[Agroecologia] entrevista a C. Jacquiau al diagonal (supermercadisme)

Montanyes montanyes en moviments.net
Dom Jul 13 22:26:58 CEST 2008


Article interessant publicat a Diagonal

Una abraçada,

Montanyès.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=70210

¿Puede nuestra compra cambiar el sistema?

Diagonal <http://www.diagonalperiodico.net>

Campaña ‘Supermercados, no gracias’, Barcelona



*Este economista francés, autor del libro/ Las bambalinas del comercio 
justo/, realiza un recorrido por la cadena de injusticias que esconden 
los productos que diariamente compramos en los supermercados y advierte 
de la instrumentalización que las grandes superficies han realizado del 
comercio ‘justo’ y la agricultura ‘ecológica’ para lavar su imagen.*

Las grandes cadenas de supermercados tienen un gran impacto sobre la 
sociedad y la naturaleza. En la sociedad porque expulsa a los pequeños 
comercios, y con ellos a las personas que trabajan. Sobre el mundo 
agrícola el impacto se centra en la exigencia de precios bajos a los 
productores, eliminando explotaciones familiares. En Europa desaparece 
un campesino cada 20 minutos a causa de este modelo económico. Los 
distribuidores comparan los precios y acuden a los países con menor 
protección social. De un producto hemos de pagar la materia prima, así 
como los salarios, la protección social...

*DIAGONAL : ¿Qué opina de la entrada del comercio justo en los 
supermercados?*

CHRISTIAN JACQUIAU : En un inicio el comercio justo era una herramienta 
de transformación social, una expresión de lucha contra el capitalismo. 
Las grandes superficies, inicialmente, no se interesaron por él, pero 
lentamente han ido llenando sus estanterías de estos productos al coste 
de vaciar el concepto de comercio justo de su contenido político. 
Pasamos de un planteamiento político de transformación social a un mero 
producto de comercio justo. Llevar el comercio justo a las grandes 
superficies sólo contribuye a mejorar la imagen de los supermercados. De 
entre las múltiples referencias, exponen unos pocos de estos productos 
–no representativos– y sin embargo lo utilizan para lavar su imagen. Las 
grandes superficies llevan a cabo prácticas injustas con el comercio, el 
campesinado, las empresas y los trabajadores, no hay mayor símbolo de 
injusticia que un supermercado.

*D. : ¿Y de la agricultura ecológica en los supermercados?*

C.J. : Sucede lo mismo con la agricultura ecológica, es incluso peor. El 
modelo agroecológico francés fue creado hace 30 años por el movimiento 
Nature et Progrés basándose en dos ideas : no usar productos químicos y 
tener en cuenta la ruralidad (el campesinado, la vida en los pueblos, el 
respeto a la persona y el aspecto ético). En las grandes superficies no 
se tiene en cuenta la ruralidad y sólo se persigue la comercialización 
de productos sin químicos para poder llegar a la gente que piensa en su 
salud. Ejercen una presión inmensa sobre los precios y, 
consecuentemente, hay gente que trabaja en situaciones de esclavitud en 
el sur de España o el sur de Francia, trabajadores sin papeles que van a 
recoger frutas y verduras ecológicas para las grandes superficies que 
exigen precios cada vez más bajos para obtener los máximos beneficios. 
El colmo de esto se puede concretar en el ejemplo de las grandes 
distribuidoras que están importando productos agroecológicos desde 
China, tenemos lindos Airbus contaminando la atmósfera y todo eso para 
importar productos ecológicos.

*D. : ¿Las grandes superficies crean trabajo de calidad?*

C.J. : No sólo no crean empleos de calidad, sino que además destruyen 
muchos otros. Para empezar, los empleos creados por las grandes 
superficies son mínimos, a tiempo parcial y el 80% femeninos, porque se 
paga menos. Cada vez más se está reemplazando a las cajeras por cajas 
automáticas. Se pretende ir eliminando los empleos gradualmente, por lo 
que 400.000 puestos de trabajo van a desaparecer. Hay una última 
novedad, cada vez más, la gran distribución fuerza a los proveedores a 
encargarse de reponer los productos de las estanterías del supermercado 
y de este modo es el mismo proveedor el que ha de asumir la contratación 
de los trabajadores. Por cada puesto de trabajo creado por las cadenas 
de distribución, desaparecen cinco.

*D. : ¿Qué opina de las condiciones laborales?*

C.J. : En Francia por ejemplo, se conocen casos de supermercados que han 
instalado cámaras en los lavabos, trabajadores que han sido seguidos y 
filmados en la calle, para saber dónde van, cuáles son sus compañías, 
los lugares que frecuentan, etc. Se conocen casos en los que las cajeras 
han de pedir permiso para ir al lavabo, o no tienen derecho ni a hablar 
entre ellas ni a hablar con el cliente, la receta es SBAM –por sus 
siglas en francés– : sonrisa, buenos días, adiós y gracias. Además se 
fomenta la competencia entre los trabajadores, la máquina registradora 
cuenta el número de objetos que pasan por el escáner, han de pasar por 
lo menos 22 objetos por minuto ; se genera competencia.

*LAS TEKEI JAPONESAS, COMERCIO JUSTO DEL ‘BUENO’*

*DIAGONAL : ¿Qué alternativas existen a la gran distribución?*

CHRISTIAN JACQUIAU : El comercio justo, las Tekei japonesas 
(inspiradoras de las AMAP francesas), iniciativas de personas que 
realizan venta directa... Las Tekei surgieron hace 30 años, cuando 
mujeres madres de familia envenenaron a sus hijos dándoles comida con 
productos de los supermercados contaminados con químicos. A raíz de 
esto, un grupo de diez mujeres se preguntó qué podían hacer, así que 
recolectaron dinero y se lo llevaron a un joven campesino pidiéndole a 
cambio una cesta de verduras cada fin de semana. Se instauró así una 
relación de confianza entre ellas y el campesino que les brindó 
productos de temporada sanos y naturales. Estas mujeres pasaron la 
información a otras y hubo un segundo grupo, un tercero, etc. Hoy el 25% 
de los hogares japoneses consumen productos agrícolas bajo este sistema 
de relación directa entre productor y consumidor, es decir unos 50 
millones de japoneses. Tekei significa : poner el rostro del campesino 
en la fruta y la verdura, es decir, que la manzana no es anónima, detrás 
hay un campesino. La gran distribución ha eliminado esta relación 
directa. En el fondo, la alternativa consiste en reapropiarse de lo que 
nos han confiscado. Han roto la relación entre consumidores y 
productores, hay que conocer el contenido medioambiental y humano que 
existe detrás de los productos de consumo, apropiarse de los circuitos 
de consumo, remontarse a toda la cadena y saber quién transporta, cómo 
se elabora, cuales son las condiciones de trabajo de la gente que lo 
produce, etc., con los productos que consumimos.

*D. : ¿Nuestra compra puede cambiar el sistema?*

C.J. : Con nuestra forma de consumo apostamos por un tipo de sociedad u 
otra. Cuando metes un kilo de tomates en un carro votas por una 
agricultura productivista, intensiva, contaminante y deshumanizada o por 
una agricultura sostenible, con agricultores que cobran un salario 
digno. Todos los días millones de ciudadanos votamos por uno u otro 
modelo de sociedad. Existe la posibilidad de orientarnos hacia otro 
modelo de sociedad a través de nuestro consumo. Podemos construir otro 
modelo, los grandes grupos agroalimentarios fomentan el crecimiento 
económico y, con un 1% o 2% de consumidores que digan : “así no quiero 
consumir”, el crecimiento se retracta afectando a la gran distribución, 
no necesitamos ser un número muy elevado para pesar sobre estos grandes 
grupos.




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