[Agroecologia] Toxicitat del Glifosato i Científics que ho ratifiquen

gentdelcamp en cerap.net gentdelcamp en cerap.net
Sab Mayo 16 13:17:59 CEST 2009


Opinión
www.pagina12.com.ar

Agronegocios o soberanía alimentaria

Por M.N.C.I. *

  Este diario difundió una investigación que confirmaba el efecto  
letal del glifosato (químico pilar del monocultivo de soja).


  Durante las últimas semanas, los impulsores de los agronegocios  
montaron una campaña en defensa de los agrotóxicos y, al mismo tiempo,  
desprestigio hacia toda voz discordante, sean estos periodistas,  
científicos, ONG u organizaciones sociales. Nunca antes las  
multinacionales del agro y sus voceros habían reaccionado tan  
violentamente. El temor de todo el complejo de agronegocios, donde la  
soja es sólo su cara más visible, es la prohibición de su agrotóxico  
estrella. Y, al mismo tiempo, la pérdida de un negocio millonario.  
Desde los ranchos campesinos observamos con indignación el accionar  
conjunto de empresas y medios de comunicación en defensa del glifosato.


  Ante la sucia campaña de desinformación, explicitamos algunas  
certezas que guían nuestras luchas:

- Históricamente, la salud de nuestras poblaciones estuvo atada a  
nuestra forma de producir, criando animales, cultivando diversidad,  
guardando las semillas que heredamos de nuestros viejos, conservando y  
renovando el monte nativo. Con el actual modelo de agronegocios, todo  
comenzó a cambiar: intoxicaciones agudas, desmayos, mareos y piel (de  
manos, piernas y rostros) en carne viva son sólo algunos de los  
sufrimientos de nuestros hijos. Ahora también sabemos de embarazos que  
no llegan a término, distintos tipos de cáncer y bebés con  
malformaciones. Desde hace años lo denunciamos, pero nunca obtuvimos  
respuesta por parte de las multinacionales del agro, los empresarios  
rurales y sus voceros.

- Las grandes corporaciones de las cadenas agroindustriales imponen a  
los pueblos y países un modelo de producción alimentaria cuyo único  
objetivo es la rentabilidad y concentración de las riquezas en pocas  
manos. No les importa la salud ni el hambre de los pueblos, sino qué  
suerte correrán las nuevas variedades de semillas transgénicas, las  
posibles pérdidas económicas de las cámaras empresariales, el futuro  
de los importadores de agrotóxicos y también temen, por su  
rentabilidad, los megaproductores sojeros. Entre los más temerosos  
está la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa  
(Aapresid), impulsora de la entrada al país de la soja transgénica,  
con falsos estudios de conservación de suelos y mentiras sobre la  
inocuidad de los agrotóxicos.

- Las compañías enarbolan estudios del Senasa, el INTA y la Secretaría  
de Agricultura. Es público que los ámbitos estatales actúan como  
subsidiarias de empresas como Monsanto y Syngenta, multinacionales que  
a su vez cuentan con planteles enteros de universidades a su servicio,  
donde abundan “papers” tan a medida como ridículos.

- El actual modelo agropecuario, de saqueo y contaminación, reproduce  
nuevas formas de colonización y genocidio. Millones de familias  
rurales fueron desterradas de su territorio ancestral y arrojadas a  
los márgenes de las grandes ciudades. El actual modelo agota las  
reservas naturales, arrasa bosques nativos y envenena cursos de agua.

- Comienzan a aparecer investigaciones en diversas partes del mundo  
sobre el rostro oculto de este modelo económico-político-ecológico. Y,  
si quedaran dudas, nuestras familias son prueba viviente, e  
irrefutable, de los efectos de los agrotóxicos.

- Para los que vivimos en el campo, que enfrentamos y sufrimos las  
fumigaciones químicas, no hay dudas de los efectos negativos del  
glifosato. Como tampoco hay dudas de que el problema de fondo no es un  
químico, sino un modelo agropecuario que privilegia las ganancias por  
sobre la salud y el medio ambiente. Es necesario recordar que este  
modelo también conlleva asesinatos de campesinos y trabajadores  
rurales, cárceles, persecuciones, torturas y enfrentamiento con  
paramilitares, que sufren miles de familias rurales.

- Nosotros, miembros de comunidades indígenas y campesinas, familias  
organizados en territorios, exigimos definiciones al Estado, principal  
gestor del modelo que devasta la salud y los ecosistemas del país.

- Como integrantes de Vía Campesina nos oponemos a un modelo que  
prioriza la rentabilidad de empresas por sobre la salud. Porque  
rechazamos este modelo de muerte; resistimos, luchamos y construimos,  
todos los días, un modelo de vida basado en la reforma agraria  
integral y la soberanía alimentaria.

* Movimiento Nacional Campesino Indígena-Vía Campesina (integrado por  
15.000 familias rurales de siete provincia).


© 2000-2009 www.pagina12.com.ar  |  República Argentina  |  Todos los  
Derechos Reservados






Ver nota en www.pagina12.com.ar


Sociedad  |  Lunes, 11 de Mayo de 2009


* Fuerte respaldo al científico que alertó sobre el peligro del  
glifosato y fue amenazado


Un apoyo a la libertad de investigación

Más de 300 científicos, intelectuales, referentes de DD.HH. y  
organizaciones sociales expresaron su apoyo a Andrés Carrasco, blanco  
de una campaña de desprestigio. Denunciaron la “intromisión  
mercantilista” en la ciencia.

Andrés Carrasco, el científico hostigado desde diversos sectores por  
investigar el herbicida de la soja.

Por Darío Aranda

El poder económico, con la complicidad de algunos medios de  
comunicación, dirigentes políticos, universidades y la corporación  
científica, pretende instalar un discurso hegemónico y acallar  
disidencias. Es el eje de una denuncia realizada por más de 300  
investigadores nacionales y extranjeros, decanos y vicedecanos de  
facultades nacionales, directores de prestigiosos institutos de  
investigación, reconocidos científicos extranjeros, organizaciones  
sociales y referentes de los derechos humanos. La carta abierta, sin  
precedentes en el mundo científico e intelectual de Argentina, se  
produjo luego del ataque y difamación sufridos por el investigador de  
la UBA-Conicet Andrés Carrasco, que alertó sobre el efecto devastador  
del glifosato (herbicida utilizado en la siembra de soja) en embriones  
anfibios. Durante quince días, las compañías agroquímicas, las cámaras  
empresarias y algunos funcionarios y medios de comunicación  
descalificaron al científico, que incluso sufrió amenazas anónimas y  
denunció una intimidación por parte de la Cámara Argentina de Sanidad  
Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe).

  “El discurso de políticos, funcionarios, comunicadores y mediadores  
contratados por las corporaciones económicas producen, a manera de  
discurso único, el canto de sirena del ‘desarrollo sustentable’ del  
modelo sojero y la ‘minería responsable’ como factor de  
transformación. Ese discurso hegemónico es legitimado por actores  
universitarios y científicos pagados por las transnacionales en un  
sistema público que ha sido desapropiado”, afirma el texto, llamado  
“Voces de alerta”, que cuenta con la firma de especialistas de  
diversas ramas de ciencia, desde ecólogos a biólogos, físicos y  
médicos, y que también suscriben referentes de las ciencias sociales.  
Además, adhiere gran cantidad de investigadores extranjeros y  
numerosas organizaciones de campesinos, ambientalistas, educadores y  
grupos de científicos.

  Andrés Carrasco es profesor de embriología, investigador principal  
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas  
(Conicet) y director del Laboratorio de Embriología Molecular. Con  
reconocimiento internacional, y con treinta años de trabajo científico  
y académico, confirmó hace un mes el efecto letal del glifosato en  
embriones anfibios, cuya marca comercial más famosa es Roundup, de la  
multinacional Monsanto. Los aspectos centrales de la investigación  
sobre el herbicida usado en la industria de la soja fueron revelados  
por Página/12. Sobrevino una campaña de desprestigio, presiones y  
amenazas. Hasta se puso en duda la existencia del trabajo. Hace una  
semana, en este diario, Carrasco respondió a las dudas que consideró  
legítimas y también a las innumerables chicanas. Reconocía que su  
pecado había sido contradecir el discurso científico dominante.

  “Creen que pueden ensuciar fácilmente treinta años de carrera. Son  
hipócritas, cipayos de las corporaciones, pero tienen miedo. Saben que  
no pueden tapar el sol con la mano. Hay pruebas científicas y, sobre  
todo, hay centenares de pueblos que son la prueba viva de la  
emergencia sanitaria”, había retrucado en la entrevista.

  Entre las firmas figuran Federico Schuster, León Rozitchner,  
Alejandro Grimson, Maristella Svampa, Mirta Antonelli, Horacio  
Machado, Miguel Teubal, Norma Giarracca, Inés Izaguirre, Horacio  
Tarcus, Pablo Alabarces, Ana María Fernández, Claudia Briones,  
Alejandro Kaufman, Horacio Verbitsky, Atilio Boron, Juan Carlos Marín,  
Roberto Gargarella, Sara Rietti, Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel,  
Luis Zamora, Pino Solanas, Susana Checa, Gabriel Kessler y Norberto  
Alayón, entre otros.
  También suscriben reconocidos intelectuales internacionales como  
Boaventura de Sousa Santos, Walter Mignolo, Arturo Escobar, Gustavo  
Lins Ribeiro, Héctor Alimonda, Alex Fernández Jilberto, Bernardo  
Mançano Fernández y Ana Esther Ceceña. Adhieren organizaciones como  
CELS, Serpaj, Grupo de Gestión de Políticas de Estado de Ciencia y  
Tecnología, el Frente Darío Santillán y Cemida.

  “¿Qué condiciones hay para que las voces críticas de universitarios  
y científicos contra el modelo extra-activista sean escuchadas? –se  
preguntan los referentes en la carta–. ¿Qué posibilidades de construir  
agenda pública sobre estos temas acuciantes para el bien común? ¿Qué  
promoción de ciudadanía y exigibilidad de derechos caracteriza a este  
escenario, donde las voces independientes y críticas, con la autoridad  
de saberes y trayectorias no cooptados, son negadas, difamadas,  
silenciadas, cuando no malversadas?”

La carta cuestiona de lleno los intereses privados que definen qué se  
debe investigar: “Afirmamos nuestra decisión por mantener un sistema  
científico universitario autónomo de los grandes intereses económicos  
corporativos; con libertad de pensamiento e investigación, enmarcados  
en los principios éticos de cada campo disciplinar y en la ineludible  
responsabilidad para con las sociedades y sus sectores sociales de  
mayor vulnerabilidad”.


© 2000-2009 www.pagina12.com.ar  |  República Argentina  |  Todos los  
Derechos Reservados






Más información sobre la lista de distribución Agroecologia