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<h1><a
href="http://www.publico.es/457057/rafael-poch-espana-esta-pagando-indirectamente-el-enorme-gasto-de-la-reunificacion-alemana">Rafael
Poch: "España está pagando indirectamente el enorme gasto de la
reunificación alemana"</a></h1>
<h2>El corresponsal de 'La Vanguardia' en Berlín analiza en 'La
quinta Alemania' cómo Merkel ha dinamitado el sistema
socio-laboral aprovechando el shock de la crisis</h2>
<br>
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<div class="contInfo alto">
<div class="contImagen"> <img
src="cid:part2.08080506.02050500@telefonica.net" alt="El
corresponsal de 'La Vanguardia' en Berlín, Rafael Poch, autor
de 'La quinta Alemania' (Icaria)." height="103" width="82"><b>El
corresponsal de 'La Vanguardia' en Berlín, Rafael Poch, autor
de 'La quinta Alemania' (Icaria).</b><span class="autor"></span>
<div class="fotoTexto"> </div>
</div>
</div>
<div id="cuerpoNoticia">
<p>Vivió durante dos décadas en Moscú y Pekín, donde ejerció como
corresponsal del diario <em>La Vanguardia</em>, antes de
instalarse en Berlín. Allí ha sido testigo de cómo la canciller,
Angela Merkel, está exportando a la Europa mediterránea el
"experimento alemán", iniciado por Helmut Kohl en la RDA y, tras
la reunificación, extendido por Gerhard Schröder a lo que había
sido la Alemania Occidental. </p>
<p>Básicamente, ha consistido en dinamitar el sistema
socio-laboral, aprovechando el <span style="font-style: italic">shock</span>
que ha supuesto la crisis para la ciudadanía, y en imponer el
pacto fiscal y el tope de deuda. <span style="font-weight:
bold">Rafael Poch</span> (Barcelona, 1956) explica la forja de
este modelo en su último libro, <em>La quinta Alemania</em> (<a
href="http://www.icariaeditorial.com/libros.php?id=1378">Icaria</a>),
escrito a tres manos junto a Ángel Ferrero y Carmela Negrete. </p>
<p><strong>Merkel es la diana de las críticas de los países del
sur por someterlos a la austeridad, pero usted sostiene que
las primeras víctimas han sido los propios ciudadanos
alemanes.</strong></p>
<p>Ha sido un movimiento en tres tiempos, que parte de la
reunificación. En primer lugar, Alemania llegó tarde al proceso
que se conoce como Gran Divergencia o Gran Desigualdad. Es
decir, a lo que en el mundo anglosajón comenzó a finales de los
setenta, con Carter y Reagan en Estados Unidos y con Thatcher en
Reino Unido, y que más tarde se exportó de una u otra forma al
resto de Europa. En esa operación, Alemania se retrasó porque
estaba en primera línea de la Guerra Fría y tenía enfrente una
Alemania alternativa, la RDA, con la que mantenía una
competición en lo social. La RFA debía serlo tanto como su
enemigo histórico, lo que condicionó al <span
style="font-style: italic">establishment</span> y determinó la
economía social de mercado. En 1990, eso se disuelve, por lo que
el poder se siente con las manos libres y decide ponerse a tono
rápidamente con el resto del mundo. El problema es que esto lo
empieza a aplicar en el Este, donde se produce un desmonte
industrial sin precedentes y se aplican nuevas relaciones
laborales. Y, al mismo tiempo, se gasta una ingente cantidad de
dinero, unos dos billones de euros, en la absorción de la RDA.
Un fardo que lastra la economía y la política alemana. </p>
<div class="ladillo">"Los asalariados alemanes sufren mucho y sólo
salen ganando los ricos" </div>
<p>Diez años después, en 2000, entramos en el segundo momento de
esta operación. Por un lado, la Estrategia de Lisboa de la UE,
que es una agenda neoliberal para Europa. Por otro, tres años
después, la Agenda 2010 del canciller socialdemócrata Schröder,
que extiende al conjunto de Alemania las relaciones laborales
que se habían introducido ya en el Este, basadas en la
precariedad. </p>
<p>Esto nos lleva a la eurocrisis actual y, con Merkel, llegamos
al tercer episodio, cuando Alemania exporta al resto de Europa
esa agenda como modelo, en el contexto de la crisis.</p>
<p><strong>Y, en el camino, los alemanes también han salido
perdiendo.</strong></p>
<p>Los asalariados sufren mucho en este proceso y salen ganando
los ricos y las grandes empresas. Al mismo tiempo, con esta
agenda se consigue una competitividad (que no ha sido lograda a
base de productividad e innovación sino de recortar costes
salariales, lo que se llama <span style="font-style: italic">dumping
</span>salarial) que deja fuera de juego al resto de las
economías de Europa. Después de Maastricht, ya no estamos en un
marco de economías nacionales sino en un mercado común con una
moneda única. Por tanto, tú ya no puedes practicar una política
económica nacional (por ejemplo, el citado <span
style="font-style: italic">dumping</span> salarial) sin
perjudicar a tus socios.</p>
<p><span style="font-weight: bold">¿</span><strong>Han terminado
pagando España, Grecia y Portugal el alto coste de la
reunificación alemana?</strong></p>
<p>Indirectamente, sí. El enorme gasto de la reunificación fue uno
de los grandes elementos que determinaron que Alemania
practicara una política económica y monetaria muy agresiva.</p>
<p><strong>¿Es tal el "milagro del empleo alemán" o responde a la
proliferación de trabajos precarios, mal pagados y a tiempo
parcial? ¿Cuajará la fórmula en España?</strong></p>
<p>En Alemania no ha habido ningún milagro del empleo, aunque el
Gobierno lo airea así. Medido en horas, se trabaja lo mismo que
en 1990. No hay más trabajo sino que se ha repartido entre más
gente. Al precarizarse, con esos sueldos tan exiguos esos
ciudadanos no llegan a fin de mes y viven en parte de los
salarios y, muchos de ellos, de las ayudas sociales. Es un
estadio posiblemente mejor que el paro, pero no es un modelo. </p>
<div class="ladillo">"En Alemania no ha habido ningún milagro del
empleo. Simplemente se ha precarizado y repartido entre más
gente" </div>
<p>¿Se puede trasladar éste a España? Bueno, es como comparar
peras con manzanas. Alemania es una economía industrial y
exportadora muy potente que ha podido plantear una estrategia de
este tipo, errónea o no. En España se está recortando en nombre
de pagar las deudas de los bancos, no hay ninguna estrategia
detrás.</p>
<p>Respecto al futuro de los <span style="font-style: italic">minijobs</span>
en España (entendidos como explotación, bajo salario y
feudalismo laboral), ya los teníamos antes de todo esto. Le
están poniendo nombre a una relación laboral que en España es
tradicional.</p>
<p><strong>Si Alemania aprieta, las exportaciones al resto de
países de la UE se ahogan. ¿Cómo ha previsto su Gobierno
vadear este problema?</strong></p>
<p>Lo que ha dejado de vender en el sur de Europa lo ha compensado
con creces en los BRICS, en Estados Unidos y en Europa del Este.
Si la coyuntura global no se enfría, puede funcionar, pero como
ocurra las exportaciones pueden hundirse con facilidad. En China
ya hay síntomas de ello y en el resto del mundo la situación es
incierta.</p>
<p><strong>Paralelamente, la pérdida del poder adquisitivo en la
propia Alemania frena las importaciones desde los países del
sur.</strong></p>
<p>No todo el trabajo está precarizado. El sector exportador
alemán, las joyas de la corona, siguen teniendo unas relaciones
laborales decentes. Lo que pasa es que se ha creado un segundo
mercado laboral enorme, sobre todo en el sector servicios. Ahí
es donde realmente la gente está muy mal pagada y, por lo tanto,
son malos consumidores. Por eso el consumo interno alemán es
raquítico y no tiene ningún efecto de arrastre sobre el resto de
Europa, siendo el país más poblado de la zona euro. La
precarización laboral tiene consecuencias en la configuración
general de la economía: bajo consumo, compra de productos
baratos y, por extensión, fabricación de artículos con poco
valor añadido. Esto está empezando, pero tiene un gran futuro a
medio y largo plazo.</p>
<p><strong>¿Cree que los mensajes apocalípticos de los gobernantes
alemanes o españoles respecto a la insostenibilidad de los
servicios sociales responden a una campaña propagandística?</strong></p>
<div class="ladillo">"Las situaciones de gran desconcierto social
son idóneas para imponer agendas impopulares" </div>
<p>Totalmente. La financiación de los servicios sociales bebe de
diversas fuentes: la situación demográfica, la productividad, el
sistema fiscal... La ideología neoliberal pretende anularlos,
sólo se fija en la demografía menguante y, a partir de ahí, saca
conclusiones definitivas. En este contexto, hay que recordar que
el estado social europeo nació y se desarrolló en una época
histórica en la que la pirámide social europea conoció el mayor
envejecimiento de la historia.</p>
<p><strong>¿Podría la canciller llevar a cabo lo que ha venido a
llamarse como "austericidio" sin el <em>shock</em> de la
crisis?</strong></p>
<p>Las situaciones de gran desconcierto social son idóneas para
imponer agendas impopulares. A una sociedad paralizada, que no
sabe y asustada es muy fácil venderle ese discurso: "Recortamos
porque hay consideraciones de fuerza mayor y no queda otra
alternativa".</p>
<p><strong>El crédito alemán alimentó la burbuja del ladrillo. ¿En
qué medida es Berlín responsable, dado que conocía en qué se
iba a invertir el dinero que prestaba, de la crisis económica
en España?</strong></p>
<div class="ladillo">"Tenemos un sistema financiero internacional
absolutamente insostenible e injusto" </div>
<p>El problema es convertir una situación sistémica (o sea, un
sistema ladrón y totalmente pasado de rosca como era y sigue
siendo el sistema financiero internacional) en una cuestión de
peleas entre naciones: las que hacen bien las cosas y las que
las hacen mal. Este discurso nacionalista o nacional-populista
es la alternativa a reconocer la realidad. Hay que afrontar que
tenemos un sistema financiero internacional absolutamente
insostenible e injusto. </p>
<p>Los españoles creamos la burbuja, que era lo que Franco nos
enseñó a hacer y hemos seguido haciendo desde el posfranquismo
hasta hoy, y los alemanes financiaron eso, sin preguntar para
qué era el dinero. Simplemente pensaban dónde colocar sus
enormes excedentes comerciales allí donde les daban un punto
porcentual de interés más. Así, entre 2005 y 2008, bancos
alemanes y franceses colocaron en España 320.000 millones de
euros, gran parte de ellos en el sector inmobiliario. Por eso,
la responsabilidad, no ya del inmobiliario sino de esta crisis
sistémica, es general. Diría incluso que han tenido más culpa
los sectores financieros situados en el centro que los de la
periferia. Desde ese punto de vista, Estados Unidos, Alemania y
Reino Unido son más responsables que Grecia, Italia o España,
por más que no haya palabras para describir nuestra economía
política, el ladrillo.</p>
<p><strong>Alemania primero presta dinero para comenzar la casa
por el tejado, sin bases, lo que conduce a un estadio de
euforia y falsa riqueza en España. Luego, cuando se derrumba
el castillo, compra deuda. A los intereses iniciales
(superiores a los que obtendría en su propio país) se suman
ahora los que le reportan los bonos. ¿Ha sido así de
maquiavélico?</strong></p>
<div class="ladillo">Estados Unidos, Alemania y Reino Unido son
más responsables de la crisis que Grecia, Italia o España" </div>
<p>Ante la situación de penuria que había en España, los bancos
han preferido retirar a puertos seguros el poco capital español
que había, en lugar de destinarlo a dar créditos. Y el puerto
más seguro es el del bono alemán, con lo cual hemos tenido no
sólo una ruina por la situación que se creó en España sino
también una ruina agravada por la emigración hacia el norte del
capital que teníamos.</p>
<p><strong>Le decía que hace años se embolsaron los intereses del
crédito que alimentó la burbuja y luego, cuando se fastidió
todo, han comprado deuda española por los altos porcentuales
que le reportaba.</strong></p>
<p>No podemos hablar en pasado, porque esto es un presente. Los
bancos alemanes y franceses siguen empantanados en el sur de
Europa. Siguen teniendo mucho dinero en riesgo aquí y por eso
insisten en que todo se focalice al pago de esta deuda bancaria
a costa del sacrificio de las clases medias y bajas de los
países concernidos.</p>
<p><strong>Más allá de la deuda, ¿tiene Berlín la suficiente
envergadura política y económica para imponer su hegemonía en
la Unión?</strong></p>
<p>No. Es la gran conclusión: Alemania, siendo más poderosa que
sus vecinos, no lo es tanto como para ser el nuevo hegemón de
Europa, porque le falta potencia para eso. Si no hay una
corrección significativa, todo se derrumbará encima de Alemania
en forma de una disolución de la Unión Europea. Es una
perspectiva desintegradora.</p>
<p><strong>A la chita callando y pese al antimilitarismo de la
sociedad, los gobernantes alemanes han devuelto a su país a la
senda del imperialismo, que en última instancia busca el
control de los recursos energéticos y las materias primas de
otras naciones.</strong></p>
<div class="ladillo">"Si en 2009 hubiésemos tenido tres o cuatro
Grecias en Europa, el austericidio no habría tenido lugar" </div>
<p>Alemania era una sociedad alérgica al imperialismo, tras haber
sido protagonista de la ola imperialista más criminal de la
historia, pero a partir de los noventa eso ha cambiado, lo cual
es una pésima noticia. Sigue por detrás de Francia y Reino
Unido, pero progresivamente se está implicando más: mantiene
tropas en diversos lugares, es el tercer contingente en
Afganistán y cada vez habla con más desparpajo y menos vergüenza
de la necesidad de controlar los recursos globales... Es decir,
está aceptando el discurso estándar noratlántico en la materia.</p>
<p><strong>Usted considera que los movimientos de protesta que han
surgido en España son "exhibicionistas" (sobre todo en
internet), pero no "transformadores". ¿Qué elementos cree que
necesitan para cambiar el estado de las cosas?</strong></p>
<p>Dicho de una forma simple, si en 2009 hubiésemos tenido tres o
cuatro Grecias en Europa (es decir, países que hacen diecisiete
huelgas generales en dos años y donde surgen nuevas fuerzas
políticas de izquierda que amenazan con llegar al poder), esto
no habría tenido lugar, sencillamente se cortaría ahí. Hemos
tenido Grecia, sí, con un nivel de contestación muy fuerte, pero
eso no ha pasado en Italia, España o Portugal. Es un hecho. Otra
cosa es entrar a calificar al 15-M. Me voy a guardar muy mucho
de ningunear a estos movimientos. Es lo que tenemos, son
importantísimos y hay que cuidarlos, pero hoy por hoy son
demasiado poco. Se necesita más.</p>
<p><strong>Con "esto no habría tenido lugar", se refiere a los
recortes, ¿no?</strong></p>
<div class="ladillo">"En España ya había minijobs antes de la
reforma, simplemente le han puesto nombre a una relación laboral
tradicional" </div>
<p>Claro. Si Bruselas hubiese visto el peligro de la existencia de
tres o cuatro Syrizas en esos países, le entraría miedo y se
vería obligada a moderarse. Esto es un juego de fuerzas. Tú
metes metes el dedo en el ojo de la clase media y baja: si
reacciona gritando, no pasa nada; si da un puñetazo en la mesa,
es más alarmante; si te lo dan en las narices, ya estamos en
otro estadio. Y no se ha aplicado la fuerza necesaria... En
Grecia sí que se hizo, pero un solo país ha resultado
insuficiente para parar todo lo que se nos ha venido encima, ¿no
crees?</p>
</div>
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