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<DIV><FONT face=Arial size=2>Juan Moreno Yagüe-Carta abierta a los empleados de
Banca Cívica. <BR></FONT></DIV>
<DIV><FONT face=Arial size=2><FONT size=6>la responsabilidad del último escalón
en la Banca: el asalariado y su silencio</FONT><BR>Estimados señores:<BR>El otro
día estuve en la Junta General de Accionistas de su empresa. Y les escuche tomar
la palabra. Y se quejaron ante sus empleadores, ante el Consejo de
Administración de su empresa de haberles arrojado a los pies de los caballos, y
les acusaron de haberlos puesto en una terrible situación con el engaño de la
participaciones preferentes. Ustedes no sabían ni lo que le estaban haciendo a
sus clientes de toda la vida. Y ahora no pueden ni sostenerles la mirada. Y es a
ustedes a quienes los engañados odian, y ven y se cruzan con ellos. No a los
miembros del consejo. Son ustedes los que perderán , pierden, con su actitud, y
no ellos. Soy abogado, y doy fe de que es cierto que ustedes no sabían lo que
estaban haciendo. Estoy seguro de ello porque a día de hoy ustedes no sabrían
explicar ante el juez, cuando sean citados a declarar a los numerosos juicios
que les esperan, en que consisten y que son exactamente las participaciones
preferentes. El señor Enrique Goñi dijo que el mismo había comprado
participaciones. Hay que ser muy tonto para ser jefe de un banco y comprar eso.
O no sabes que estas haciendo, o estás mintiendo. El tampoco sabe muy bien en
que consistía el “producto”. Casi todos los contratos van a ser anulados en los
tribunales. Porque si ustedes, vendedores, no sabían que vendían, jamas pudo
saberlo el comprador. El cliente. Ese señor que no entiende porque le hicieron
ustedes lo que le han hecho. Y cada contrato anulado conllevará la petición de
que cada uno de ustedes sea inhabilitado y despedido. Se lo aseguro. Imagino que
de esto no les han informado en la empresa. Van a tener ustedes muchos, muchos
dolores de cabeza. <BR><BR>Aunque ustedes no saben que han vendido ni que
efectos han causado a los clientes si que saben que va a pasar ahora con los
clientes que tienen participaciones preferentes.<BR>Les voy a recordar el plan
de sus jefes. Sin necesidad alguna, deciden que la empresa, el banco cívico, va
a recomprar las participaciones preferentes, y obligará a los clientes a que
compren con ese supuesto dinero bonos y obligaciones, con un rendimiento tan
alto que saben perfectamente que no van a pagarlo. No sólo porque ese futuro
impago lo ha autorizado el gobierno hace dos semanas, sino porque no tienen
dinero. Y que en vez de devolver el dinero, a los clientes se les darán acciones
del banco. Banco que en ese momento no existirá. Serán acciones de Caixabank.
Acciones que ese mismo día, y con los traders ejecutando apuestas a la baja, por
orden de los jefes, se desplomarán. Y los clientes, asustados correrán a vender
al precio que sea. Y perderán probablemente casi todo su dinero. Les habrán
pagado, si es que pueden, intereses con su propio dinero, su capital, y después
terminarán de desplumarlos como a unos niños. Una estupenda estafa de
novecientos millones de euros. El banco no sabe como conseguir dinero, no puede
conseguirlo en “los mercados”, y va a quitárselo a sus clientes. Y ustedes van a
ser parte de ello. Si quieren.<BR><BR>Porque si es verdad que les queda algo de
dignidad, algo de alma, algo de sentido de la lealtad, pueden hacer algo que al
menos repararía su maltrecha imagen. Sean leales a sus clientes. <BR>Cuando
estos días, en que los clientes se pasen a preguntar por las oficinas qué hacer
con su participaciones, qué si las canjean o no, en vez de asustarlos,
amenazarlos, o engañarlos, díganles la verdad. Díganles que no firmen nada, que
no acepten ninguna oferta que no sea aquella en que le devuelvan su dinero, no
acciones ni otros “papelitos”, que su dinero probablemente estará en las Caimán.
Dígaselo. Que pueden recuperarlo. Que esperen. Que no acepten la oferta, que es
una mala idea, que les perjudica. <BR><BR>Hagan esto y sus palabras pronunciadas
en la junta, representando a todos los empleados, serán creíbles. Hagan esto, y
sus clientes podrán volver a confiar en ustedes. Ahora no son clientes. Son
prisioneros. Y quieren ejecutarlos. <BR>Si el canje se frustra, y no se pagan
los dividendos de las participaciones, los participes tomarán el control del
banco. Y por supuesto lo primero que harán es cesar al consejo de
administración. Y luego, si ustedes les han ayudado ahora, ellos les ayudarán a
ustedes. <BR><BR>si de verdad queremos resolver los problemas, es el momento de
que los clientes y los empleados se alíen. Cooperen. Y vayan a por quienes los
crearon, esos que ahora pretenden resolverlos. Su jefes. Existe la posibilidad
de salvar a todos. No la desaprovechen. Vuelvan a hacer banca, les pagaban para
ello. No para engañar a la gente. No lo hagan por segunda vez. Por que está vez
no podrán excusarse en la ignorancia, esta vez estaban advertidos. Aconsejen a
los clientes que no acepten el canje. Ayúdenles. Ayúdense. <BR><BR>Juan Moreno
Yagüe. El abogado que pregunto en la Junta al Consejo si tenían un plan b para
el caso de que el canje no se produjera. el abogado al que el Consejo contesto
que no. Nosotros si lo tenemos. Salvar a los clientes, salvar al banco. No al
Consejo. <BR><BR>Sevilla, 25 de mayo de 2012.</FONT></DIV></BODY></HTML>