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<b>Frente a la Barbarie en la que nos hunde el Capitalismo, ¡a la Huelga el 29 de Septiembre!</b><br><br>
        Esta nueva crisis del
capitalismo ha hecho que treinta millones de personas más pierdan su
puesto de trabajo. Y ya son más de doscientos millones de parados en
todo el mundo, sin contar los millones que ni siquiera tienen derecho a
que se les considere oficialmente desempleados. La precariedad y la
pobreza se instalan incluso en los países más desarrollados, y entre los
más de 1000 millones de pobres que existen hay que incluir a uno de
cada siete norteamericanos. Una realidad impensable para la mayoría hace
tan sólo una década, cuando los mismos que ahora nos dicen que esto es
así y que tenemos que aguantarnos nos engañaban hablándonos de progreso y
desarrollo infinitos. Pero no, <b>el capitalismo está en crisis, una crisis total que dinamita su propia esencia</b>,
pues “para existir el capital tiene que crecer, es decir, adquirir un
nuevo valor”. Y ya no puede. El capitalismo está en recesión, no sabe
cómo seguir adquiriendo nuevo capital, no sabe de dónde acumular mayor
riqueza y valor. Sólo tiene una salida: hundir aún más en la pobreza a
millones de trabajadores, robándoles más de su salario, y privatizar lo
poco que queda, en algunos países, de propiedad pública para hacer
negocio con las necesidades básicas de la población: el agua, la
sanidad, la educación, los transportes, etc.<br><br> Esto no es
catastrofismo: es la realidad que sufrimos diariamente los trabajadores.
Mientras, la contradicción inherente del capitalismo se refleja también
en cifras: los beneficios empresariales siguieron creciendo en estos
años, mucho más que los costes laborales. Esto significa que el poder
adquisitivo de millones de trabajadores ha disminuido en los últimos
años, incluso en los periodos de crecimiento económico. Otro dato
evidente, y que vemos en nuestras ciudades y pueblos, es que el
endeudamiento de las familias es inversamente proporcional al
enriquecimiento del capital financiero, de los bancos, las constructoras
y las inmobiliarias. Con la crisis, la importancia de las rentas del
trabajo está disminuyendo, lógicamente, por el incremento del paro y por
el deterioro de las condiciones laborales. Es decir, lo que estamos
viendo todos los días: muchos trabajadores para ganarse la vida
“aceptan” trabajar sin contrato, más horas o de aquí para allá, haciendo
lo que se puede y lo que les dejan. <br><BR><br><BR> <b> Pero esta crisis,
precisamente por ser internacional, ha hecho que los trabajadores
adquiramos mayor conciencia de lo que somos </b> , la fuerza de trabajo
explotada todos los días por los capitalistas y sus estados. Esta
conciencia sí creemos que, en estos últimos años, se ha desarrollado
entre los trabajadores. Una conciencia de clase, de lo que uno es en
realidad y del papel que uno ocupa realmente en la sociedad. A su vez,
hemos visto también cómo se ha fortalecido la idea de que sólo la
solidaridad entre el proletariado de todos los países puede sacarnos de
la crisis. <br><BR><br><BR> Esa conciencia es consecuencia y causa de la mayor
conflictividad laboral y social existente en muchísimos países. Los
datos de huelgas, huelguistas, manifestaciones y reivindicaciones lo
dicen todo, aunque las televisiones del sistema no informen de ello.
Desde España a la India, desde China a Francia, desde México a Grecia,
desde Sudáfrica a Argentina, desde Estados Unidos a Islandia. Por todas
partes se extienden y se endurecen las movilizaciones. El capital es el
que nos empuja a la lucha por la subsistencia y a la lucha para vivir
mejor, y es el que nos empuja a los trabajadores a que establezcamos
lazos comunes, al darnos cuenta de que sólo así podemos conseguir
nuestros derechos. La consigna de una <b>Jornada de Lucha Internacional para el próximo 29 de Septiembre</b>,
especialmente en toda Europa, es una prueba de ello; como lo es también
la solidaridad internacional que ha habido, especialmente, con las
luchas de los trabajadores griegos, con las huelgas en México, Portugal,
Francia o las que se están produciendo en Egipto, China o India, donde
cientos de millones de trabajadores tienen como reivindicaciones mejores
salarios y mejores condiciones laborales. <br><BR><br><BR> En estas luchas y
conflictos también estamos viendo reflejado cómo la conciencia de la
necesidad de un cambio radical también crece. Los trabajadores no sólo
critican abiertamente en ellas a los capitalistas, a los empresarios y a
los bancos, sino también a sus gobiernos, a sus estados y a las
instituciones internacionales, que son el instrumento de la clase
dominante. Los trabajadores ven que no hay esperanza en esos gobiernos
que aplican la dictadura de las leyes del mercado, y que no van a hacer
nada por impedir esta dinámica bárbara y destructiva. Por el contrario,
los gobiernos cada vez protegen menos a los trabajadores, hundiendo el
gasto público social y los derechos laborales, a través de reformas
laborales, recortes de todo tipo, aumentos en la edad y los requisitos
para jubilarse,… Es lo que ha hecho el gobierno de Zapatero y por eso <b>los trabajadores haremos Huelga General el próximo 29 de Septiembre</b>.
Los gobiernos se han convertido en un auténtico peligro para la clase
obrera, pues no sólo entregan el dinero de todos a los bancos, sino que
nos lo hacen pagar a nosotros, los trabajadores. <br><BR><br><BR> La solidaridad internacional surgida de la necesidad, de la realidad económica material que vivimos, también se expresa en las <b>reivindicaciones</b>,
que son las mismas en todos los países: el reparto de la riqueza y el
trabajo, mejores salarios y mejores condiciones laborales, una
jubilación digna para todos y cuanto antes mejor, el mantenimiento de
los servicios públicos y sociales, etc. Hacía muchos años que no veíamos
tantas protestas, paros, huelgas y manifestaciones en las que el
proletariado tomaba conciencia de lo que es; hacía mucho tiempo que no
veíamos a tantos jóvenes y trabajadores participando en reuniones,
asambleas y manifestaciones; y hacía mucho tiempo que no veíamos como el
“internacionalismo proletario” crecía en todos sitios. Y no sólo entre
los trabajadores más conscientes, sino entre muchos otros, entre quienes
nunca han leído El Capital de Marx ni estaban acostumbrados a luchar.
Incluso vemos como son rechazadas las trampas que el sistema nos tiende a
cada paso para distraernos: el nacionalismo, el localismo, la
xenofobia, el racismo y el individualismo no calan entre la mayoría por
más que el sistema lo intente, porque sencillamente, la mayoría no somos
tontos y sabemos que el capitalismo es el verdadero enemigo. Se está
propagando un <b>internacionalismo proletario</b> como única respuesta
al capitalismo, y en nuestras manos está fomentarlo en nuestros trabajos
y en nuestros barrios. Y también darle forma, moldearlo, y conseguir
que las luchas no sean ni defensivas ni ofensivas, sino luchas todas
contra el capital y sus gobiernos: para construir una sociedad sin
propiedad privada, sin clases sociales y sin estados, donde nadie pueda
apropiarse de la riqueza de todos. <br><BR><br><BR> Hay un interés común y es que no se quiere gestionar el capitalismo y su riqueza burguesa, se quiere <b>producir riqueza por y para los trabajadores</b>.
Esto se ve, por ejemplo, en las ocupaciones de fábricas o empresas que
se han producido en muchos países en los últimos años, especialmente en
Argentina, pero también en Alemania o España. Además, se ve en las
Asambleas de trabajadores, como ha pasado en España (en Madrid) en la
última huelga del Metro: porque la gente empieza a entender que ellos y
ellas son los que hacen que las cosas funcionen, que no hacen falta
empresarios y políticos, y menos aún burocracia sindical para firmar
convenios colectivos a la baja, ni organizaciones caducas que no nos
representan. Una nueva conciencia que dice ¿para qué pactar si siempre
salimos perdiendo? está calando hondo entre los trabajadores. Esta nueva
imposición capitalista ha hecho que de la cultura del pacto y la
negociación con el capital se pase a una cultura de la resistencia y,
desde ahí, a que <b>“la cultura socialista radical, crítica, democrática y asamblearia”</b> se refuerce. <BR><br><BR>
Sabemos que la barbarie capitalista continuará hasta que los
trabajadores construyan el socialismo. Por eso, los compañeros que
integramos Democracia Comunista Internacional <b>participaremos en todas
las luchas, aportando nuestra perspectiva internacionalista e
intentando que los trabajadores se autoorganicen en Asambleas, populares
y unitarias, y que éstas hagan que las luchas y las Huelgas Generales
pasen a ser verdaderos procesos de Huelgas de Masas.</b> <b>Porque la emancipación de los trabajadores sólo será obra de los propios trabajadores. </b> <BR> <br><i><b> </b></i><BR><i><b>Democracia Comunista Internacional – Organización Marxista Luxemburguista </b></i><BR><br>http://alternativaproletaria.wordpress.com/2010/09/22/frente-a-la-barbarie-en-la-que-nos-hunde-el-capitalismo-%C2%A1a-la-huelga-el-29-de-septiembre/<br><br>
<br>_______________________________________________
Contra l'Europa del Capital, la Crisi i la Guerra
http://www.noue2010.blogspot.com/
--
Campa�a QUE LA CRISI LA PAGUIN ELS RICS!
web: http://www.noalacrisi.cat
Nombre usado por la lista
No65hores@llistes.moviments.net
Altas, Bajas y Modificaciones de los subscritos:
https://llistes.moviments.net/listinfo/no65hores                                            </body>
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