<div>El lunes pasado en nuestra reunión semanal las mujeres de negro de Sevilla estuvimos reflexionando sobre este asunto. Coincidimos con Sofia, pero queremos seguir reflexionando y enriqueciendo el debate. Para ello tenemos prevista una reunión abierta con las amigas que colaboran con nosotras y todas aquellas mujeres que desean ir al Sahara. Nuestra filosofía siempre ha sido tejer puentes , escuchar desde el respecto e ir sumando en este largo y lento proceso.</div>
<div>Besos a todas.</div>
<div>Carmen</div>
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<div>El 22 de octubre de 2008 15:00, <a href="mailto:SOFIFISO@terra.es">SOFIFISO@terra.es</a> <span dir="ltr"><<a href="mailto:SOFIFISO@terra.es">SOFIFISO@terra.es</a>></span> escribió:<br></div>
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<blockquote class="gmail_quote" style="PADDING-LEFT: 1ex; MARGIN: 0px 0px 0px 0.8ex; BORDER-LEFT: #ccc 1px solid"><br><br><br>Hace muchos días que tengo escrito lo que abajo os envío, pero las<br>cosas a hacer se acumulan y suelo dar prioridad a lo más urgente o que<br>
considero más importante.<br>Este debate abierto en la red me parece muy importante pero no tan<br>urgente como para dejar otras cosas que sí lo son, entre otras, temas<br>familiares que tienen que ver con necesidades concretas de personas<br>
cercanas.<br>Y además temo un poco a la dinámica que se crea, a veces, en internet<br>cuando empezamos a debatir. Porque se pierde de vista que a todas nos<br>interesa aprender, compartir, y no solo imponer nuestro criterio. Y<br>
esto último es lo casi siempre me parece.<br><br>Os lo envío tal como estaba pensado antes del 2º texto de Idoia, al<br>que de momento no he podido dar respuesta porque necesito asimilarlo:<br><br>Primero fueron las MdN de Madrid las que escribieron algo sobre el<br>
Sahara que me dejó un poco extrañada, pensativa… Enseguida llegó el<br>texto de Idoia. A ella le contesté una nota personal sobre este tema y<br>otra anterior que me había sido devuelta, sobre el tema vasco. Entre<br>otras cosas le decía que está bien, a veces, dar motivos para la<br>
reflexión y a eso me invitaban sus palabras. Y quería hacerlo con mis<br>mujeres de negro. Claro, siempre hay más cosas y hay debates que se<br>empiezan pero siguen abiertos sin llegar a conclusiones claras en algún<br>tiempo… Luego, antes de digerirlo, llegó el de Mariela.<br>
Se ve que nuestros ritmos son diferentes, y más a medida que nos<br>hacemos mayores. Lo digo porque en mi caso el ritmo vital cada día es<br>más lento, y no me disgusta. Pero tenéis que saberlo, para no<br>malinterpretar. Yo necesito tiempo, especialmente para algunas cosas, y<br>
sobre todo para poder hablar desde mí misma una vez que recibo<br>información nueva, propuestas, sugerencias… que me obligan a<br>resituarme, es decir, a calibrar la idea que tenía sobre el tema en<br>cuestión a la vista de las distintas visiones que recibo. Para, o bien<br>
moverme desde la posición anterior si las aportaciones me animan o<br>convencen, o bien explicar/me las razones para no hacerlo. Creo que<br>algo parecido nos pasa a todas, pero en esta ocasión me apetece hablar<br>desde mí misma.<br>
Quiero compartirlas con vosotras, sin más ánimo que intentar aportar<br>algo más sobre todo lo dicho<br><br>Ya cuando invitamos a las mujeres saharauis al Enc. Inter. De<br>Valencia, en Sevilla dimos muchas vueltas a todo lo que apunta Idoia,<br>
porque vimos que no íbamos a poder encontrar mujeres que no fueran<br>portavoces – de una u otra forma – del frente Polisario, por muy<br>feministas que se considerasen.<br>Lo que convinimos en aquel momento es que es muy difícil – por no<br>
decir imposible – que en la situación de precariedad en que viven estas<br>mujeres, no se ponga en primer término, tanto para ellas como para<br>ellos, la lucha por un – su anterior – territorio. Y ya sabemos, aunque<br>no tal vez por experiencia propia, que cuando las necesidades básicas y<br>
primarias no están resueltas es difícil ocuparse en otras. Por muy<br>urgentes o importantes que desde fuera se vean, las veamos.<br><br>También sabemos de la fuerza de las mujeres saharauis, y del<br>matriarcado que sostienen en la precariedad de ese desierto sin<br>
condiciones para la vida cotidiana. Y entendemos (tendría que hablar en<br>singular, pero a veces creo hablar en nombre de mi grupo por todo lo<br>que hemos debatido esto anteriormente, así que se me escapa el<br>plural…lo siento si alguna de Sevilla difiere de lo que digo y está en<br>
su derecho) que, a su modo y dentro de sus posibilidades, ellas llevan<br>adelante su propia lucha como mujeres. Como pueden, con muchos<br>esfuerzos desde luego, eso es seguro.<br><br>Estos razonamientos, y otros que ahora no sabría explicar brevemente,<br>
nos animaron a invitarlas a Valencia, venciendo, o guardándonos,<br>nuestras reservas. Y lo hicimos especialmente para intentar tender<br>algún puente entre ellas y las marroquíes, desde la intimidad y casi el<br>secreto para no ponerlas en aprieto ante sus respectivos poderes, pues<br>
sabemos las dificultades que pueden encontrar dentro de su propio país<br>si toman iniciativas públicas de este tipo, especialmente las<br>marroquíes.<br>En nuestra Red Internacional siempre se ha dado una gran importancia a<br>
la creación de puentes entre mujeres de diferentes etnias, religiones,<br>países, etc. que el propio gobierno considera enemigas. Y por eso nos<br>pareció que podíamos hacer algo al respecto. Los primeros pasos son los<br>
más delicados y difíciles y no todo el mundo debía verlos, bastaba con<br>que se dieran. Romper el hielo, conocerse, reconocerse entre ellas era<br>lo más urgente.<br>Y no tenemos que forzar nada tampoco ahora, ellas sabrán cuándo y cómo<br>
pueden seguir haciendo su trabajo. Los procesos son de cada cual, ¿<br>quién soy yo para exigir nada a ninguna mujer, si ya me cuesta lo mío<br>definirme y situarme…? Lo más que podemos es ayudar, servir de nexos si<br>lo piden.<br>
<br>La petición que ahora nos hacen las mujeres saharauis de acompañarlas<br>a la marcha contra el muro – otro más, sobre el que yo no tenía<br>noticias porque creía que era puramente simbólico y no físico y minado,<br>como ahora sé que es – es a Mujeres de Negro y es continuación del<br>
trabajo iniciado entonces, por nosotras. Es aquí, especialmente, donde<br>me sitúo para decir que como tales debemos acudir.<br>Así es como lo siento.<br>Y si ellas se equivocan en su camino de construcción de la nación ( o<br>
lo que sea que hagan) saharaui, esa es su apuesta y su riesgo, yo no<br>soy quien para cortarle el camino con consejos que parten de mi<br>experiencia o mi reflexión. Ni siquiera a las hijas podemos ni debemos<br>evitarles muchos errores que sabemos van a cometer, es su derecho a<br>
equivocarse. Y mira que duele verlas sufrir…<br><br>Con todo mi cariño<br>Sofía<br><br><br><br>Ahora también puedes acceder a tu correo Terra desde el móvil.<br>Infórmate pinchando aquí.<br><br><br>_______________________________________________<br>
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