<html>
<head>
<meta http-equiv="content-type" content="text/html; charset=ISO-8859-1">
</head>
<body bgcolor="#FFFFFF" text="#000000">
<font face="sans-serif" size="3">La información que recibimos por
los
medios es vomitiva.</font>
<br>
<font face="sans-serif" size="3">Si alguno tiene noticia de que
cualquiera
de los múltiples 'personajes' citados ha puesto una querella por
calumnias,
que lo diga por favor.</font>
<br>
<br>
<font face="sans-serif" size="3">salud</font>
<br>
<font face="sans-serif" size="3">luis</font>
<br>
<font size="3"><br>
<b>Falla el golpe de Obama en Venezuela</b></font>
<br>
<font size="3">por Thierry Meyssan - Red Voltaire</font>
<br>
<br>
<font size="3">Una vez más, la administración Obama trata de cambiar
por la fuerza un régimen que se resiste a sus designios. El 12 de
febrero
de 2015, un avión propiedad de Academi (ex Blackwater) disfrazado
con las
insignias de las fuerzas armadas de Venezuela debía bombardear el
palacio
presidencial de Caracas para eliminar físicamente al presidente
Nicolás
Maduro. Los conspiradores tenían previsto poner en el poder a la
ex diputada
María Corina Machado y hacerla aclamar de inmediato por varios ex
presidentes
latinoamericanos.<br>
</font>
<br>
<font size="3">El presidente Obama había emitido un claro aviso. Lo
puso
por escrito en su nueva doctrina de defensa (National Security
Strategy):
«Estamos del lado de los ciudadanos cuyo pleno ejercicio de la
democracia
está en peligro, como los venezolanos». Siendo Venezuela, desde la
adopción
de la Constitución de 1999, uno de los Estados más democráticos
del mundo,
esa frase presagiaba lo peor en materia de intentos destinados a
impedir
su marcha por el camino de la independencia y la redistribución de
la riqueza
nacional.</font>
<br>
<font size="3"><br>
Era el 6 de febrero de 2015. Washington terminaba de planificar el
derrocamiento
de las instituciones democráticas de Venezuela. El golpe de Estado
estaba
planificado para el 12 de febrero.<br>
La «Operación Jericó» contaba con la supervisión del Consejo de
Seguridad
Nacional (NSC), bajo la responsabilidad de Ricardo Zúñiga. Este
«diplomático»
es el nieto de otro Ricardo Zúñiga, el presidente del Partido
Nacional
de Honduras que organizó los golpes militares de 1963 y de 1972 a
favor
del general López Arellano. El Ricardo Zúñiga que ahora trabaja en
la Casa
Blanca dirigió desde 2009 hasta 2011 la estación de la CIA en La
Habana,
donde reclutó agentes y los financió para fabricar una oposición
contra
Fidel Castro a la vez que negociaba la reanudación de las
relaciones diplomáticas
con Cuba, finalmente anunciada en 2014.</font>
<br>
<font size="3"><br>
Como siempre en ese tipo de operaciones, Washington se esfuerza
por no
parecer implicado en los acontecimientos que sin embargo dirige.
La CIA
organiza y dirige a los golpistas a través de organizaciones
supuestamente
no gubernamentales: la NED (National Endowment for Democracy) y
sus dos
tentáculos de derecha, el International Republican Institute (IRI)
y de
izquierda, el National Democratic Institute (NDI); la Freedom
House y el
International Center for Non-Profit Law.</font>
<br>
<font size="3"><br>
Además, Estados Unidos siempre recurre a sus aliados utilizándolos
como
contratistas en ciertos aspectos del putsch. Esta vez participaron
al menos
Alemania –a cargo de la protección de los ciudadanos de los países
de
la OTAN durante el golpe–, Canadá –a cargo del control del
aeropuerto
internacional civil de Caracas–, Israel –encargado de garantizar
los
asesinatos de varias personalidades chavistas– y el Reino Unido –a
cargo
de la propaganda de los golpistas. Finalmente, también moviliza
sus redes
políticas para que reconozcan a los golpistas: en Washington, el
senador
Marco Rubio; en Chile, el ex presidente Sebastián Piñera; en
Colombia,
los ex presidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana; en
México, los
ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox; en España, el ex
presidente
del gobierno José María Aznar.</font>
<br>
<font size="3"><br>
Para justificar el putsch, la Casa Blanca había estimulado grandes
empresas
venezolanas a retener en sus almacenes enormes cantidades de
productos
de primera necesidad. La no distribución de esos productos tenía
como objetivo
provocar grandes colas ante los comercios y el estallido de
motines estimulados
por la acción de provocadores infiltrados entre los consumidores
descontentos.
La maniobra fracasó ya que, a pesar de la escasez artificialmente
provocada
durante enero y febrero y de las colas ante las tiendas, los
venezolanos
nunca llegaron a atacar los comercios.<br>
Para reforzar el sabotaje económico, el presidente Obama había
firmado,
el 18 de diciembre de 2014, una ley que impone sanciones contra
Venezuela
y contra varios de sus dirigentes. Oficialmente, Washington decía
querer
sancionar a las personalidades responsables de la represión contra
manifestaciones
estudiantiles. En realidad, desde el inicio del año, Washington
estaba
pagando un salario -4 veces superior al ingreso medio de los
venezolanos–
a los miembros de pandillas que se dedicaban a agredir a las
fuerzas del
orden. Estos falsos estudiantes asesinaron a 43 personas en varios
meses
y sembraban el terror en las calles de Caracas.</font>
<br>
<font size="3"><br>
El ex número 2 de la ISAF en Afganistán, general Thomas W. Geary,
actualmente
al mando de la inteligencia del SouthCom.La acción militar estaba
bajo
la supervisión del general Thomas W. Geary, desde la sede del
SouthCom
en Miami, y de Rebecca Chavez, desde el Pentágono. Como
subcontratista
de la parte militar del golpe aparecen el ejército privado Academi
(ex
Blackwater); una firma actualmente administrada por el almirante
Bobby
R. Inman (ex jefe de la NSA) y John Ashcroft (ex secretario de
Justicia
de la administración Bush).<br>
Según esa parte del plan, un avión militar Super Tucano, matrícula
N314TG,
comprado por Academi en Virginia, en 2008, para asesinar a Raúl
Reyes,
número 2 de las FARC colombianas, avión falsamente identificado
con las
insignias de las fuerzas armadas de Venezuela, debía bombardear el
palacio
presidencial de Miraflores y otros objetivos entre los que se
encontraban
la sede del ministerio de Defensa, la dirección de Inteligencia y
la sede
de TeleSur, el canal de televisión multinacional creado por el
ALBA. El
avión se hallaba en Colombia, el cuartel general de los putchistas
había
sido instalado en la embajada de Estados Unidos en Bogotá –la
capital
colombiana– con la participación del embajador estadounidense
Kevin Whitaker
y de su segundo, Benjamin Ziff.<br>
Varios oficiales superiores, activos y retirados, habían grabado
de antemano
un mensaje a la Nación anunciando que habían tomado el poder para
restaurar
el orden en el país. También estaba previsto que suscribirían el
plan de
transición, publicado en la mañana del 12 de febrero de 2015 en el
diario
El Nacional y redactado por el Departamento de Estado
estadounidense. El
plan incluía la formación de un nuevo gobierno, encabezado por la
ex diputada
María Corina Machado.</font>
<br>
<font size="3"><br>
El golpe de Estado pondría en el poder a María Corina Machado. El
26 de
enero de 2015, la ex diputada recibía en Caracas a sus principales
cómplices
extranjeros.María Corina Machado fue presidenta de Súmate, la
asociación
que organizó y perdió el referéndum revocatorio contra el
presidente Hugo
Chávez Frías, en 2004, utilizando para ello –ya en aquel momento–
los
fondos de la NED (National Endowment for Democracy) y los
servicios del
publicista francés Jacques Seguela. A pesar de aquella derrota,
María Corina
Machado fue recibida con honores por el presidente George W. Bush
en el
Buró Oval de la Casa Blanca el 21 de marzo de 2005. Después de ser
electa
en 2011 como representante del Estado de Miranda, el 21 de marzo
de 2014
María Corina Machado se presentó ante la Organización de Estados
Americanos
(OEA) como jefa de la delegación de Panamá a ese foro continental
y fue
inmediatamente destituida de su cargo de diputada por haber
violado así
los artículos 149 y 191 de la Constitución de Venezuela.</font>
<br>
<font size="3"><br>
Para facilitar la coordinación del putsch, María Corina Machado
organizó
en Caracas, el 26 de enero, un coloquio denominado «Poder
ciudadano y Democracia
hoy», en el que participaron la mayoría de las personalidades
venezolanas
y extranjeras vinculadas a la intentona golpista.</font>
<br>
<font size="3"><br>
¡Mala suerte! La Inteligencia Militar venezolana estaba vigilando
a las
personalidades sospechosas de haber fomentado un complot anterior
para
asesinar al presidente Maduro. En mayo de 2014, el fiscal de
Caracas había
acusado a María Corina Machado, el gobernador Henrique Salas
Romer, el
ex diplomático Diego Arria, el abogado Gustavo Tarre Birceño, el
banquero
Eligio Cedeño y el hombre de negocios Pedro M. Burelli, quienes
negaron
haber escrito sus propios e-mails afirmando que habían sido
falsificados
por la Inteligencia Militar. Por supuesto, todos eran cómplices.<br>
Al seguir la pista de estos conspiradores, la Inteligencia Militar
descubrió
la «Operación Jericó». En la noche del 11 de febrero, los
principales líderes
de la conspiración y un agente del Mosad israelí fueron arrestados
y se
reforzó la protección aérea de la capital venezolana. Otros
implicados
fueron arrestados el 12 de febrero. El día 20, las confesiones de
los arrestados
permitieron la detención de otro cómplice: el alcalde de Caracas,
Antonio
Ledezma.</font>
<br>
<font size="3"><br>
El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, era el agente de enlace
con Israel.
Ledezma había viajado secretamente a Tel Aviv, el 18 de mayo de
2012, para
reunirse con el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu y con
el ministro
de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman actuando como
representante
del jefe de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski.El
presidente
Nicolás Maduro compareció de inmediato en televisión denunciando a
los
conspiradores [1]. Mientras tanto, en Washington, la portavoz del
Departamento
de Estado hacía reír a los periodistas que recordaban el golpe de
Estado
organizado por Obama en 2009 en Honduras o más recientemente, en
enero
de 2015, en la intentona golpista de Macedonia, al declarar: «Esas
acusaciones,
como todas las anteriores, son ridículas. Es una política de hace
tiempo,
Estados Unidos no apoya las transiciones políticas por medios no
constitucionales.
Las transiciones políticas deben ser democráticas,
constitucionales, pacíficas
y legales. Hemos visto varias veces que el gobierno venezolano
trata de
desviar la atención de sus propias acciones acusando a Estados
Unidos u
otros miembros de la comunidad internacional por los
acontecimientos en
el interior de Venezuela. Esos esfuerzos reflejan falta de
seriedad de
parte del gobierno de Venezuela al enfrentar la grave situación
que está
confrontando.»<br>
Para los venezolanos, este golpe de Estado abortado plantea un
grave dilema:
¿Cómo mantener la democracia cuando los principales líderes de la
oposición
están en la cárcel por haber preparado crímenes en contra de la
democracia?</font>
<br>
<font size="3"><br>
Para quienes aún creen, erróneamente, que Estados Unidos ha
cambiado, que
ese país ha dejado de ser una potencia imperialista y que ahora
defiende
la democracia en el mundo, la «Operación Jericó» es un obligado
tema de
reflexión.</font>
<br>
<font size="3"><br>
<b>Estados Unidos contra Venezuela </b><br>
En 2002, Estados Unidos organizó un golpe de Estado contra el
presidente
democráticamente electo Hugo Chávez Frías [2] y posteriormente
asesinó
al juez venezolano a cargo de la investigación, Danilo Anderson
[3]. <br>
En 2007, Estados Unidos intentó un cambio de régimen organizando
en Venezuela
una «revolución de color» con la participación de grupos
trotskistas [4].
<br>
En 2014, Estados Unidos pareció renunciar a su objetivo y respaldó
grupos
anarquistas que realizaron innumerables actos vandálicos para
desestabilizar
Venezuela, lo que los venezolanos llaman la Guarimba [5].</font>
<br>
<font size="3"><br>
Thierry Meyssan </font>
<br>
<br>
<font size="3">[</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186818.html#nh1"><font
color="blue" size="3"><u>1</u></font></a><font size="3">]
«</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186794.html"><font
color="blue" size="3"><u>Denuncia
de Nicolás Maduro sobre nueva intentona golpista en Venezuela</u></font></a><font
size="3">»,
<i>Red Voltaire</i>, 12 de febrero de 2015.</font>
<p><font size="3">[</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186818.html#nh2"><font
color="blue" size="3"><u>2</u></font></a><font size="3">]
«</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article120006.html"><font
color="blue" size="3"><u>Implicación
de las redes secretas de la CIA para derribar a Chávez</u></font></a><font
size="3">»,
por Thierry Meyssan, <i>Red Voltaire</i>, 18 de mayo de 2002.</font>
</p>
<p><font size="3">[</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186818.html#nh3"><font
color="blue" size="3"><u>3</u></font></a><font size="3">]
«</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article122886.html"><font
color="blue" size="3"><u>Nuestro
amigo Danilo Anderson asesinado en Caracas</u></font></a><font
size="3">»,
«</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article122887.html"><font
color="blue" size="3"><u>¿La
CIA detrás del asesinato de Danilo Anderson?</u></font></a><font
size="3">
», por Marcelo Larrea, <i>Red Voltaire</i>, 20 de noviembre y
20 de
noviembre de 2004. “</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article130830.html"><font
color="blue" size="3"><u>FBI
and CIA identified as helping Plan Venezuelan Prosecutor’s
Murder</u></font></a><font size="3">”,
por Alessandro Parma, <i>Voltaire Network</i>, 11 de noviembre
de 2005.</font>
</p>
<p><font size="3">[</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186818.html#nh4"><font
color="blue" size="3"><u>4</u></font></a><font size="3">]
«</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article158266.html"><font
color="blue" size="3"><u>Venezuela:
conclusion d’une année déterminante</u></font></a><font
size="3">», por Romain
Migus, <i>Réseau Voltaire</i>, 10 de octubre de 2008. Ver
también la respuesta
de Gene Sharp a nuestras acusaciones: « </font><a
moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article123805.html"><font
color="blue" size="3"><u>La
Albert Einstein Institution: no violencia según la CIA</u></font></a><font
size="3">»,
por Thierry Meyssan, <i>Red Voltaire</i>, 10 de febrero de
2005.</font>
</p>
<p><font size="3">[</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186818.html#nh5"><font
color="blue" size="3"><u>5</u></font></a><font size="3">]
«</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article182662.html"><font
color="blue" size="3"><u>Estados Unidos
contra Venezuela: la guerra fría se calienta</u></font></a><font
size="3">»,
por Nil Nikandrov, <i>Strategic Culture Foundation</i>, <i>Red Voltaire</i>,
12 de marzo de 2014. «</font><a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article183523.html"><font
color="blue" size="3"><u>Las
“guarimbas” de Venezuela: derecha embozada</u></font></a><font
size="3">»,
por Martín Esparza Flores, <i>Contralínea</i> (México), <i>Red
Voltaire</i>
, 28 de abril de 2014.</font>
<br>
<br>
<br>
<br>
<a moz-do-not-send="true"
href="http://www.voltairenet.org/article186818.html"><font
color="blue" face="sans-serif" size="2">http://www.voltairenet.org/article186818.html</font></a>
<br>
<font face="sans-serif" size="2"><br>
</font>
<br>
</p>
<pre class="moz-signature" cols="72">--
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia aparece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”</pre>
</body>
</html>