<html><body><div style="color:#000; background-color:#fff; font-family:arial, helvetica, sans-serif;font-size:14pt"><div><span><br></span></div><div> </div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(128, 0, 255); font-size: 16px; white-space: pre;">"Como mujer no tengo patria, el mundo entero es mi tierra" V. Wolf</span></div><div><br><blockquote style="border-left: 2px solid rgb(16, 16, 255); margin-left: 5px; padding-left: 5px;"><div style="font-family: arial,helvetica,sans-serif; font-size: 14pt;"><div style="font-family: times new roman,new york,times,serif; font-size: 12pt;"><font face="Arial" size="2">----- Me</font><br> Estinados amigos, estimadas amigas:<br> Nos ponemos en esta ocasión en contacto con ustedes para<br>presentarles el nuevo informe publicado por Amnistía Internacional<br>sobre Colombia y que lleva por título: “_ESO ES LO QUE NOSOTRAS<br>EXIGIMOS.
QUE SE HAGA JUSTICIA” IMPUNIDAD POR ACTOS DE VIOLENCIA<br>SEXUAL COMETIDOS CONTRA MUJERES EN EL CONFLICTO ARMADO DE COLOMBIA_<br>(AMR 23/018/2011), y que pueden descargar en el siguiente enlace:<br><a href="http://www.amnesty.org/en/library/info/AMR23/018/2011/es" target="_blank">http://www.amnesty.org/en/library/info/AMR23/018/2011/es</a> <br> El núcleo de este informe lo constituyen las voces de las<br>sobrevivientes de la violencia sexual en el sangriento conflicto de<br>Colombia, mujeres y niñas tanto tiempo silenciadas, olvidadas e<br>ignoradas. El mensaje que transmitieron al compartir sus historias con<br>Amnistía Internacional fue claro e imperioso: “Eso es lo que<br>nosotras exigimos. Que se haga justicia”. <br><br> La violencia sexual es endémica en el conflicto armado que desde<br>hace tiempo asola Colombia, como ya dejó patente la Corte<br>Constitucional en su Auto 092, 2008. Miembros de todas
las partes del<br>conflicto —grupos paramilitares, grupos guerrilleros y las fuerzas<br>de seguridad colombianas— han abusado y explotado sexualmente a<br>mujeres y niñas. Lo han hecho por diversas razones: para explotarlas<br>como esclavas sexuales, para sembrar el terror en las comunidades,<br>para vengarse del adversario y para silenciar a las mujeres líderes. <br><br> La violación y la violencia sexual no son las únicas formas de<br>violencia basada en el género que experimentan las mujeres. Sin<br>embargo, entran en una categoría especial por una razón básica: son<br>los abusos contra los derechos humanos más invisibles. Las<br>sobrevivientes rara vez denuncian este tipo de delitos y, cuando lo<br>hacen, los autores de los abusos casi nunca comparecen ante la<br>justicia. Éste es un escándalo de derechos humanos que convierte a<br>las sobrevivientes de la violencia sexual en víctimas por partida<br>doble. Revela
vívidamente la impunidad profundamente arraigada que<br>durante tanto tiempo ha protegido de la justicia a los autores de todo<br>tipo de abusos contra los derechos humanos en Colombia. <br><br> La impunidad existe por numerosas razones, entre ellas la ausencia<br>de voluntad política por parte de los sucesivos gobiernos para<br>adoptar medidas contundentes destinadas a poner fin a la violencia<br>contra las mujeres relacionada con el conflicto, la falta de seguridad<br>para sobrevivientes y testigos, un sistema judicial inadecuado, y un<br>apoyo médico, psicosocial y económico inadecuado para las<br>sobrevivientes. <br><br> En 2010, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses<br>realizó 20.142 exámenes de posibles casos de violencia sexual,<br>frente a 12.732 en 2000. Sin embargo, sólo 109 de estos casos fueron<br>clasificados como relacionados con el conflicto, lo que pone de<br>relieve la
invisibilidad de estos crímenes. De ese total, las mujeres<br>y niñas representaban el 84% de los casos, de las cuales, 17.318<br>(más del 85%) fueron de menores de 18 años. <br><br> El número de denuncias es muy inferior al de casos reales, como se<br>puede comprobar con los siguientes datos: <br><br> · El 73% de las mujeres maltratadas físicamente no<br>denunciaron la violencia que sufrieron (Encuesta Nacional de<br>Demografía y Salud sobre todos los casos de violencia sexual contra<br>mujeres, mayo de 2011). <br><br> · El 70% de las mujeres que fueron víctimas de<br>violencia física y el 81,7% de las víctimas de agresión sexual no<br>acudieron a ninguna institución a denunciar la agresión (Defensoría<br>del Pueblo de Colombia, informe sobre todos los casos de violencia<br>sexual, 2010).
<br><br> · El 82,1% de las víctimas de violencia sexual<br>relacionada con el conflicto no denunció los hechos de los que fueron<br>víctimas (Oxfam y Casa de la Mujer). <br><br> De los 183 casos de violencia sexual que la Corte Constitucional<br>ordenó investigar a la Fiscalía General de la Nación en 2008, se<br>cree que los grupos guerrilleros fueron autores del 8,5%, las fuerzas<br>de seguridad del 19,4%, los paramilitares del 45,8%, grupos armados<br>ilegales no identificados del 4,5%, delincuentes comunes el 4% y un<br>familiar el 1,5%, mientras que en un 16,4% de los casos no se pudo<br>determinar el grupo al que pertenecía el presunto autor. <br><br> Muy pocos casos se están investigando. Según las estadísticas de<br>la Fiscalía General de la Nación, además de los 183 casos de<br>violencia sexual cuya investigación ordenó la Corte
Constitucional a<br>la Fiscalía General en 2008, sólo se están investigando otros 68<br>casos de violencia sexual relacionada con el conflicto. <br><br> Incluso cuando la mujer reúne el coraje necesario para denunciar un<br>caso de violación o de violencia sexual, éste rara vez se investiga<br>efectivamente. <br><br> Las mujeres indígenas sobrevivientes de la violencia sexual sufren<br>barreras adicionales, como la ausencia de traductores, las<br>dificultades para viajar desde zonas remotas a los lugares donde<br>pueden obtener asistencia oficial y la significativa presencia de<br>combatientes en las zonas donde viven. <br><br> El informe concluye con una serie de recomendaciones, que de ser<br>adoptadas, ayudarían en buena medida a mejorar esta situación.<br>Extraemos las siguientes:<br><br> Las autoridades colombianas deben:<br>
· Desarrollar una estrategia integral de género<br>que actúe para combatir los estereotipos discriminatorios de las<br>víctimas de la violencia contra la mujer y aborde la estigmatización<br>de las víctimas de la violencia sexual reconociendo que la violencia<br>basada en el género, incluido en el conflicto, es un atropello y es<br>ilegal. <br><br> · Implementar un proceso nacional de recogida de<br>datos como parte del proceso de reconocimiento de todo el alcance que<br>tiene la violencia contra la mujer relacionada con el conflicto y que<br>actúe para poner fin a la impunidad en los casos de violencia contra<br>la mujer, mejorando la capacidad de la Fiscalía General de la Nación<br>para investigar casos de violencia contra la mujer y garantizar que<br>los agentes estatales rinden cuentas de sus actos y excluir<br>rotundamente
los casos de violencia contra la mujer del sistema de<br>justicia militar. <br><br> · Asegurar que las violaciones sexuales son<br>definidas como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad<br>cuando sea oportuno, como medida importante para garantizar que las<br>investigaciones penales tratan de determinar la responsabilidad de la<br>cadena de mando. También debe modificarse la definición de<br>“violación” en el Código Penal para garantizar que coincide con<br>la definición de “violación” del derecho internacional penal. <br><br> · Garantizar que las sobrevivientes de la violencia<br>sexual tienen acceso a atención psicológica y médica adecuadas. <br><br> · Proteger a la población civil, incluidos los<br>defensores y defensoras de derechos
humanos y las sobrevivientes de la<br>violencia sexual, y garantizar que se respeta el derecho a la verdad,<br>la justicia y la reparación de todas las víctimas de abusos contra<br>los derechos humanos y violaciones del derecho internacional<br>humanitario. <br><br> Los grupos guerrilleros deben: <br><br> · Ordenar a todos los combatientes que respeten el<br>derecho internacional humanitario, que prohíbe a las partes de los<br>conflictos armados internos que ataquen a la población civil. <br><br> · Emitir instrucciones claras a todos los<br>combatientes que estén bajo su control para que no cometan actos de<br>violencia basada en el género, incluidas la violación y otras formas<br>de violencia sexual, contra mujeres y niñas, con independencia de si<br>son civiles, sus propias combatientes o
miembros del “enemigo”. <br><br> · Denunciar públicamente la violencia basada en el<br>género, emitiendo advertencias o instrucciones claras a sus fuerzas<br>en el sentido de que no se tolerará la violencia contra las mujeres. <br><br> · Comprometerse públicamente a no reclutar a<br>ninguna persona menor de 18 años; a poner fin al uso de la violación<br>y de otras formas de violencia sexual, y a poner fin a la práctica de<br>abortos, embarazos y anticoncepción forzados respecto de los miembros<br>femeninos de las fuerzas guerrilleras. <br><br> Desde Amnistía Internacional pedimos a los gobiernos de otros<br>Estados y a las fuerzas políticas que: <br><br> · Insten al gobierno colombiano a que cumpla las<br>recomendaciones
anteriores y observen de cerca sus esfuerzos para<br>cumplir tanto estas recomendaciones como las formuladas por la ONU y<br>el sistema interamericano de derechos humanos y otros órganos<br>intergubernamentales. <br><br> · Elaboren, junto con otros Estados, un plan de<br>acción para compartir la responsabilidad de identificar a, hacer el<br>seguimiento y, cuando haya pruebas admisibles suficientes, pedir la<br>extradición de presuntos responsables de crímenes de lesa humanidad<br>y crímenes de guerra de violencia sexual. <br><br> · Pidan a los grupos guerrilleros que se<br>comprometan públicamente a respetar el derecho internacional penal e<br>impidan que sus miembros cometan crímenes de lesa humanidad y<br>crímenes de guerra, incluidos actos de violencia sexual. <br><br>
· En sus relaciones con el gobierno colombiano,<br>expresen preocupación por el hecho de que no prevenga, enjuicie ni<br>castigue la violencia sexual. <br><br> · Ofrezcan apoyo a las organizaciones de mujeres,<br>activistas y defensores y defensoras de derechos humanos para que<br>puedan realizar su labor sin miedo. <br><br> <br><br> <br><br> Atentamente, -- <br>PAP de Colombia [1]<br>Amnistía Internacional - Sección española<br> Este mensaje está dirigido exclusivamente a su destinatario. Si<br>usted no es el destinatario indicado,<br>no debe utilizar, revelar, copiar, imprimir o reenviar este mensaje.<br>La información transmitida puede<br> ser confidencial o privilegiada, y está dirigida sólo a la persona<br>o entidad destinataria del mensaje.<br>La
utilización, copia o divulgación de la información contenida en<br>este mensaje por personas o<br>entidades diferentes de los destinatarios indicados está prohibida<br>en virtud de la legislación vigente.<br> Si ha recibido este mensaje por error, le rogamos nos lo comunique y<br>proceda a su destrucción.<br><br>This e-mail is intended exclusively for the person to whom it is<br>addressed. If you are not the intended<br>recipient, you must not use, disclose, copy, print this e-mail. The<br>information transmitted is intended<br> only for the person or entity to which it is addressed and may<br>contain confidential and/or privileged<br>material. Any review, retransmission, dissemination or other use of,<br>or taking any action in reliance<br>upon, this information by persons or entities other than the intended<br>recipient is prohibited. If you<br> received this in error, please contact the sender and delete the<br>material from any
computer.<br><br><br><br>Links:<br>------<br>[1] <a href="http://www.es.amnesty.org/paises/colombia/" target="_blank">http://www.es.amnesty.org/paises/colombia/</a><br><br><br><br><br><br></div></div></blockquote></div></div></body></html>