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------- Mensaje original --------
<table class="moz-email-headers-table" border="0" cellpadding="0"
cellspacing="0">
<tbody>
<tr>
<th align="right" nowrap="nowrap" valign="baseline">Asunto: </th>
<td>Fw: Diario de Gaza. Un día en ambulancia</td>
</tr>
<tr>
<th align="right" nowrap="nowrap" valign="baseline">Fecha: </th>
<td>Tue, 6 Jan 2009 22:21:12 +0100</td>
</tr>
<tr>
<th align="right" nowrap="nowrap" valign="baseline">De: </th>
<td>Ana (Comité) <a class="moz-txt-link-rfc2396E" href="mailto:ana_hb@nodo50.org"><ana_hb@nodo50.org></a></td>
</tr>
<tr>
<th align="right" nowrap="nowrap" valign="baseline"><br>
</th>
<td><br>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
<br>
<br>
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<meta content="MSHTML 6.00.6000.16788" name="GENERATOR">
<style></style>
<div><font face="Arial" size="2">Queridos/as compañeros/as, gabon
lagunak,</font></div>
<div> </div>
<div><font face="Arial" size="2">Os envío este testimonio de un
trabajador de la salud (y activista de dd.hh.) en un hospital del C. R.
de Jabalia. Sus palabras las podemos leer en los testimonios de
cualquier víctima de este horror. Lo que me anima a reenviarlo es la
realidad que cuenta: muchos palestinos se sienten solos, aislados,
roncos de tanto gritar. Les matan las bombas y la impotencia. Pero
también este silencio nuestro...esta trágica realidad que nos demuestra
que somos invisibles para los medios, para los gobiernos, para la
estúpida e inútil Unión Europea.</font></div>
<div> </div>
<div><font face="Arial" size="2">Os animo a seguir en las acciones, a
pesar de la tristeza que nos invade por momentos con la lectura de
testimonios como éste.</font></div>
<div> </div>
<div><font face="Arial" size="2">Os manda un fuerte abrazo,</font></div>
<div> </div>
<div><font face="Arial" size="2">Ana</font></div>
<div> </div>
<div> </div>
<div
style="font-family: arial; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 10pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;">-----
Original Message -----
<div
style="background: rgb(228, 228, 228) none repeat scroll 0%; -moz-background-clip: -moz-initial; -moz-background-origin: -moz-initial; -moz-background-inline-policy: -moz-initial;"><b>From:</b>
<a moz-do-not-send="true" title="sodes@f-hijosdelmaiz.org"
href="mailto:sodes@f-hijosdelmaiz.org">Sociedad para el Desarrollo de
la Economía Solidaria (SODES)</a> </div>
<div><b>To:</b> <a moz-do-not-send="true"
title="ricardogayol@f-hijosdelmaiz.org"
href="mailto:ricardogayol@f-hijosdelmaiz.org">Ricardo FHM</a> </div>
<div><b>Sent:</b> Tuesday, January 06, 2009 8:51 PM</div>
<div><b>Subject:</b> Diario de Gaza. Un día en ambulancia</div>
</div>
<div><br>
</div>
<div><font face="Arial" size="2">
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b><span
style="color: rgb(97, 97, 97); font-family: Arial;"><font size="3">Diario
de Gaza. Un día en ambulancia<o:p></o:p></font></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b><span
style="color: rgb(97, 97, 97); font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"></span> </p>
<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;">Vittorio
Arrigoni. Activista Derechos Humano (Il Manifesto)<br>
<br>
"A la gente inocente de Gaza: nuestra guerra no es contra vosotros pero
si contra Hamas, si no aran de lanzar cohetes vosotros os encontraréis
en peligro." Es la trascripción de una grabación que es posible
escuchar al contestar el teléfono estas horas a Gaza. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"></span> </p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;">El
ejército israelí está difundiéndola ilusionándose de que los palestinos
no tengan ojos y oídos. Ojos para ver que las bombas golpean casi
exclusivamente objetivos civiles como mezquitas, 15, la último la de
Omar Bin Abd A’l Azeez de Beit Hanoun, escuelas, universidad, mercados
y hospitales. Oídos para no oír los gritos de dolor y terror de los
niños, víctimas inocentes y sin embargo predestinadas de cada
bombardeo. Según fuentes hospitalarias, en el momento en que estoy
escribiendo son 120 los menores muertos bajo las bombas, sobre un total
de 548 muertos, más de 2700 heridos, decenas y decenas de
desaparecidos. <br>
<br>
Desde hace dos días en el hospital de <st1:PersonName
productid="la Media Luna" w:st="on">la Media Luna</st1:PersonName>
Roja en el campo de refugiados de Jabaliya, la noche no ha acabado
nunca. Desde el cielo los helicópteros Apaches han lanzado proyectiles
de iluminación continuamente, tantos como para no darse cuenta de la
diferencia entre el día y la noche. Los cañonazos repetidos de un
tanque situado a menos que un kilómetro del hospital han destruido
seriamente las paredes del edificio, pero hemos resistido hasta por la
mañana. Hacia las 10, cayeron bombas sobre el campo sin cultivar
adyacente al edificio, fuego de ametralladora en todo alrededor: para
los médicos de <st1:PersonName productid="la Media Luna" w:st="on">la
Media Luna</st1:PersonName> Roja aquel fue un mensaje del ejército
dirigido a nosotros - evacuación inmediata o peligra la vida. Hemos
trasladado los heridos a otras estructuras del hospital y ahora la base
operativa de las ambulancias está en la calle de A’l Nady, el personal
médico está sentado sobre las aceras en espera de las llamadas, que se
suceden febrilmente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Por la primera vez desde el principio del ataque israelí he visto en
los hospitales los cadáveres de los miembros de la resistencia
palestina. Un número pequeño, frente a los centenares de víctimas
civiles, que se han multiplicado exponencialmente después de la
invasión terrestre. Después del ataque a la mezquita de Jabaliya,
coincidente con la entrada de los tanques, que ha causado 11 muertos y
unos cincuenta heridos, durante toda la noche del sábado acompañando
las ambulancias nos hemos dado cuenta de la tremenda potencia
destructiva de los proyectiles disparados por los israelíes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
En Bet Hanoun una familia que estaba calentándose en la casa junto a
una estufa de leña ha sido alcanzada por uno de estos mortales disparos
de cañón. Hemos recogido 15 heridos, 4 casos desesperados. Luego hacia
las 3 de la madrugada hemos contestado a una llamada de emergencia:
demasiado tarde, delante de la puerta de una vivienda tres mujeres
llorando nos han dado en brazos una niña de cuatro años envuelta por
una sábana blanca, su sudario, estaba ya helada. Otra vez una familia
alcanzada de lleno, esta vez de la aviación, en Jabaliya, dos adultos
con el cuerpo lleno de esquirlas de los explosivos. Los dos hijos
tenían heridas leves, pero por como gritaban era evidente el trauma
psicológico que estaban viviendo, algo que los marcará para toda la
vida más de una cicatriz en una mejilla. Aunque nadie se acuerda de
citarlos, son millares los niños que sufren graves problemas mentales
causadas por el terror de los continuos bombardeos, o por ver a sus
padres y hermanos destrozados por las explosiones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Los crímenes de que está manchando Israel en estas horas van más allá
de los límites de lo imaginable. Los soldados no nos permiten ir a
socorrer a los supervivientes de esta inmensa catástrofe no natural.
Cuando los heridos se encuentran en proximidad de los medios acorazados
israelíes que los han atacado, a nosotros sobre las ambulancias de <st1:PersonName
productid="la Media Luna" w:st="on">la Media Luna</st1:PersonName>
Roja no nos dejan acercarnos, los soldados nos acribillan a disparos.
Necesitaríamos la escolta de al menos una ambulancia de la cruz roja,
en coordinación con los mandos militares israelíes, para poder correr a
tratar de salvar vidas, podéis imaginar cuánto tiempo se llevaría un
procedimiento del género, una condena a muerte cierta para los heridos
en espera de transfusiones o de ayuda de emergencia. Cuanto más que <st1:PersonName
productid="la Cruz Roja" w:st="on">la Cruz Roja</st1:PersonName> tiene
los suyos de heridos en que pensar, no podría de ningún modo estar
disponibles para nuestra llamada. Nos toca entonces aparcar en una zona
"protegida", eufemismo aquí a Gaza, y esperar a que los parientes nos
lleven a sus familiares moribundos, a menudo a hombro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Así ha ido hacia los 5.30 de esta mañana, hemos parado con el motor
encendido la ambulancia al centro de un cruce e indicado por teléfono
nuestra posición a uno de los parientes de los heridos. Después de una
decena de minutos de tensa espera, cuando ya hemos decidió iniciar la
marcha y evacuar el área para ir a contestar otra llamada, hemos visto
girar la esquina y dirigirse hacia nosotros, lentamente, un carrito
cargado de personas empujado por un mulo. Una pareja con sus dos
hijitos. La mejor representación posible de esta no-guerra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Esto no es una guerra porque no hay dos ejércitos que dan la batalla
sobre un frente; es un asedio unilateral conducido por fuerzas armadas
(aviación, marina, y ejército), entre las más potentes del mundo,
indudablemente las más avanzadas en hecho de equipo militar
tecnológico, que han atacado una pobre franja de tierra de <st1:metricconverter
productid="360 km" w:st="on">360 km</st1:metricconverter> cuadrados,
dónde la población todavía se mueve sobre mulos y dónde hay una mal
resistencia armada cuya única fuerza es estar lista para el martirio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Cuando el carrito se ha hecho bastante evidente hemos ido encuentro, y
con horror hemos descubierto su macabra carga. Un crío estuvo tumbado
con el cráneo roto, los ojos literalmente saltados fuera de sus
órbitas, lo han recogido cuando todavía respiraba. En cambio su
hermanito presentaba el tórax destripado, se podían distinguir las
costillas blancas más allá de los trozos de carne desgarrada. La madre
pudo apoyar sus manos sobre aquel pecho destapado, como si tratara de
arreglar algo.<br>
<br>
Un ulterior crimen y nuestro enésimo luto personal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
El ejército israelí sigue tomando como objetivos las ambulancias.
Después de un médico y un enfermero muertos en Jabaliya hace 4 días,
ayer les ha tocado a un amigo nuestro, Arafa Abed A’l Dayem, 35 años,
que deja 4 hijos. Hacia las ocho y media de la mañana hemos recibido
una llamada de la ciudad de Gaza, dos civiles muertos por la
ametralladora de un tanque; una de nuestras ambulancias de <st1:PersonName
productid="la Media Luna" w:st="on">la Media Luna</st1:PersonName>
Roja ha acudido al lugar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Arafa y un enfermero han cargado los dos heridos sobre la ambulancia,
han cerrado las puertas listos paracorrer hacia el hospital, cuando han
sido alcanzados de lleno por un proyectil disparado por un tanque. El
golpe ha decapitado a uno de los heridos y también ha matado a nuestro
amigo; el enfermero ha sobrevivido pero ahora es hospitalizado en el
mismo hospital donde trabaja. Arafa, maestro elemental, se ofreció como
voluntario paramédico cuando hacia falta de personal. Estamos bajo una
lluvia de bombas, nadie les hubiera llamado ante una situación así de
alto riesgo. Arafa se presentó solo, y trabajó consciente de los
peligros, convencido que más allá de su familia también había otros
seres humanos que defender, que socorrer. Nos faltan sus bromas, su
irresistible y contagioso sentido de humor que también alegraba todo el
hospital A’Auda de Jabaliya en sus horas más oscuras y dramáticas,
cuando son más los muertos y los heridos que llegan, y nos hace sentir
casi culpables, inútiles por no haber podido hacer algo para salvarlos,
aplastado como somos por una fuerza mortal inexorable, la máquina de
matar del ejército israelí. Alguien tiene que parar esta matanza, he
visto cosas en estos días, oído estruendos, olido desechos pestilentes,
que si tuviera algún día alguna descendencia, no tendría nunca el ánimo
de transmitir. ¿Hay fuera alguien? La desolación de sentirse aislados
en el abandono es igual a la vista de un barrio de Gaza después de los
abundantes ataques aéreos. El sábado por la tarde me han conectado por
teléfono con la calle de Milán durante una manifestación, he pasado a
mi vez al móvil a los heroicos médicos y enfermeros con que estamos
trabajando, los he visto animarse por un breve instante. Las
manifestaciones en todo el mundo demuestran que todavía alguien existe
con opinión, pero las manifestaciones no son todavía bastante grandes
para ejercer la presión necesaria para que los gobiernos occidentales
obliguen a arrinconar a Israel, a asumir sus responsabilidades por los
crímenes de guerra y contra la humanidad. Muchísimas son las mujeres
embarazadas aterrorizadas que en estas horas están dando a la luz fruto
de partos prematuros. He acompañado personalmente a tres a parir. Uno
de estas, Samira, en el séptimo mes, ha dado a la luz a un espléndido
crío llamado Ahmed. Corriendo con ella hacia el hospital de Auda y
dejándonos detrás de los espejos retrovisores el escenario de muerte y
destrucción dónde poco antes estábamos recogiendo cadáveres, he pensado
por un instante que esta vida a punto de florecer pudiera ser el buen
augurio para un futuro de paz y esperanza. La ilusión se ha disuelto
con el primer cohete que ha caído a lado de nuestra ambulancia,
volviendo de Auda al centro de Jabaliya. Estas madres coraje traen
tristemente al mundo a criaturas que observan la primera luz en sus
ojos, más allá el verde de los tanques, los jeep y los relámpagos
intermitentes que preceden los estallidos. ¿Qué perspectivas de vida
les esperan a estos críos que desde el primero instante de su
nacimiento advierten sufrimiento y gritos de desgracia?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"
style="margin: 0cm 0cm 3.45pt; line-height: 11.1pt; text-align: justify;"><span
style="font-size: 9pt; color: rgb(51, 51, 51); font-family: Arial;"><br>
Seguimos siendo humanos.</span></p>
</font></div>
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