<span style="color:rgb(0,0,0)"><br><br><a href="http://www.cadtm.org/Auditoria-ciudadana-de-la-deuda,7426">http://www.cadtm.org/Auditoria-ciudadana-de-la-deuda,7426</a><br></span><br><h1 class="titre">Auditoría ciudadana de la deuda: ¿por qué y cómo?</h1>
<p><small>
<font>30 de diciembre
por
<b>Damien Millet</b>,
<b>Eric Toussaint</b></font></small></p>
<div class="chapo"><p>Indudablemente, la cuestión del pago de la deuda
pública constituye un tabú. Los jefes de Estado y de gobierno, el Banco
Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), la
Comisión Europea y la prensa dominante lo presentan como inevitable,
indiscutible y obligatorio. Los ciudadanos y las ciudadanas se deberían
resignar a pagar la deuda pública. La única discusión posible sería
sobre la forma de modular el reparto de los sacrificios necesarios para
liberar los medios presupuestarios suficientes, con el fin de cumplir
con los compromisos del país endeudado. Los gobiernos que pidieron los
préstamos fueron elegidos democráticamente, por lo tanto sus actos son
legítimos. Se debe pagar.</p>
<p>La auditoría ciudadana es un instrumento para eliminar este tabú.
Permite que una proporción creciente de población comprenda todas las
circunstancias e implicaciones del proceso de endeudamiento de su país.
Una auditoría ciudadana consiste en analizar de manera crítica la
política de endeudamiento llevada a cabo por las autoridades de un país.</p></div>
<br class="nettoyeur">
<div class="texte"> <p><strong>Las preguntas que es necesario plantear</strong></p>
<p>¿Por qué el Estado fue empujado a contraer una deuda que no deja de crecer?<br>¿Al servicio de qué opciones políticas y de qué intereses sociales ha sido contraída la deuda?<br>¿Quién se aprovecha de ella?<br>¿Era posible hacer otras opciones o era necesario? <br>
¿Quiénes son los prestamistas?<br>¿Quiénes son los tenedores de la deuda?<br>¿Los prestamistas ponen condiciones para la concesión de los préstamos? ¿Cuáles?<br>¿Cuál es la ganancia de los prestamistas?<br>¿Por qué el Estado se vio comprometido, cuál fue su decisión, y bajo que concepto fue tomada?<br>
¿Cuál es el monto de los intereses pagados, con qué tipo de interés, qué parte del principal ha sido ya reembolsada? <br>¿Mediante qué mecanismo las deudas privadas se convirtieron en «públicas»?<br>¿Bajo qué condiciones se hizo un determinado rescate bancario? ¿Cuál fue el coste? ¿Quién tomó la decisión?<br>
¿Debemos indemnizar a los accionistas que son responsables del desastre, con administradores que ellos mismos habían designado?<br>¿Cuál es la parte del presupuesto del Estado que está destinado al reembolso del capital y de los intereses de la deuda?<br>
¿Cómo financia el Estado el pago de la deuda?</p>
<p><strong>No es necesario entrar en secretos de Estado para encontrar las respuestas</strong></p>
<p>Para responder a todas estas preguntas —y la lista no es exhaustiva—
no hay ninguna necesidad de revelar secretos de Estado, de acceder a
documentos no públicos del Banco Central, del Ministerio de Economía,
del FMI, del BCE, de la Comisión Europea, de las cámaras de compensación
como Clearstream o Euroclear, |<a href="http://www.cadtm.org/Auditoria-ciudadana-de-la-deuda,7426#nb3-1" class="spip_note" rel="footnote" title="Clearstream y Euroclear están entre las principales cámaras de compensación (...)" id="nh3-1">1</a>|
o de contar con las confidencias de una persona que trabaja en el seno
de uno de estos organismos. Por supuesto, habrá numerosos documentos
protegidos celosamente por los gobiernos y los banqueros, que deberán
ser puestos a la disposición del público y que serán muy útiles para
afinar el análisis. Por lo tanto hay que exigir el acceso a la
documentación necesaria para una auditoría completa. Sin embargo, es
perfectamente posible proceder a un examen riguroso del endeudamiento
público a partir de información de dominio público. Numerosas fuentes
son accesibles para quien desee tomarse el trabajo: prensa, informes del
Tribunal de Cuentas, las sitios Internet de las instituciones
parlamentarias, del banco nacional, de la agencia encargada de la
gestión de la deuda, de la OCDE, del Banco de Pagos Internacionales
(BPI), del BCE, de los bancos privados, de las organizaciones o
colectivos que ya se hubieran lanzado al estudio crítico del
endeudamiento (<a href="http://www.cadtm.org/" class="spip_url spip_out" rel="nofollow">www.cadtm.org</a>, <a href="http://www.attac.org/" class="spip_url spip_out" rel="nofollow external">www.attac.org</a>, <a href="http://www.quiendebeaquien.org/" class="spip_url spip_out" rel="nofollow external">www.quiendebeaquien.org/</a>
,...) los archivos de colectividades locales, los informes de las
agencias de calificación e incluso las memorias de tesistas. No se debe
dudar en pedir a los parlamentarios que planteen preguntas públicas al
gobierno o a mandatarios locales de hacerlo ante las colectividades
locales.</p>
<p><strong>La auditoría no es una cuestión de expertos</strong></p>
<p>El proceso de una auditoría no es un proceso reservado a expertos.
Por supuesto que son bienvenidos y que pueden aportar mucho al trabajo
colectivo de una auditoría ciudadana. Pero un colectivo puede comenzar
el trabajo sin tener necesariamente garantizada esa participación. Si se
empiezan las investigaciones y se provoca un debate público, durante el
proceso los colectivos se entusiasmarán y conseguirán diferentes
asesoramientos. Cada uno y cada una pueden tomar parte y ponerse a
trabajar para sacar a la luz del día el proceso de endeudamiento
público. En 2011, un colectivo nacional se ha puesto en marcha en
Francia por una auditoría ciudadana de la deuda (<a href="http://www.audit-citoyen.org/" class="spip_url spip_out" rel="nofollow external">www.audit-citoyen.org</a>).
Reúne numerosos movimientos sociales y políticos, y el llamamiento a su
constitución fue firmado por decenas de miles de personas. En el marco
de esta iniciativa, se han organizado colectivos locales en muchos
lugares de Francia. Por otro lado, se puede partir de realidades locales
con el objetivo de participar en la auditoría de las deudas públicas.
Se puede comenzar analizando los préstamos estructurados vendidos a las
colectividades locales en Francia y Bélgica por Dexia u otros bancos. A
este propósito, un trabajo ya fue realizado: la asociación «Acteurs
publics contre les emprunts toxiques» o sea «Actores públicos contra
préstamos tóxicos» reúne una decena de colectividades locales (<a href="http://www.empruntstoxiques.fr/" class="spip_url spip_out" rel="nofollow external">www.empruntstoxiques.fr</a>).
Se puede también comenzar por estudiar las dificultades financieras
encontradas en los hospitales públicos presentes en vuestro territorio.
Se están desarrollando, al mismo tiempo que en Francia, iniciativas por
auditorías ciudadanas en Grecia, en Irlanda, en España, en Portugal, en
Italia y en Bélgica.</p>
<p>Otros ámbitos en materia de deudas privadas también pueden abordarse.
En países como España o Irlanda en los que el estallido de la burbuja
inmobiliaria hundió a centenares de miles de familias en la ruina, sería
útil investigar las deudas hipotecarias de las familias. Las víctimas
de los manejos de los prestamistas pueden aportar sus testimonios y
ayudar a comprender el proceso ilegítimo de endeudamiento que las
afecta.</p>
<p><strong>Un campo de acción muy rico</strong></p>
<p>El campo de acción de una auditoría de la deuda pública es
enormemente prometedor y no tiene nada que ver con su caricatura, que lo
reduce a una simple verificación de cifras realizadas por contables
rutinarios. Más allá de ese control financiero, la auditoría tiene un
papel eminentemente político ligado a dos necesidades fundamentales de
la sociedad: la transparencia y el control democrático del Estado y de
sus gobernantes por los ciudadanos.</p>
<p>Se trata de necesidades que se refieren a los derechos democráticos
totalmente elementales, reconocidos en el derecho internacional, el
derecho interno y la Constitución, aunque sean violados continuamente.
El derecho de control que tienen los ciudadanos sobre aquellos que los
gobiernan, de informarse de todo lo que concierne a su gestión, sus
objetivos y sus motivaciones es intrínseco a la propia democracia. Esto
emana del derecho fundamental de los ciudadanos a ejercer su control
sobre el poder y de participar activamente en los asuntos públicos y por
lo tanto comunes.</p>
<p>El hecho de que los gobernantes se opongan a la idea de que los
ciudadanos y ciudadanas osen realizar una auditoría ciudadana es
revelador de una democracia muy enferma. Que por otra parte no para de
bombardearnos mediáticamente con su retórica sobre la transparencia.
Esta necesidad permanente de transparencia en los asuntos públicos se
transforma en necesidad social y política totalmente vital, y por esta
razón, la verdadera transparencia es la peor pesadilla para las elites.</p>
<p><strong>Una auditoría ciudadana para el repudio de la deuda ilegítima</strong></p>
<p>La realización de una auditoría ciudadana de la deuda pública,
combinada, gracias a una importante movilización popular, con una
suspensión del reembolso de la deuda pública, debe llevar a la
anulación/repudio de la parte ilegítima de la deuda pública y a una
reducción drástica del resto de esa deuda.</p>
<p>No es cuestión de apoyar los alivios de deuda decididos por los
acreedores, especialmente a causa de las severas contrapartidas que
implican. La anulación de la deuda, que desde ese momento es un repudio
por el país deudor, es un potente acto soberano unilateral.</p>
<p>¿Por qué el estado endeudado debe reducir radicalmente su deuda
pública al proceder a la anulación de las deudas ilegítimas? En primer
lugar por razones de justicia social, pero también por razones
económicas que cualquiera puede comprender y apropiárselas. Para salir
de la crisis de forma satisfactoria, no podemos contentarnos de
reactivar la economía gracias a la demanda pública y a la de las
familias. Puesto que si nos contentamos con una política económica de
reactivación combinada a una reforma fiscal redistributiva, el
suplemento de la recaudación fiscal será absorbido en gran parte por el
pago de la deuda pública. Las contribuciones que se impondrán a las
familias más ricas y a las grandes empresas privadas (nacionales o
extranjeras) estarán ampliamente compensadas por la renta que obtendrán
de las obligaciones del Estado, ya que por lejos son los principales
tenedores y beneficiarios (razón por la cual no quieren ni oír hablar de
una anulación de la deuda). Por lo tanto es necesario anular una gran
parte de la deuda pública. La amplitud de esta anulación dependerá del
nivel de conciencia de la población víctima del sistema deuda (en este
nivel, la auditoría ciudadana cumple una función crucial), de la
evolución de la crisis económica y política y sobre todo de las
relaciones de fuerza concretas que se construyen en la calle, en las
plazas y en los lugares de trabajo mediante las actuales movilizaciones y
las que estén por venir.</p>
<p>La reducción radical de la deuda pública es una condición necesaria
pero no suficiente para que los países de la Unión Europea puedan salir
de la crisis. Se necesitan medidas complementarias: reforma fiscal
redistributiva, transferencia del sector de las finanzas al ámbito
público, resocialización de otros sectores claves de la economía,
reducción del tiempo de trabajo con el mantenimiento del salario y
contratación compensatoria, y tantas otras medidas |<a href="http://www.cadtm.org/Auditoria-ciudadana-de-la-deuda,7426#nb3-2" class="spip_note" rel="footnote" title="Véase http://www.cadtm.org/Ocho-propuesta..." id="nh3-2">2</a>| que permitirían cambiar radicalmente la situación actual que llevó al mundo a un explosivo callejón sin salida.</p>
<p><strong>Traducido por Griselda Pinero.</strong></p></div>
                        
<div class="notes"><h2>Notas</h2><p>|<a href="http://www.cadtm.org/Auditoria-ciudadana-de-la-deuda,7426#nh3-1" id="nb3-1" class="spip_note" title="Notas 3-1" rev="footnote">1</a>|
Clearstream y Euroclear están entre las principales cámaras de
compensación (clearing houses) y poseen el registro de una gran parte de
los títulos de deuda pública en poder de los bancos. Una cámara de
compensación es un organismo que calcula las sumas netas a pagar y que
ejecuta los pagos. La compensación es un mecanismo que permite a las
instituciones financieras pagar los montos adeudados y recibir los
activos correspondientes a las transacciones que ellas efectuaron en los
mercados. De esa manera, las instituciones financieras sólo tienen
flujos financieros y de títulos con las cámaras de compensación.</p>
<p>|<a href="http://www.cadtm.org/Auditoria-ciudadana-de-la-deuda,7426#nh3-2" id="nb3-2" class="spip_note" title="Notas 3-2" rev="footnote">2</a>| Véase <a href="http://www.cadtm.org/Ocho-propuestas-urgentes-para-otra" class="spip_url spip_out" rel="nofollow">http://www.cadtm.org/Ocho-propuesta...</a></p>
</div>
<div class=""><p><strong>Damien Millet</strong> es portavoz del CADTM Francia (<a href="http://www.cadtm.org/" class="spip_url spip_out" rel="nofollow">www.cadtm.org</a>);
<br><strong>Éric Toussaint</strong> es doctor en ciencias políticas,
presidente del CADTM Bélgica, miembro de la Comisión de la auditoría
integral de la deuda (CAIC) del Ecuador y del Consejo Científico de
ATTAC Francia.
<br>Ambos dirigieron el libro colectivo <a href="http://www.cadtm.org/La-deuda-o-la-vida" class="spip_in"><i>La Deuda o la Vida</i></a>,
Icaria editorial, Barcelona 2011, que recibió el Premio del libro
político en la Feria del libro político de Lieja en 2011. Eric Toussaint
participó también en el libro de ATTAC: <i>Le piège de la dette publique. Comment s’en sortir</i>, éditions Les liens qui libèrent, París, 2011.</p></div><br>