad se jubilan ustedes, los ferroviarios franceses?
Sigue existiendo nuestro régimen especial. Un maquinista puede jubilarse a
los 50 años, y a los 52 puede aspirar al 100% de su pensión de base. Un
agente puede irse con el 100% a los 57. Y, por otra parte, obtuvimos
compensaciones que mejoran el cálculo de la pensión. No ganamos en todo,
pero sí en varios puntos. Por ejemplo perdimos en que ahora la
revalorización anual de las pensiones de los ferroviarios se hace sobre el
coste de la vida, y no sobre los salarios de los activos. Eso no es bueno.
¿Sería posible una salida ahora como la que existió en 2007 -victoria
aparente para Sarkozy en los platós, y reforma de fondo negociada e
interesante, entre bastidores para ustedes?
Esa imagen es correcta. El primer logro de nuestra huelga de otoño de 2007,
fue zapear a Sarkozy de la televisión. Se abstuvo de salir. La estrategia de
este Gobierno es ante todo las apariencias. Y cuando se mira en detalle, hay
una gran diferencia entre esas apariencias y la realidad.
¿Cuál sería una reforma de pensiones justa, eficaz y útil para usted en el
contexto económico mundial?
En nuestro país, el objetivo es garantizar el futuro de las pensiones por
solidaridad entre las generaciones, el régimen que nació con el Consejo
Nacional de la Resistencia, algo que Sarkozy intenta romper. Hay que tener
en cuenta la clave demográfica: 13 millones de jubilados hoy, unos 18
millones en 2020, y un horizonte en el que, efectivamente, puede haber 1,2
activos por jubilado. Por lo tanto se plantea la cuestión de financiar las
pensiones. La reforma Sarkozy quiere exigir el 85% de ese esfuerzo a los
asalariados--21.000 millones de euros por año-- , fundamentalmente por la
vía de endurecer las condiciones de acceso a la pensión, y que por lo tanto
baje su nivel. ¡Es injusto! Después, es además ineficaz, porque se habla ya
de nuevos déficits y nuevas 'reformas' en 2018. Esta reforma no es la buena,
no es democrática y no ha sido negociada. Nosotros dijimos al Gobierno que
había que negociar. Pero prefirió no hacerlo, para dejar fuera completamente
a los que son los tres grandes ausentes de esta reforma: la política
salarial, la política de empleo, y la contribución del capital a la
solidaridad. Cojamos la política de empleo. En Francia, sólo el 38,5% de la
gente entre 55 y 64 años de edad tienen trabajo, y la gente empieza a
trabajar más tarde que en la mayoría de países de Europa. Eso quiere decir
que sólo hay cotizaciones realmente masivas entre 30 y 55 años de edad. Hace
falta otra política de empleo. Si se crea un millón de puestos de trabajo,
automáticamente hay 5.000 millones de euros de protección social
suplementaria por año. Contribución del capital: El Tribunal de Cuentas ha
dicho que si se somete a cotización todas las rentas que hoy escapan,
automáticamente habría 10.000 millones suplementarios por año. Exoneraciones
de cotizaciones de la patronal cuesta 32.000 millones al año, es decir la
totalidad del déficit de pensiones previsto el año que viene. La CGT dice
que hay que revisar todo eso, someter la riqueza financiera a la misma
presión fiscal que el trabajo. Y, además, es necesario integrar en la base
de cálculo de las cotizaciones el incremento de la productividad. Hay muchas
posibilidades. Pero el Gobierno no quiere negociar. Quiere pasar por la
fuerza, con su propuesta liberal.
Las supuestas reformas de pensiones con esos mismo parámetros de Sarkozy
florecen por toda Europa como champiñones. ¿Qué aconsejaría a los
movimientos sociales de otros países?
Es cierto que es un enfoque europeo. Sobre todo porque son los mercados
financieros, vía las agencias de notación, quienes empujan a los Estados a
reformar los regímenes sociales, sobre todo las pensiones. La reforma actual
de Francia no es para garantizar las pensiones públicas, es para enviar
señales a la finanza. Por eso yo lo que sugeriría a mis camaradas
sindicalistas europeos, por ejemplo españoles, es anticipar. Imponer
negociaciones que abran el debate, no sobre las únicas propuestas de la
patronal y del Gobierno, sino también sobre nuestras propuestas. Los
sistemas actuales no son buenos, porque empobrecen a los jubilados. Los
Gobiernos van a acelerar con propuestas malas, reaccionarias e injustas a
causa de la crisis del capitalismo. Van a intentar pasar por la fuerza con
la matraca, como en Francia. La responsabilidad está en el campo del
movimiento social.
Si es un problema de modelo ¿las pensiones justificarían una revuelta de
tipo insurreccional?
Mire: Cada 10 de mayo, los ferroviarios CGT vamos con los militares al Arco
del Triunfo de París a conmemorar la huelga insurreccional de 1944, decisiva
para liberar París de los nazis. Los ferroviarios se declararon en huelga y
cogieron las armas. Hoy tenemos un movimiento social importante de fondo,
que ya plantea un problema político al poder. Pero no vamos a caer en las
trampas que nos tienden. En las manifestaciones ya somos vigilantes respecto
a ciertos provocadores gamberros, que estarían siendo pagados para infiltrar
las marchas.
Fuente:
http://www.publico.es/internacional/341883/-tenemos-enfrente-a-un-gobierno-r
eaccionario-revanchista-e-intransigente
<http://www.publico.es/internacional/341883/-tenemos-enfrente-a-un-gobierno-
reaccionario-revanchista-e-intransigente>



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