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Os anexamos una entrevista introductoria a la jornada de
debate <br>
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<font color="#ff0000"><big><big><b><big>DÍA 20 ABRIL, SÁBADO
10h A 18h</big></b></big></big></font><br>
<b>C/ MARQUES DE CAMPOSAGRADO 22</b><br>
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<div dir="ltr"><img
src="cid:part5.07010108.06000305@cobas.org"
alt="Imatge en línia 1" width="472" height="666"><img
style="float: none; cursor: pointer;"
src="cid:part6.00010108.07060300@cobas.org"
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<strong>Sábado, 20 de abril de 2013</strong><strong>-
Barcelona, <font color="#ff0000">Marqués de Campo Sagrado,
22 (COBAS)</font> Organizado por Espai Marx</strong>
<p class="rtejustify">Cada vez que oímos que el capitalismo
está en las últimas, desde la izquierda, como el loco de
Córdoba en el prólogo de la segunda parte del Quijote,
murmuramos sin dejar caer la losa que llevamos sobre nuestra
cabeza: "Este es podenco, guarda". Hemos escarmentado a
palos. Con todas las precauciones, sin embargo, parece que
esta vez va en serio y "el fin está cerca" -hablando en
términos históricos-. Lo triste es que eso no tiene por qué
ser una buena noticia. No se deberá al advenimiento de una
nueva era más justa y sostenible, sino a que todas las
señales parecen indicar que el capitalismo ha chocado
finalmente con los límites físicos del planeta en su proceso
infinito de acumulación de capital, origen y motor del
crecimiento económico. Nos encontramos ante la confluencia
de todo un conjunto de crisis -energética, ecológica,
demográfica, alimentaria, económica...- que podríamos
englobar bajo la denominación de crisis de civilización. Las
respuestas tradicionales neoliberales, keynesianas o de
izquierda productivista parecen impotentes ante la
situación, lo que nos indica que será difícil una salida
estándar al callejón sin salida en el que nos encontramos.
Sin duda la salida más fácil ante un callejón sin salida es
simplemente darse la vuelta hasta encontrar otro cruce desde
el que continuar nuestro camino. O parafraseando la jerga
leninista con una heterodoxia esperamos que disculpable,
quizá debamos dar dos pasos atrás... y uno al lado para
empezar a cambiar de ruta. La opinión general entre la
ciudadanía, no obstante, parece ser que si presionamos con
la fuerza suficiente derribaremos el muro ante el que nos
encontramos y podremos seguir avanzando, no se sabe muy bien
hacia dónde. Sin embargo, el resultado más probable si
seguimos empujando es que nos sepulten los cascotes o, de
nuevo parafraseando una cita clásica más elegante, que
acabemos más cerca de la barbarie que del socialismo. Pero
nada está escrito en piedra. La naturaleza no negocia y
estamos inexorablemente obligados por las leyes de la
termodinámica, pero esto no implica que no sea posible
construir una nueva civilización basada en una relación más
armoniosa con la naturaleza en la que nos esforcemos por un
desarrollo auténticamente humano, esto es, dedicado más al
pleno desarrollo de las capacidades y relaciones humanas que
a la estricta posesión de bienes materiales -más allá de los
necesarios para resolver un conjunto de necesidades
básicas-. Nunca será un proceso cerrado porque el contenido
y la satisfacción de estas necesidades se encontrará siempre
en forcejeo constante con la naturaleza. De lo único que
estamos seguros es que no podrá tomar más la forma del
consumismo dominante actualmente en el mundo occidental.
Pero que digamos que esto es posible no nos da muchas pistas
sobre cómo conseguirlo. Hace unos 40 años que empezaron a
hacerse evidentes los problemas de un crecimiento infinito
en un mundo finito y desde determinados sectores de la
izquierda empezaron a elaborarse propuestas. ¿Qué balance
podemos hacer de su implantación? Insuficiente, cuanto
menos. ¿Es posible avanzar en esta línea? Este debería ser
uno de los objetivos de nuestra charla, explorar estas
posibilidades. Empecemos, no obstante, con un brevísimo
repaso a alguna de las crisis que nos atenazan.</p>
<p class="rtejustify"> <strong>Energía: la humanidad consume
cada año tantos combustibles fósiles como los que la
naturaleza produce en un millón de años</strong> En última
instancia -casi- toda la energía que utilizamos procede del
Sol. A lo largo de la historia las sociedades humanas han
sabido idear los medios más ingeniosos para capturarla y
aprovecharla: uso de biomasa -alimentación humana y animal,
leña...-, del viento -transporte a vela y molinos-, de las
corrientes de agua -molinos, batanes, ferrerias-, y un no
muy extenso etcétera. El momento de desarrollo y máximo
esplendor del capitalismo se corresponde, no obstante, a la
máxima explotación de una fuente de energía producto de un
lento proceso de millones de años de almacenamiento de la
energía producto de la fotosíntesis, los combustibles
fósiles: carbón en la primera revolución industrial y más
tarde petróleo y gas. Esto ha permitido, para bien y para
mal, un desarrollo económico y tecnológico sin parangón en
la historia de la humanidad. Y por primera vez un sistema
socioeconómico ha llegado a ser absolutamente hegemónico en
todos los rincones del planeta. Respecto a la energía, un
concepto clave a retener es el de Tasa de Retorno Energético
(TRE), es decir, la cantidad de energía utilizada para
conseguir energía. Se considera que para que una sociedad
sea viable es necesaria una TRE mínima de 10:1. La TRE del
petróleo era de 100:1 en los años 30 del siglo XX.
Actualmente está por debajo de 20:1 y descendiendo. No se
trata de que 'el petróleo se acabe', como muchas veces se
entiende el concepto de 'pico del petróleo', sino que el que
queda es más difícil de extraer por problemas geológicos,
tecnológicos y económicos y por tanto tiene una TRE menor.
El uso del carbón, a pesar de la imagen 'steam-punk' que nos
sugiere, no ha dejado de crecer en los últimos decenios,
pero no parece que su pico esté mucho más lejano que el del
petróleo -en términos históricos, hay que insistir- y el
gas, a pesar de ser la gran esperanza blanca del sistema
gracias a tecnologías conocidas de hace mucho pero poco
utilizadas hasta hace poco por su bajo rendimiento y
excesivo coste, como el fracking, no parece que permita la
pervivencia del modelo actual energético muchos decenios más
allá. Ninguna de las demás fuentes de energía, ni siquiera
combinadas todas ellas entre sí, nos permitirá mantener el
consumo del que gozamos en las sociedades occidentales. La
respuesta tradicional suele ser, cuando no recurrimos a la
magia de imaginar que alguna nueva y milagrosa fuente de
energía aparecerá por ensalmo, es que nuevas tecnologías nos
permitirán aprovechar mejor las fuentes de energía o que, en
última instancia, será posible una cierta
'desmaterialización' de la economía. Como respuesta hay que
recordar, en primer lugar, que tecnología no es energía.
Como escribía recientemente Tim Morgan, el jefe de
investigación de una empresa de brokers inglesa, "la
tecnología <em>usa </em>energía, no la crea. Esperar que
la tecnología nos proporcione una respuesta sería
equivalente a encerrar a las mejores mentes científicas en
la cámara acorazada de un banco, proporcionarles un poder de
computación enorme y vastas cantidades de dinero, y esperar
que creen un bocadillo de jamón". La desmaterialización de
la economía, por su parte, es una utopía capitalista que
tiene pocas visas de llegar nunca a concretarse. Pocas
personas en nuestro país nos pueden ayudar a profundizar
tanto en esta problemática como nuestro invitado a la
primera sesión. <a moz-do-not-send="true"
href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Prieto"
target="_blank">Pedro Prieto</a>, ingeniero técnico, es
uno de los principales divulgadores sobre el pico del
petróleo. Traductor de autores como Richard Duncan y Richard
Heinberg, Pedro es actualmente vicepresidente de la
Asociación Española para el Estudio de los Recursos
Energéticos (AEREN). Es también miembro de Científicos por
el Medio Ambiente (CiMA) y del consejo internacional de ASPO
(The Association for the Study of Peak Oil and Gas), la
organización internacional más importante que investiga el
pico del petróleo. Coeditor del blog <a
moz-do-not-send="true"
href="http://es-mg42.mail.yahoo.com/neo/www.crisisenergetica.org/"
target="_blank">www.crisisenergetica.org/</a>, Pedro
Prieto ha publicado recientemente con Charles Hall,
probablemente el mayor experto mundial en TRE, el libro <em><a
moz-do-not-send="true"
href="http://www.amazon.com/Spains-Photovoltaic-Revolution-Investment-SpringerBriefs/dp/144199436X"
target="_blank">Spain's Photovoltaic Revolution: The
Energy Return on Investment</a></em><strong>.</strong></p>
<p> <strong>Ecología: sexta gran extinción, cambio climático
antropogénico, agotamiento del agua potable, pérdida de
tierras cultivables... ¿Puede sobrevivir la humanidad a
los desastres que ella misma genera?</strong></p>
<p class="rtejustify">Paradójicamente, parte del movimiento
ecologista confía en que sea cierta la llegada del fin de la
era del petróleo barato esperando que esto sirva para
disminuir la concentración de CO2 en la atmósfera, uno de
los gases de efecto invernadero. Fenómeno que nos lleva a
una imparable subida de más de los 2 grados de la
temperatura media global, considerados por la comunidad
científica el límite máximo que no podemos superar.
Esperanza vana, los depósitos existentes de combustibles
fósiles superan en mucho lo necesario para superar esa
marca. Ya se espera una subida de entre 3 y 4 grados para
finales de siglo. Desaparecido de la agenda internacional,
por el problema presuntamente más urgente de la crisis
económica, el calentamiento global es solo uno, aunque quizá
el más importante, de los problemas que amenazan nuestra
existencia en este planeta. No la de la vida, como en
ocasiones se dice, pues esta es mucho más resiliente que
nuestra especie. Que la nuestra, pero no muchas otras: "la
actual tasa de extinción es de 100 a 1000 veces el promedio
natural en la evolución y en 2007 la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza consideró que una de
cada ocho especies de aves, una de cada cuatro de mamíferos,
una de cada tres de anfibios y el 70% de todas las plantas
están en peligro". Se calcula, por ejemplo, que la
sobrepesca puede hacer que para 2048 hayan desaparecido la
práctica totalidad de las especies que actualmente se
capturan. A diferencia de los ciclos naturales, en los que
no existen desechos propiamente dichos, el proceso de
industrialización acelerado en los dos últimos siglos está
llevando al desbordamiento de los sumideros naturales:
bosques, océanos, etc. La lista es abrumadora, pero solo por
citar algún otro serio problema que nos afecta, podemos
hacer referencia al agotamiento de las tierras cultivables a
causa del modelo de agricultura industrial que considera los
terrenos meros receptáculos para una serie de productos
químicos -abonos, pesticidas, semillas comercializadas por
las grandes agroempresas-. El ritmo de desaparición de
tierras cultivables, a lo que se une el gran problema del
pico del fosfato, mas el quizá aún más grave problema del
abastecimiento de agua augura un triste porvenir para
nuestros descendientes.</p>
<p> <strong>Economía: La consigna política con más solera
-casi 4000 años-: ¡No a la esclavitud por deudas!</strong></p>
<p class="rtejustify">No vamos a entrar en el debate sobre la
influencia que las dos crisis que acabamos de citar han
tenido sobre la crisis económica en curso. Simplemente
señalar que el crecimiento tal como se produjo tras la IIª
Guerra Mundial en los "treinta gloriosos" ya no es posible.
La deuda contraída ante las perspectivas de un crecimiento
incesante, por tanto, y la economía financiera que se ha
construido a su alrededor, son insostenibles. Mientras
confiamos en acabar enviando a los economistas de la
doctrina tradicional -junto a sus jefes- a un centro de
reeducación, va siendo muy necesario recurrir a aquellos que
más han trabajado para entender la verdadera relación de la
economía con la naturaleza: los economistas ecologistas. Y
en este terreno pocos autores tan importantes como nuestro
segundo ponente, <a moz-do-not-send="true"
href="http://www.eis.uva.es/energiasostenible/?page_id=104"
target="_blank">Óscar Carpintero</a>. Doctor en Economía,
es actualmente profesor de Economía Aplicada de la
Universidad de Valladolid. Autor del fundamental <em><a
moz-do-not-send="true"
href="http://www.cobas.org/sites/all/modules/pubdlcnt/pubdlcnt.php?file=http://es-mg42.mail.yahoo.com/neo/www.fcmanrique.org/recursos/publicacion/elmetabolismo.pdf&nid=240"
target="_blank">El metabolismo de la economía española:
Recursos naturales y huella ecológica</a> (1955-2000)</em>
y de un estudio sobre uno de los fundadores de la economía
ecológica <em>La bioeconomía de Georgescu-Roegen</em>, sus
últimas publicaciones se han centrado en aspectos económicos
del cambio climático. Óscar pertenece desde hace años a la <a
moz-do-not-send="true" href="http://www.ecoeco.org/"
target="_blank">International Society for Ecological
Economics</a> (ISEE), y es socio fundador de la <a
moz-do-not-send="true" href="http://www.fnca.eu/"
target="_blank">Fundación Nueva Cultura del Agua</a>. Es,
además, miembro de <a moz-do-not-send="true"
href="http://www.cima.org.es/" target="_blank">CiMA</a> (Científicos
por el Medio Ambiente).</p>
<p class="rtejustify">¿Qué rehacer?</p>
<p class="rtejustify">Que a la gente le resulte más fácil
imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo es
una muestra clara del dominio ideológico del imaginario
capitalista, cuando nunca había sido más necesario oponerle
un imaginario de vida buena, solidaria y en armonía con la
naturaleza. Lo imperioso de las tareas que se nos imponen
solo se equipara con la urgencia con la que debemos ponernos
a ello. Mientras forcejeamos en guerra de posiciones y tomas
de casamatas, puede llegar el tsunami que asole el campo de
batalla: "la ruina común de las clases contendientes". Para
que esto no suceda tenemos ante nosotros el reto, ni más ni
menos, de construir una nueva civilización. Y de hacerlo
rápido. Y cuando la mayor parte de la población ni es
consciente de la gravedad del problema ni realmente desea
construir esa nueva civilización. Una imposible pero
imprescindible cuadratura del círculo. Son tantos los
cambios y tan profundos que la sensación es sin duda
abrumadora. Quizá una forma de empezar no sea preguntarnos
qué hacer, sino qué rehacer. La lista es larga y debería
incluir, entre otras:</p>
<ul>
<li class="rtejustify"> la relocalización industrial, esto
es, la tendencia a que los productos industriales se
produzcan lo más cerca posible de sus usuarios finales y
con las materias primas también más cercanas;</li>
<li class="rtejustify"> una nueva política energética en la
que se vuelvan a utilizar, con las mejores técnicas que
sin duda los conocimientos actuales pueden ayudar a
desarrollar, las fuentes de energía renovables,
aprovechando la aún relativamente abundante cantidad de
combustibles fósiles para poner en marcha el proceso. Hay
que tener en cuenta, no obstante, que nunca podremos
llegar a los niveles de consumo que nos han proporcionado
en los últimos doscientos años estos combustibles fósiles,
lo que a su vez implica un cambio total en la forma en que
se tendrá que organizar la sociedad.</li>
<li class="rtejustify"> el retorno a la austeridad, que no
debe ser entendida como que las grandes fortunas acaparen
lo arrebatado a la población.</li>
<li class="rtejustify"> Rehacer el sentido de comunidad y la
solidaridad. Debemos conseguir sociedades más resilientes.</li>
<li class="rtejustify"> Reruralización y restablecimiento de
nuestra antigua alianza entre obreros y campesinos, entre
el campo y la cuidad. Volvamos a desplegar con orgullo
nuestras viejas banderas con la hoz y el martillo, simbolo
de esta alianza. Con una salvedad: no debe ser así, pero
si tuviera que haber una clase de vanguardia, esta vez
debería ser el campesinado. Hay quien dice que es el
pequeño campesinado familiar quien puede salvar el mundo,
al proporcionar los alimentos suficientes para sostener a
la población mundial sin recurrir al agrobusiness,
responsable de más del 50% de las emisiones de gases de
efecto invernadero. Hay que estudiar nuevas formas de
interrelación campo-ciudad e impulsar la soberanía
alimentaria y la agroecología.</li>
</ul>
<p class="rtejustify"> ¿Y quién va realizar todos estos
cambios? A finales de los 70 y principios de los 80, Manuel
Sacristán señalaba que las salidas individuales aisladas no
eran capaces de producir un cambio sustancial. La toma del
poder político sigue siendo necesaria. Su propuesta: "Las
dos prácticas complementarias han de ser revolucionarias, no
reformistas, y se refieren respectivamente al poder político
estatal y a la vida cotidiana". Para ello, en otro artículo,
proponía algunas líneas de acción entre las que destaca como
"primera y principal: empujar y sostener la acción de las
alas presentes en los partidos obreros y en los sindicatos
que son sensibles a esta problemática." Quizá sea el momento
de preguntarnos cuánto se ha conseguido en el proceso de
incorporación de los principios ecosocialistas en estas
organizaciones y si es esta realmente la estrategia más
adecuada. Porque no debemos olvidar que, de no mediar la
voluntad y el deseo colectivos de organizar salidas
genuinamente democráticas al panorama actual, puede aparecer
como alternativa en la "institución" (entendida en sentido
castoriadiano) de esa "vida frugal".algún tipo de
neo-fascismo que ya asoma cabeza en no pocas esquinas
de dentro y fuera fronteras nacionales. Para discutir este y
otros temas contaremos con la presencia de Joaquim Sempere.
Joaquim es doctor en filosofía, sociólogo, traductor,
ex-director de <em>Nous Horitzons</em> y actualmente
miembro del consejo de redacción de <em>Mientras tanto</em>.
Entre sus publicaciones podemos destacar <em>L’explosió de
les necessitats</em> (Barcelona, Edicions 62, 1992); el
libro publicado con Jorge Riechmann, <em>Sociología y medio
ambiente</em> (Madrid, Síntesis, 2000); la coedición con
Enric Tello de <em>El final de la era del petróleo barato </em>(Icaria,
Barcelona, 2008) o la traducción y ampliación de su libro
sobre las necesidades titulado ahora <em><a
moz-do-not-send="true"
href="http://ed-critica.claudator.com/libro/mejor-con-menos-978847423866"
target="_blank">Mejor con menos: Necesidades, explosión
consumista y crisis ecológica</a></em> (Crítica,
Barcelona, 2009).</p>
</div>
<br>
<p><strong><font color="#ff0000">EL PUEBLO VENEZOLANO SABRÁ
GUIAR Y PROFUNDIZAR SU REVOLUCIÓN BOLIVARIANA</font>
INICIADA POR EL PRESIDENTE HUGO CHAVEZ</strong></p>
<p class="rtejustify"><em> “...Hay un amanecer en el Planeta y
se ve por toda partes, por América Latina, por Asia, por
Africa, por Europa, por Oceanía, quiero resaltar esa visión
de optimismo para que fortalezcamos nuestra conciencia y
nuestra voluntad de batalla por salvar al mundo y construir
un mundo nuevo, un mundo mejor.</em><em>" Fragmento del
discurso del Presidente Hugo Chávez en la ONU en 2006.</em></p>
<p class="rtejustify"> El 14 de abril están convocadas
elecciones presidenciales en Venezuela. La ofensiva mediática
contra la propuesta bolivariana se ha profundizado y no
dudarán en recurrir a cualquier maniobra con el objeto de
enturbiarlas. Estas elecciones constituyen una verdadera
batalla política, no solo para este país y el continente, sino
también para el resto del mundo. Es una batalla por el derecho
a decidir y en defensa del Socialismo del siglo XXI.</p>
<p class="rtejustify"> </p>
<p class="rtejustify">Queremos manifestar nuestro apoyo a la
revolución y a la constitución bolivariana, de la que se dotó
de manera participativa y mayoritaria el pueblo de Venezuela.
Durante el proceso constituyente, el proyecto de nueva
constitución fue debatido durante un año en todas las
organizaciones sociales de base y aprobado en referéndum por
el pueblo venezolano. Ninguna voluntad que no sea la suya,
torcerá el camino que se ha propuesto: la participación
democrática hacia el socialismo profundizando la revolución. <br>
</p>
<p class="rtejustify">El legado de Chávez es incalculable,
multifacético y transciende fronteras históricas y
geográficas. Promovió una transformación política, económica,
moral, ciudadana y cultural que colocó de nuevo el socialismo
en el orden del día a escala internacional. Impulsó en la
Venezuela Bolivariana, un modelo de democracia participativa,
donde el poder político está en permanente diálogo con su
pueblo y subordinado a él. Utilizó el petróleo como
herramienta del desarrollo nacional, de solidaridad y de
posicionamiento geopolítico en América Latina, rescatando la
Patria Grande de Simón Bolívar. Desarrolló relaciones
comerciarles de respeto mutuo entre los países emergentes y
los países del Tercer Mundo que permitirán la creación de un
mundo multipolar anticapitalista. Erradicó el analfabetismo e
hizo de la salud, la educación y la seguridad social derechos
universales, creó cientos de miles de puestos de trabajo,
edificó centenares de miles de viviendas sociales, aumentó el
poder adquisitivo de la población y dejo un país con un
crecimiento económico de cerca del 5%. Sin embargo, su
victoria más significativa, es haber transformado la
consciencia y conocimiento de la ciudadanía venezolana dándole
un papel protagónico y activo en la política nacional e
internacional.</p>
<p class="rtejustify"> Esta revolución es obra de los que en El
Caracazo se alzaron el 27 de febrero de 1989; de los que
rescataron a su presidente electo de las manos de los
golpistas aquellas jornadas del 11 al 13 de abril de 2002; de
los que enfrentaron el paro petrolero promovido por la
oligarquía y sus organizaciones afines y ganaron el referéndum
revocatorio y una tras otra todas las elecciones. En este
camino aprendimos y hoy somos multitud. <br>
</p>
<p class="rtejustify">Desde la unidad de organizaciones,
partidos y personas a título individual, desde este país,
donde solo decide el capital financiero que es capaz de
modificar la constitución en un fin de semana, desde este país
en lucha contra las políticas de exclusión social y por
nuestra soberanía, queremos mostrar todo el apoyo a este
proceso que hoy da el mandato popular a Nicolás Maduro, como
candidato a la presidencia de la República Bolivariana de
Venezuela. <br>
</p>
<p class="rtejustify">¡CHÁVEZ VIVE, LA LUCHA SIGUE! ¡NICOLAS
MADURO PRESIDENTE! ¡SOMOS ALEGRIA, SOMOS MAYORÍA, TODAS SOMOS
CHÁVEZ! <br>
</p>
<p class="rtejustify">Barcelona, 13 de abril de 2013 Firman:
ASSEMBLEA BOLIVARIANA DE CATALUNYA, CO.BAS Y MUCHAS MAS
ENTIDADES COMO VERESI EN CARTEL<br>
</p>
<br>
</div>
<br>
<br>
</div>
<br>
</body>
</html>