[Ecoseny.Actualitat] Ecologia industrial, la contra

angelsvendrell a moviments.net angelsvendrell a moviments.net
dij set 23 08:30:32 CEST 2010


Roland Clift, experto en ecología industrial; miembro del Consejo Asesor
del Reino Unido"Si quiere ser ecológico: camisas de nailon"IMA SANCHÍS  -
23/09/2010
Tengo 67 años. Nací y vivo cerca de Londres. Tengo pasaporte canadiense y
británico. Vivo con mi mujer, mi loro y mi nieto (13). El sistema político
en Europa ha fracasado, sufrimos la deficiencia democrática. Me gusta la
disciplina budista, pero lo de la reencarnación me cuesta
Despachaba usted con la reina... 

Sí, los miembros de la comisión real para el Medio Ambiente están elegidos
por la reina. 

¿Preparó algún informe memorable? 

Uno que hice hace diez años que la convenció, y ella al gobierno, de
tomarse en serio el cambio climático. Lo que propusimos se hizo política en
dos años, ¡un milagro!, porque el problema de los políticos en Gran Bretaña
es que hablan mucho pero no actúan. 

Creo que es un problema planetario. 

Con voluntad política podríamos tener un mundo mucho más sostenible. 

¿Cuál es su modelo? 

La naturaleza. La industria debe funcionar como un ecosistema en el que los
recursos que una empresa deseche los utilice otra, de manera que al final
el residuo sea cero. 

Todo se aprovecha, como en el bosque. 

Exacto, se llama ecología industrial. 

¿Es sólo teoría o hay práctica? 

Hace veinte años, Dinamarca montó el primer polígono industrial donde cada
empresa utiliza el residuo de la otra y sólo se admiten empresas
simbióticas con ese ecosistema industrial. Los grandes polígonos
petroquímicos han crecido con ese concepto: convertir los residuos en
recursos. Si a una empresa le sobra calor, se instala otra al lado que
funcione con ese calor. 

¿Y más allá de las buenas intenciones? 

En la asociación Fenix luchamos para que los estados legislen de manera que
sólo se admitan nuevas especies industriales que sean simbióticas con su
entorno. 

Con la cuestión del biocombustible no le han hecho mucho caso. 

¡El biocombustible es un fraude que muestra cómo fracasa la política al no
tener en cuenta las evidencias científicas! En el Reino Unido la política
de biocombustible fue introducida sin ni siquiera preguntar lo que
significaba para el uso del suelo. 

... Quemar toneladas de vida verde. 

Para cubrir el objetivo europeo de consumo de biocombustible para el
transporte necesitaríamos el 60% de la tierra destinada a agricultura en
Europa. 

Pero eso no les importa, porque de la producción se encargan los países
pobres. 

Sí, Malasia, Indonesia..., donde se están quemando bosques enteros para
cultivar aceite de palma. Las consecuencias son desastrosas, pero aquí lo
único que queremos preservar es nuestra comodidad y la libertad de viajar a
cualquier costo. El sector aéreo, con planes de desarrollo en todo el
mundo, es uno de los que más contaminan, y cuenta con el uso de
biocombustible. 

Habrá que viajar menos en avión, así que sólo lo harán los ricos. 

Menos vuelos, seguro, pero se pueden racionar: tantos vuelos por persona y
año, y el que no los usa los vende, en la misma línea que el intercambio de
emisiones en Europa. 

Un futuro incierto. 

Diferente. Creo que se controlarán las emisiones directas de cada persona y
también las indirectas. Por ejemplo: ¿me compro una camisa de nailon o de
algodón? 

Yo prefiero el algodón. 

Para obtener una tonelada de algodón se necesitan cientos de toneladas de
agua y grandes emisiones de CO2 . Para el medio ambiente,  una camisa de
algodón es bastante peor que una de viscosa, pero el consumidor no lo tiene
en cuenta. 

... Sufrimos de empanada informativa. 

Pronto verá ecoetiquetas que le informarán de la huella de carbono, el
impacto del producto sobre el cambio climático. 

Y me subirán el precio del algodón. 

En la reforma de impuestos ecológicos, cuanto más emites, más pagas y más
gravas el producto, sí. La tendencia en Europa será comprar mejor calidad
aunque cueste más; por ejemplo, un traje hecho a mano como el que llevo,
que dura mucho tiempo y por lo tanto tiene menor impacto ambiental. 

Viva las chaquetas roídas, de acuerdo. 

Hasta ahora sólo nos fijábamos en las emisiones directas, pero hay que
fijarse sobre todo en las indirectas. El ciclo de vida de un producto
empieza con la extracción de materias primas, la fabricación, el
transporte, la distribución, el uso que le da el comprador y después el
impacto del residuo. 

En el 2018, adiós a las bolsas de plástico. 

Todos los estudios demuestran que las bolsas de plástico contaminan menos
que las de papel y las biodegradables, lo que pasa es que es políticamente
incorrecto decirlo porque a la opinión pública le parece que no. 

Deje tranquila a la opinión pública, los ciudadanos somos bastante
obedientes. 

De acuerdo, pues es un error político. Y las emisiones de CO2 para la
producción de las bolsas biodegradables son enormes, y producen lluvia
ácida debido a los compuestos amoniacales. Sigue siendo mejor el plástico. 

¿Ve cómo nos vuelven locos...? 

El usar y tirar se ha acabado. Hay que mirar el residuo como parte de la
economía. 

Ya nadie te arregla la plancha. 

El gobierno puede cambiar el mercado: en lugar de recaudar sobre la fuerza
laboral, hay que poner impuestos sobre el uso de recursos naturales y de
emisiones, así conseguiremos que pueda arreglar su plancha. 

Se impone el reciclaje. 

Sí, y va a ser inevitable en la industria, porque hay ciertos metales clave
que ya son muy escasos, como el platino: los fabricantes ya no lo venden,
lo alquilan, hay que devolvérselo al final de su vida útil. 





jueves, 23 de septiembre de 2010

La Contra | página nº 72Más Noticias de
La Contra 
Clift y los tomates
Presidente de la Asociación Internacional de Ecología Industrial y miembro
durante años de la comisión real para el Medio Ambiente, ha pasado por
Barcelona para participar en el congreso de inteligencia ecológica que
organiza el grupo de investigación en gestión ambiental de la UPF. Nos
enzarzamos en una discusión sobre si en Gran Bretaña se deben consumir
tomates británicos o españoles: unos requieren calefacción; los otros,
viajar. Así descubro que debe de ser el único británico que no critica al
príncipe Carlos: "Está intentando volver a la comida local; tiene muy mala
prensa pero sabe lo que hace"; y que averiguar qué producto respeta el
medio ambiente y cuál no es un largo proceso. 




os


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