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<font size="4"><font size="2"><u>erratum:</u> cuidado todavia no se hizo el cambio en la pagina web: en la nota nº1 se trata de </font></font>600 millones
de euros, no de 600.000 millones !<br><br><font size="4"><font size="2">un abrazo,<br>
Jérôme</font></font><br><font size="4"><b> </b><font size="2"><br><a href="http://www.cadtm.org/Los-islandeses-rechazan-pagar-la">http://www.cadtm.org/Los-islandeses-rechazan-pagar-la</a><br><br></font><a href="http://www.cadtm.org/Los-islandeses-rechazan-pagar-la"><b></b></a></font></div>
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Los islandeses rechazan pagar la deuda ¿Será respetada su decisión?
</font></div>
<div class="imprimer-chapo">
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<div class="imprimer-auteur">
por
<b>Olivier Bonfond</b>
,
<b>Jérome Duval</b>
,
<b>Damien Millet</b>
</div><p>
</p><div class="imprimer-date">
<i>23 de abril de 2010</i>
</div>
<div class="imprimer-texte">
<p>
</p><p>El 6 de marzo de 2010, los islandeses fueron a las urnas para
pronunciarse a favor o en contra de la ley Icesave. Esta ley preveía la
nacionalización de deudas privadas y la imposición de medidas económicas
antisociales con el fin de conseguir fondos con qué pagar esas deudas.
Con una participación que superó el 60%, el NO obtuvo una aplastante
victoria: en torno al 93% de los sufragios emitidos, lo que constituye
una victoria importante contra el neoliberalismo. Esto será también una
victoria para la democracia si, contrariamente a lo que pasó en Francia y
en Irlanda recientemente, la decisión de los islandeses es respetada.</p>
<p>Pequeño país de 320.000 habitantes, sin fuerzas armadas, Islandia
sufrió con máxima intensidad el azote de la crisis financiera actual.
Miles de personas perdieron sus fuentes de trabajo o fueron expulsadas
de sus casas. Al mismo tiempo, el Estado desembolsó centenares de
millones de euros |<a href="http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=5616#nb1" class="spip_note" rel="footnote" title="A título de ejemplo, el Estado
islandés ha desembolsado 600.000 millones de (...)" id="nh1">1</a>| para
nacionalizar los tres principales bancos islandeses (<i>Kaupthing,
Landbanski y Glitnir</i>) —totalmente privatizados en 2003— y salvarlos
de la quiebra. El pueblo islandés se sintió entonces engañado, y se
movilizó masivamente para tratar de hacer pagar el costo de esta crisis a
sus responsables: los bancos y los fondos especulativos. Esta presión
produjo resultados: el gobierno dimitió a finales de 2008 y, en agosto
de 2009 el Parlamento adoptó una resolución para condicionar el
reembolso de esta deuda a las «capacidades de pago» del país |<a href="http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=5616#nb2" class="spip_note" rel="footnote" title="Esta resolución afirmaba que el
gobierno dedicaría un máximo del 6% del (...)" id="nh2">2</a>|. Pero
los intereses en juego son enormes. El FMI y la Unión Europea ejercieron
una fuerte presión para revertir esa orientación. Durante la noche del
30 al 31 de diciembre de 2009, el Parlamento cambió de posición y votó
la ley Icesave, que contemplaba confirmar la nacionalización de esas
deudas privadas y obtener el dinero, por medio de medidas de austeridad
(congelamiento de los salarios, disminución de los gastos públicos…),
para el reembolso integral (3.900 millones de euros) de los montos
anticipados por los Estados británico y holandés para indemnizar a sus
«ciudadanos perjudicados» por la quiebra de el banco en línea islandés
Icesave en octubre de 2008 |<a href="http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=5616#nb3" class="spip_note" rel="footnote" title="Ver Jérôme Duval y Olivier
Bonfond, «Los islandeses no han dicho su última (...)" id="nh3">3</a>|,
de la que el Estado había garantizado los depósitos.</p>
<p>En el contexto de crisis social, pero sobre todo de elevada
concientización política, la población islandesa no escuchó con agrado
esta nueva disposición: las organizaciones sociales lanzaron una
petición contra la ley Icesave y, en pocas semanas se consiguió la firma
de más del 25 % del electorado islandés. Ante tal protesta popular, el
presidente fue conminado a aplicar el artículo 26 de la Constitución,
que estipula que en caso de negativa del presidente a promulgar una ley,
ésta deberá ser sometida a consulta popular.</p>
<p>No obstante diversas presiones y amenazas (presión mediática muy
fuerte a favor del sí, renuencia a discutir la integración de Islandia
en la Unión Europea, bloqueo de la ayuda internacional), rotundamente
los islandeses dijeron NO a esa ley neoliberal. Pero es necesario estar
muy atentos de que se respete la voluntad ciudadana. Recordemos lo que
pasó a propósito del Tratado de Lisboa: luego de que los franceses
dijeran NO al Tratado constitucional europeo, el gobierno francés hizo
aprobar, de todos modos, el Tratado de Lisboa, que lo ha reemplazado,
por vía parlamentaria. Mientras que en Irlanda, luego de una primera
votación negativa, el gobierno irlandés impuso un nuevo referéndum a fin
de lograr el SÍ. Bien se ve que, cuando el resultado inicial no se
considera satisfactorio, los dirigentes con frecuencia se las arreglan
para darle la vuelta a la voluntad popular. Sin embargo, será muy
difícil hacer esto en Islandia ante tan masiva manifestación de rechazo.
Pero la partida aún no está ganada. Ya se habla de una votación inútil,
puesto que los islandeses se habrían pronunciado sobre una ley
obsoleta. Otra proposición de ley ya está sobre la mesa. Y se ha
anunciado otra consulta sobre la nueva propuesta(¿?)...a menos que el
presidente acepte esta vez promulgar la ley.</p>
<p>Por lo tanto, si el gobierno islandés tuviese la voluntad de hacerlo,
podría rechazar la lógica neoliberal garantizando al mismo tiempo la
justicia social. Toda una serie de medidas concretas y alternativas a la
lógica capitalista podrían ser implementadas rápidamente con el fin de
salvar los empleos y de hacer pagar los costos del salvamento financiero
a los responsables: nacionalización sin indemnización del sector
bancario, prohibición de nacionalizar las deudas privadas (tal como
prevé el artículo 290 de la Constitución de Ecuador), moratoria
inmediata sobre el pago de la deuda, realización de una auditoría
integral de la deuda islandesa con el fin de repudiar todas las deudas
odiosas o marcadas por irregularidades (tal como hizo Ecuador en 2007),
impuesto excepcional sobre el patrimonio de las grandes fortunas a fin
de desarrollar el empleo público socialmente útil y respetuoso de la
naturaleza… Estas medidas son perfectamente realizables y absolutamente
legítimas, y así se evitaría que el peso de esta crisis, de la que ya es
víctima, recaiga sobre la población islandesa.</p>
<p>Muchos otros gobiernos en el mundo también deberían considerar esas
medidas como una obligación desde el punto de vista internacional, por
cuanto la mayoría de ellos ratificaron la Declaración sobre el Derecho
al Desarrollo de 1986, que estipula en su artículo 2: «Los Estados
tienen el derecho y el deber de formular las políticas de desarrollo
nacional apropiadas que tengan por objeto el mejoramiento constante del
bienestar del conjunto de la población y de todos los individuos,
basadas en la participación activa, libre y útil al desarrollo y al
reparto equitativo de las ventajas resultantes.»</p>
<p>La historia nos ha enseñado que las medidas progresistas que vayan
contra los intereses del gran capital sólo se concretan cuando el pueblo
se moviliza ampliamente. Es pues esencial apoyar al pueblo islandés en
la puesta en práctica de sus derechos democráticos y en lo que sin duda
es el comienzo de una lucha prolongada.</p>
<p>Traducción solidaria: Paulino Núñez, CADTM/AYNA, Venezuela<br>
</p>
</div>
<div class="imprimer-texte"><p>|<a href="http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=5616#nh1" id="nb1" class="spip_note" title="Notas 1" rev="footnote">1</a>| A
título de ejemplo, el Estado islandés ha desembolsado 600 millones
de euros para adjudicarse el 75% del capital de Glitnir, el 29 de
septiembre de 2009, antes de tomar el control completo algunos días más
tarde.</p>
<p>|<a href="http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=5616#nh2" id="nb2" class="spip_note" title="Notas 2" rev="footnote">2</a>| Esta
resolución afirmaba que el gobierno dedicaría un máximo del 6% del
crecimiento de su PIB a título de reembolso de la deuda, y que si el
crecimiento económico fuese inadecuado, Islandia no pagaría nada. Para
más información, léase, Olivier Bonfond, « <i>Islande, si la dette ne
peut pas être payée elle ne le sera pas</i> », <a href="http://www.cadtm.org/Islande-Si-la-dette-ne-peut-pas" class="spip_in" hreflang="fr">www.cadtm.org/Islande-Si-la-dette-ne-peut-pas</a>.</p>
<p>|<a href="http://www.cadtm.org/spip.php?page=imprimer&id_article=5616#nh3" id="nb3" class="spip_note" title="Notas 3" rev="footnote">3</a>| Ver
Jérôme Duval y Olivier Bonfond, «<a href="http://www.cadtm.org/Los-islandeses-todavia-no-han" class="spip_in">Los islandeses no han dicho su última palabra</a>»</p>
</div> <br>
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