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M'ha semblat interessant compartir-ho...<br>
<br>
<br>
<p style="font-size: 12pt;"><b><i><span style="color: rgb(79, 98,
40);"> Mientras un sistema decae y se precipita hacia su
desintegración, otro/s sistemas florecen…muy muy interesante
esta ciudad que ha nacido y de la que se están copiando
otras ciudades de EEUU…Ithaca!</span></i></b><br>
<b><i><span style="color: rgb(79, 98, 40);"> Pero esto no sólo
está ocurriendo en EEUU sin en todo el mundo
occidental…incluido España….algunos de los aquí copiados de
hecho ya estáis viviendo en sitios similares…y otros estamos
en proceso de cambio….y cuando más apriete y dure la crisis,
más personas abandonaran el sistema antiguo para participar
en el nacimiento de nuevos sistemas, más solidarios,
honestos y sostenibles con la naturaleza.</span></i></b><br>
<b><i><span style="color: rgb(79, 98, 40);">Cuando cambias la
forma de ver las cosas, la forma de las cosas cambia…</span></i></b><br>
<b><i><span style="color: rgb(79, 98, 40);"> Angel, mi cuñado,
estuvo hace poco 15 días en EEUU realizando un documental de
sitios como este, incluido Ithaca…cuando lo tenga editado os
lo pasaré y podremos apreciar mejor una comunidad así…</span></i></b></p>
<p style="font-size: 12pt;"><br>
<b><i><span style="color: rgb(79, 98, 40);"><img alt=""
src="cid:part1.07080601.00040102@tinet.cat" height="353"
width="470"><br>
</span></i></b></p>
<p style="font-size: 12pt;"><a
href="http://www.panoramanumismatico.com/fotos/37/ithaca19.jpg"><img
alt="" src="cid:part2.05030306.08060700@tinet.cat"
moz-do-not-send="false" height="159" width="200" border="0"></a></p>
<p style="text-align: left; font-size: 12pt;"><b><i><span
style="color: rgb(79, 98, 40);"><img alt=""
src="cid:part3.09020902.02030609@tinet.cat" height="82"
width="245"><br>
</span></i></b></p>
<b>Numerosas ciudades han puesto fin a la cultura del coche y del
chalé adosado y han hecho del ecologismo su religión.</b><br>
Hay un lugar en Estados Unidos donde cerró un McDonalds por falta de
negocio. Un lugar que ha puesto en marcha su propia moneda local
(las horas), con una bucólica ecoaldea camuflada en un vergel de
bosques y lagos, con un fastuoso mercado de granjeros que todos los
fines de semana atrae a cientos de turistas, con 30.000 vecinos
volcados en cuerpo y alma en todo tipo de asociaciones y
cooperativas.<br>
Ese lugar se llama Ithaca, queda a cuatro horas de Nueva York y es
la punta de lanza del cambio de mentalidad que se está gestando en
el corazón del imperio. <b><span>Piensa globalmente, actúa
localmente..</span></b> . <br>
Ithaca no es el paraíso, y a simple vista no se distingue en exceso
de la típica ciudad de provincias del noreste. Tiene, sí, el sello
de la reputadísima Universidad de Cornell, pero hasta en eso se
parece a tantas otras. Lo que diferencia a Ithaca es una energía
especial, un imán que sólo tienen ciertos lugares elegidos. <br>
Sólo así se explica que aquí se crearan hasta 50 comunas en plena
eclosión del movimiento hippie. Los jóvenes idealistas se cortaron
la melena, se hicieron prácticos. Muchos de ellos decidieron echar
raíces en la ciudad y esparcir las semillas del cambio en el mundo
real. <br>
En 1989 llegó un alcalde socialista, Ben Nichols, y ahí empezó la
leyenda de la ciudad más innovadora y creativa de Norteamérica. La
declaración de independencia de Ithaca empieza a percibirse desde
que uno camina por The Commons, el paseo peatonal. Ni sombra de
McDonalds, Burger King, Starbucks y demás bastiones del colonialismo
cultural americano. Aquí son todo comercios autóctonos que exhiben
orgullosos el cartel con la moneda local: «Se aceptan horas». <br>
La primera vez que cayó en nuestras manos un billete de cinco horas
de Ithaca, pensamos que trataban de jugar con nosotros al monopoli.
El juego se acabó cuando intentamos comprar algo con él y la
dependienta nos preguntó: «¿El cambio lo quiere en dólares o en
horas?». Cuesta creerlo, pero sucede todos los días a 300 escasos
kilómetros de Wall Street. <br>
<b><span>La gente de Ithaca tiene sus propios billetes, mucho más
coloristas y divertidos que el dólar (ilustrados con niños,
flores, granjas y animales de la zona).</span></b> El dinero
local lo aceptan en la mayoría de las tiendas, y es la forma
habitual de pago para las chapuzas caseras, las clases particulares
o las terapias alternativas. La Cámara de Comercio respalda los
billetes locales, aunque el verdadero aval es el trabajo y el
patrimonio de los ciudadanos y su voluntad de aceptarlos como moneda
alternativa. <br>
Es como el trueque de toda la vida, aunque de un modo más formal y
con todas las de la ley. <b><span>Las horas mueven, al cambio, unos
400 millones de pesetas al año que nunca saldrán de la ciudad.</span></b>
«Los dólares son un instrumento alienante, al servicio de fuerzas
destructivas» , nos explica Paul Glover, héroe local y mentor de las
horas. «<b><span>Con nuestro dinero estamos creando una riqueza que
no nos van a arrebatar y unos lazos que refuerzan día a día
nuestra comunidad».</span> </b><br>
Una hora vale lo que 10 dólares, el «salario mínimo» que han
decidido regalarse los ciudadanos de Ithaca (casi el doble que el
nacional). <br>
<b><span>«Nuestro dinero no genera avaricia, sino solidaridad»,
presume Glover, cuya última gesta ha sido la creación de una
cooperativa de salud que da cobertura a todos los que no pueden
pagarse el seguro médico en la ciudad</span></b>. <br>
<b><span>La creatividad de Ithaca es contagiosa, y las horas han
encontrado ya réplica en 38 estados</span></b> tan distantes
como Hawai (Ka/u Hours), Massachusetts (Valley Dollars) y Carolina
del Norte (Mountain Money). La ciudad ha marcado también la pauta
nacional con <b><span>dos programas innovadores de reciclaje de
bicicletas y ordenadores.</span> </b><br>
<b>ECOALDEA</b><br>
Pero si algo la hace verdaderamente irresistible a los ojos de
cualquier amante de la naturaleza es la Ecoaldea. La Ecoaldea queda
en las lomas del sinuoso lago Cayuga, en un bosque que un puñado de
vecinos arrebató a los especuladores inmobiliarios. Siguiendo el
modelo de las cooperativas danesas, y procurando el menor impacto en
el entorno natural, nació un proyecto de <b><span>veinte casas
arracimadas en torno a un paseo peatonal, alimentadas con
energía solar, abastecidas por su propia granja biológica.</span>
</b><br>
Los coches se dejan en el granero de la entrada. Los niños corretean
a sus anchas, se bañan en el estanque, aprenden a reconocer los
cantos de infinidad de pájaros. Son 90 vecinos en total, unidos por
la voluntad de vivir de otra manera, más humana y solidaria. «El
individualismo a ultranza y la cultura del coche han dinamitado la
sociedad americana», se lamenta Liz Walker, la alcaldesa de la
Ecoaldea. «Nuestras ciudades son desiertos, y por todo los sitios
crecen cinturones de asfalto y mastodontes comerciales. La gente se
marcha a vivir con toda su ilusión al chalé en las afueras y el
sueño se convierte en una pesadilla: atascos a todas horas,
aislamiento e incomunicación, la sensación de no pertenecer a ningún
sitio…». <br>
«Pues bien, no hay por qué resignarse a ese tipo de vida», sugiere
Liz. «Aquí, en la Ecoaldea , estamos buscando otro modelo, a caballo
entre la vida urbana y la vida rural. <b><span>Todos venimos
buscando un contacto más directo con la naturaleza y unos
ciertos lazos de comunidad. Somos 90 vecinos, y cada cual hace
su vida, pero también algo por los demás».</span> </b><br>
<b>ARCATA: Bicicletas y reciclaje </b><br>
Dejamos atrás Ithaca y su cocedero de innovaciones sociales, y
saltamos a la otra costa, siguiendo el rastro del bosque de secuoyas
gigantes que en tiempos llegaba hasta San Francisco. Allí, en la
costa del Pacífico Norte, nos encontramos con <b><span>Arcata</span></b>,
la primera ciudad americana con un Ayuntamiento verde. La bicicleta
y el reciclaje son la religión diaria de sus 16.000 vecinos, que
contribuyeron con sus manos a crear el Santuario de la Vida
Silvestre , donde hoy anidan 50 especies de pájaros. <br>
Desde Arcata podríamos subir en tres horas hasta Portland, Oregón,
bandera del movimineto del renacimiento urbano. Portland fue la
primera gran ciudad en poner freno a la marabunta de los adosados y
en p<b><span>roteger cientos de hectáreas de espacios verdes.
Trolebuses gratis, amplias zonas peatonales, cientos de
kilómetros de carriles-bici.</span> </b>.. La trasformación
prodigiosa de la destartalada ciudad industrial en el centro vital
que es ahora fue sobre todo fruto de la labor de los vecinos,
agrupados en la Coalición para el Futuro Vivible. <br>
Una metaformosis parecida ha sido la que ha experimentado en estos
últimos años Chattanooga, Tennesee. En 1970 era la ciudad más
contaminada de los Estados Unidos; los vecinos y las empresas
locales, unidos en un proyecto que decidieron llamar Visión 2000,
emprendieron la operación rescate. Chattanooga es hoy un modelo de
desarrollo sostenible. <br>
<b><span lang="EN-US"> Providence, Burlington, Madison,
Northampton, Iowa City, Santa Fe… </span></b><b><span>Estados
Unidos está cuajado de provincias rebeldes donde empieza a tomar
cuerpo la impostura contra los símbolos más visibles del
imperio. Hay quien insiste en que no son más que brotes aislados
de la contracultura de los años 60, pero lo cierto es que la
onda expansiva está cuajando ya en grandes ciudades como Boston
o Seattle. ¿Hace falta recordar lo que ocurrió allí?<br>
</span></b><br>
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