[REpensar Barcelona] 'para que bcn recupere libertad creativa'

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Vie Dic 8 00:45:43 CET 2006


La Makabra
Xavier Mas de Xaxàs | 06/12/2006 - 20:34 horas
http://www.lavanguardia.es/gen/20061206/51295295375/posts/la-makabra-barcelona-can-ricart-ue-arte-contemporaneo-union-europea-jordi-hereu-joan-clos-fomento-macba-hereu-fad-pib.html

No existe actualmente en la ciudad de Barcelona un movimiento ciudadano, social
y cultural, más interesante que el de cientos de jóvenes decididos a ocupar
Can Ricart, un centro industrial único en España, abandonado y amenazado por
una reconversión urbanística que, impulsada por el Ayuntamiento, lo
sacrificaría para construir torres de oficinas y apartamentos de lujo.

La ocupación sucedió el 2 de diciembre por la noche. Sus protagonistas fueron
los miembros de La Makabra, un grupo de artistas callejeros, en su mayoría,
payasos, saltimbanquis y malabaristas, gente joven que había sido previamente
desalojada por la fuerza de otra fábrica abandonada en el mismo barrio.

Los jueces han desatendido la petición del propietario de una de las naves
ocupadas para un desalojo rápido y por la fuerza. Han considerado, como hacen
en el 70% de las ocupaciones, que el edificio estaba abandonado, que no amenaza
ruina y que los ocupantes desarrollan una función social.

Líderes políticos y también de opinión han lamentado esta tibieza judicial.
Consideran que los okupas son peligrosos ?hay grupos violentos que han
causados daños y molestias a los vecinos en otras zonas de la ciudad- y que la
falta de respuesta anima a jóvenes okupas de otras ciudades a venir a
Barcelona.

El populismo mediático y político acostumbra a hablar de jóvenes anti sistema
y de movimiento okupa, cuando, en realidad, las ocupaciones son espontáneas y
responden a intereses muy diversos. La ausencia de líderes y de una estrategia
común impide calificar de movimiento a lo que no es más que un fenómeno
social, una respuesta de la juventud a la mayor preocupación de los catalanes
y de la mayoría de personas en todo el mundo: la vivienda y la pobreza.

España es uno de los países de la UE-15 (los quince países que formaban parte
de la Unión Europea antes a la apertura al Este) con las políticas sociales
más atrasadas. Casi uno de cada cinco ciudadanos españoles vive en situación
de pobreza, una de las tasas más altas de la UE-15. El gasto social en España
representa el 19% del PIB, cuando la media de la UE-15 es del 28%.

Los jóvenes parecen condenados a sueldos de mil euros y a pagar más de 400 por
una habitación en Barcelona. Los delitos relacionados con el urbanismo aumentan
día a día. La corrupción en muchos municipios, sobretodo los turísticos y
los próximos a las grandes ciudades, es escandalosa.

De Can Ricart, el Ayuntamiento de Barcelona no tenía intención de salvar casi
nada. Su idea era derribar y levantar torres de nueva planta. Se trata de un
complejo industrial construido en 1853, en un momento álgido de la
industrialización. Un claro ejemplo de la eficacia arquitectónica y
urbanística al servicio de la industria y el progreso. No queda otro igual en
Barcelona.

La unión de los vecinos, sin embargo, obligó a variar los planes municipales.
Los debates públicos en instituciones tan vanguardistas como la Fundación
Tàpies, el Museo de Arte Contemporáneo (Macba) y el Fomento de las Artes
Decorativas (FAD), demostraron que Can Ricart forma parte de la estructura
imprescindible de la ciudad y que es necesario conservarla íntegramente.

El Ayuntamiento accedió a reservar en el recinto espacios diversos para
actividades ciudadanas. Los vecinos, sin embargo, consideran que no es
suficiente. Temen que las torres de oficinas y apartamentos de lujo
transformarán el tejido social de un barrio obrero que requiere atención
especial para que el progreso de la era post industrial no se realice a costa
de los vecinos.

No sé si los miembros de La Makabra tenían esto en cuenta cuando ocuparon Can
Ricart. Es posible que no, pero no importa. Ahora están en una situación de
fuerza, y el alcalde, que podría estar de acuerdo con alguna de sus peticiones
?quieren un espacio digno para vivir y ensayar-, teme mostrarse débil si
cede. Se llama Jordi Hereu. Hace pocos meses que está en el cargo, al que ha
accedido sustituyendo a Joan Clos, que fue nombrado ministro de Industria. A
Hereu nadie lo ha votado y las elecciones no están previstas hasta la
primavera.

Lo más fácil, en estas circunstancias, es exigir ley y orden. No creo que
nadie esté en contra del orden y el respeto a la ley.

La ocupación de La Makabra es interesante porque cuestiona el orden sin usar la
violencia, se opone a la disciplina, reivindica otra forma de actuar. A
diferencia de muchos otros jóvenes, los de La Makabra piensan que sus actos
aún pueden tener un resultado, aún pueden cambiar las inercias. Plantan cara
al miedo, al orgullo y a las conveniencias.

El desalojo de Can Ricart no solucionará nada. La ocupación, sin embargo,
puede servir para que Barcelona recupere un espíritu, una libertad creativa,
rendida, de un tiempo a esta parte, bajo el peso del dinero fácil y el
sentimentalismo 'Kitsch'.


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