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<div class="Antetitulo">Kendall Old Elk, indígena apsaalooke</div>
<div class="Titulo">"Me duele mucho que comáis carne de caballo"</div>
<div class="Autor">VÍCTOR-M. AMELA - 10/11/2010</div>
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<div class="Subtitulo">Tengo 42 años. Nací en Sheridan (Wyoming) y vivo en Tarragona. Soy artista y encofrador. Estoy casado con María José y tenemos una hija, Jazmine (6). Tengo otra hija en Montana. Soy demócrata, pero recelo de las subvenciones. Todo animal y planta y roca tiene alma</div>
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<div class="Texto">
<p><strong><em>Old elk</em> </strong><strong>significa... <br /></strong><br />Viejo alce. Era el nombre O de mi bisabuelo, y se convirtió en el apellido familiar. <br /><strong><br />¿De qué tribu es?<br /><br /> </strong>De los apsaalooke, también conocidos como crow. ¡Hasta los famosos sioux nos temían! <br /><br /><strong>¿Tan feroces eran ustedes? <br /></strong><br />Éramos diestros cazadores y habilísimos guerreros. Los mejores. ¿Feroces? ¿Conoce los cuatro golpes del guerrero apsaalooke? <br /><br /><strong>No.<br /><br /> </strong>Primero: toca con tu mano al guerrero enemigo en batalla. ¡Qué humillación!: sabrá que podías haberle matado, que vive porque tú lo quieres... <br /><br /><strong>Segundo golpe.<br /><br /> </strong>Arrebátale sus armas. Le avergonzarás. <br /><br /><strong>Tercer golpe.<br /><br /> </strong>Húrtale el caballo mientras duerme en el tipi con el animal atado a su tobillo... <br /><br /><strong>Refinada crueldad, ya veo<br /><br />. </strong>Yel cuarto, regresar al campamento sin una sola baja en tu grupo. <br /><br /><strong>Son cosas del pasado... <br /></strong><br />Sí, ¡pero hemos sobrevivido! Un tatarabuelo mío, Curly, fue explorador para el general Custer: pactamos con los blancos, eso nos enfrentó a las demás tribus..., pero cuando un apsaalooke da su palabra, ¡la cumple! Otras tribus están desplazadas. Nosotros vivimos en nuestro territorio, en Montana. <br /><br /><strong>¿Es muy grande? </strong><br /><br />Trace una línea entre Tarragona, Lleida y Barcelona: es una superficie igual. Cuando llegaron los blancos a nuestro territorio, su superficie equivalía a vuestra Corona de Aragón, y controlado por 6.000 apsaalooke. <br /><br /><strong>¿Cuántos son hoy? </strong><br /><br />Unos 12.000, ¡y seguimos siendo los mejores jinetes! Yo prefiero montar a pelo que con silla. Desde el principio supimos que los caballos y nosotros éramos hermanos. <br /><br /><strong>¿Por qué? </strong><br /><br />En sus pezuñas vimos una forma de punta de flecha... igual a nuestras flechas. ¡Somos hermanos! Por eso los apsaalooke estaremos siempre en deuda con los españoles: nos trajeron los caballos a las praderas. <br /><br /><strong>De nada, hombre. </strong><br /><br />Y por eso me duele ver aquí carnicerías de carne de caballo, personas que comen carne de potro... Me duele muchísimo. <br /><br /><strong>¿Qué comen ustedes allá? </strong><br /><br />Caza: no necesitamos comprar carne, sobran ciervos y alces en nuestros bosques, y criamos bisontes... Nuestro plato más típico es la sopa de tripa de bisonte, ¡riquísima! <br /><br /><strong>¿Qué hace un crow en Tarragona? </strong><br /><br />Llegué con un grupo de danza tradicional de indios norteamericanos para bailar y cantar en Port Aventura. <br /><br /><strong>Ah, ya recuerdo: sería en la sección del Far West... </strong><br /><br />Sí, de eso hace once años. Hasta que dejaron de contratarnos. <br /><br /><strong>Pero sigue usted por aquí... </strong><br /><br />Me enamoré de una catalana. Yo podía tener cada día las chicas que quisiera, por eso del exotismo del indio que danza... Pero ella supo verme por dentro, y yo verla a ella. Y seguimos estando muy felices. <br /><br /><strong>¿Ve diferencias entre la mujer apsaalooke y la española? </strong><br /><br />Ambas son muy autónomas ante el hombre, saben replicarle. Pero aquí los hombres sois más machistas. <br /><br /><strong>Éramos. </strong><br /><br />Allí, la mujer es dueña de la casa; el hombre, sólo del caballo y sus armas. Y los hombres apsaalooke no sentimos celos. <br /><br /><strong>Ya... </strong><br /><br />De verdad: la tradición es que si tu pareja gusta a otros hombres, si tiene amantes..., ¡más motivo de orgullo para ti! <br /><br /><strong>Ah. ¿Y viceversa? </strong><br /><br />Lo mismo. Y cuando un hombre o una mujer no se sienten bien cuidados por su pareja, lo proclaman en público y se divorcian. Y ya está. Reciprocidad plena. <br /><br /><strong>¿Y los hijos, qué? </strong><br /><br />No es como aquí: yo soy padre de mis hijos... y de los hijos de mis hermanos. Los primos (de aquí) son allí hermanos. Es muy práctico: ¡cada niño tiene muchos padres, todos con derecho a formarle y educarle! <br /><br /><strong>¿Qué añora más de su tribu? </strong><br /><br />Los rituales de la vida cotidiana. Y las ceremonias, los festejos. Desde niño he sido de los mejores danzantes de mi pueblo... <br /><br /><strong>¿Es cosa de familia? </strong><br /><br />Mi bisabuelo era hombre medicina, los animales domésticos le ayudaban. Cuando precisaba de cierta planta, siempre aparecía un gato con esa planta en la boca, o un perro, o un pájaro... <br /><br /><strong>¿Tiene su pueblo una conexión especial con la naturaleza? </strong><br /><br />Tenemos un estado de alerta muy fino con respecto al entorno. Es verdad que podemos convocar la lluvia mediante cierta danza..., pero sólo cuando es muy necesario, no hay que bromear con eso... Ni con la pipa. <br /><br /><strong>¿Qué quiere decir? </strong><br /><br />¡La pipa es lo más sagrado que existe para nosotros! Con ella sellábamos acuerdos de paz, juramentos... Yo la he fumado ceremonialmente para propiciar que los danzantes del baile de sol pudiesen reagruparse para el baile del año siguiente. <br /><br /><strong>¿Qué podríamos aprender los españoles de los apsaalooke? </strong><br /><br />El valor de cada palabra: sabemos que, cuando una palabra sale de tu boca, ¡no puedes ya recogerla! Pero aquí, en cualquier reunión, todos competís por hablar más que el otro. ¡Piensa antes de hablar! <br /></p>
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<div class="Texto">miércoles, 10 de noviembre de 2010</div>
<div class="PaginaPDF"><a href="http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20101110/54067350462.html"><img src="http://edicionimpresa.lavanguardia.es/free/epaper/20101110/lvg201011100681lb.pdf.jpg" border="0" alt="Null" width="149" height="232" /></a></div>
<div class="NumerodePagina"><a href="http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20101110/54067350462.html">La Contra| página nº 68</a></div>
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<div class="Antetitulo">"Me duele mucho que comáis carne de caballo"</div>
<div class="Titulo">Corazón indio</div>
<div class="Subtitulo"><strong></strong></div>
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<div class="Texto">
<p><strong>Nos cruzamos con un paseante con perro: Kendall saluda al perro. Costumbre chamánica. Kendall vive en Tarragona: dice ser el único indígena nativo norteamericano residente hoy en España, y me cuenta con orgullo las cosas de su gente. Añora sus ritos cotidianos, que él preserva en casa - habla su lengua con su hija-y en público: organiza danzas y cánticos - es de los mejores de su tribu en esto-con primos suyos que viven en otros puntos de Europa, cuando los contratan (www. cainmo. com). Y cuando no, este danzarín trabaja de albañil encofrador. Entre tanto, Kendall ha sido una de las fuentes de inspiración de la novela </strong><strong>Corazón indio </strong><strong>(Espasa), recién publicada por Nieves Herrero. </strong><br /></p>
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